Una empresa contratada por el municipio rompió un caño, por segunda vez en pocos días, y provocó un escape en el barrio Chacay.
La tranquilidad del barrio Chacay de Plottier volvió a verse alterada por una nueva fuga de gas, provocada por la rotura de un caño durante la ejecución de obras públicas. Ocurrió este martes, y es la segunda vez en pocos días que pasa un episodio similar, lo que encendió la alarma entre los vecinos y generó fuertes críticas hacia el municipio y la empresa encargada de los trabajos.
Claudia, una de las vecinas afectadas, explicó que el problema se detectó nuevamente a través de los grupos barriales. “Otra vez rompieron el caño de gas. Todavía no llevan ni una cuadra y ya volvieron a romper. Es una vergüenza volver a pasar por lo mismo”, denunció a LMNeuquén.
La mujer relató que en esta oportunidad la fuga fue menor en comparación con la anterior, aunque igual causó preocupación. “No había tanto olor como la primera vez, cuando la pérdida fue muy grande. Ahora es mínimo, pero sigue siendo peligroso. Yo no sé quién inspecciona la obra, ni qué empresa fue contratada, pero seguramente es el municipio el responsable”, señaló.
El recuerdo del incidente previo aún genera angustia en el barrio. Claudia explicó que en esa ocasión se vio obligada a salir corriendo de su trabajo para regresar a su casa y apagar los artefactos: “La vez pasada me olvidé de apagar la estufa. Cuando largaron el gas había una pérdida importante y quedó encendida. Fue un susto enorme”. Por fortuna, el incidente no pasó a mayores.
Los vecinos aseguran que la reacción oficial no fue inmediata. Según Claudia, la primera vez los vecinos tuvieron que autoevacuarse y esperar cerca de media hora hasta que alguien se acercara a hacerse responsable. “Nos cansamos de llamar a Camuzzi, pero el 0800 no da respuesta urgente. Al final apareció Obras Públicas para decir que no había riesgo, pero eso es mentira. Hay viviendas, no es una zona de chacras como declararon. Minimizaron todo”, criticó.
La vecina recordó además que un matrimonio mayor debió abandonar su casa por temor. “Nadie les avisó nada, solo los de la obra que gritaban que evacuaran porque la pérdida era muy grande. Así no se puede vivir, uno queda a la deriva”, afirmó.
En tanto, Fresia, otra vecina del barrio, confirmó que quienes realizan los trabajos son empleados de la municipalidad. “Son los mismos que la otra vez rompieron el caño. Esta vez, por lo que me informaron, se solucionó rápido y no fue necesario evacuar a los chicos de la escuela”, comentó.
Desconfianza y temor
Pese a ello, la desconfianza persiste. Los vecinos consideran que la obra carece de la supervisión técnica adecuada y que la seguridad de las familias no está garantizada. “Me parece una tomada de pelo hacia los vecinos. No se puede minimizar una fuga de gas, porque el riesgo es real”, insistió Claudia.
Los reclamos apuntan directamente al municipio, a la falta de control sobre la empresa tercerizada y a la ausencia de Camuzzi Gas del Sur en las verificaciones. Para los vecinos, no se trata solo de una incomodidad, sino de una amenaza concreta para la seguridad cotidiana.
Mientras tanto, el temor a una nueva rotura se mantiene latente en el barrio Chacay, donde los habitantes sienten que viven sobre un terreno donde todo puede pasar.
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