La drástica decisión de Victoria Villarruel en el Senado
La vicepresidenta dispuso cambios previo al recambio parlamentario, que se realizará a partir de las elecciones de octubre próximo.
Victoria Villarruel, vicepresidenta y titular del Senado, avanzó con una medida inédita ante los senadores que terminan su mandato el próximo 10 de diciembre. Según se dispuso, deberán restituir sus despachos, oficinas y bienes del Senado asignados durante su gestión.
Esta medida fue oficializada en el marco del recambio parlamentario que se producirá por las elecciones de medio término. Según la resolución, la restitución debe incluir una lista extensa de bienes que incluyen muebles, sillas, modulares, equipos telefónicos, computadoras portátiles, celulares y todo aquello que haya sido asignado al senador, sus asesores o bloques políticos para el ejercicio de sus funciones.
La disposición surge del decreto presidencial 488/25, que le da facultades a la Dirección General de Administración del Senado para realizar un relevamiento de los despachos y oficinas actualmente ocupados por senadores, bloques y asesores, tanto en el Palacio Legislativo como en los anexos.
La vicepresidenta justificó que la solicitud obedece al deber institucional de que al terminar sus mandatos, los legisladores devuelvan todo el mobiliario asignado, según el reglamento de la Cámara alta, antes del 10 de diciembre.
El respaldo de Villarruel a esa dirección forma parte del laberinto en el que quedó atrapada meses atrás, cuando se decidió quitarle esos poderes a la secretaría administrativa del Senado. Esa secretaría, que controla la caja, nunca fue comprendida ni manejada por la titular de la Cámara alta, pese a que algunos la proyectan para grandes logros.
Actualmente la banca desde donde se maneja esta caja permanece vacante tras la salida de Emilio Viramonte Olmos -su supuesto amigo cercano- que no llegó a permanecer un mes en el cargo.
"Los senadores con mandato cumplido deberán restituir a esta Presidencia del H. Senado de la Nación y/o a la autoridad que esta designe, los despachos y/u oficinas que oportunamente se les hubiesen asignado para el ejercicio de sus funciones parlamentarias, antes del 10 de diciembre del año en que finalice su mandato", señala la normativa.
La jugada política de Villarruel que elimina un "trofeo de guerra"
Esta maniobra política fue interpretada como una jugada de alto impacto, ya que elimina un "trofeo de guerra" que por décadas se negoció en la Cámara alta a través de usos y costumbres no reglamentados.
Fuentes legislativas indicaron que la medida impacta tanto a oficialistas como a opositores, generando descontento en bloques que esperaban conservar espacios estratégicos dentro del Palacio Legislativo. El golpe simbólico es más fuerte en los despachos de la "Casa", el edificio central del Congreso, considerados más codiciados que los anexos.
Más allá de la política, la resolución busca reforzar la autoridad de la Vicepresidencia sobre la administración del Senado y prevenir conflictos internos por la reasignación de oficinas. A corto plazo, se anticipa un reacomodamiento de espacios que podría tensar aún más la relación entre Villarruel y un cuerpo legislativo que ya mantiene fricciones con la Casa Rosada.
Con el recambio de diciembre, la vicepresidenta asegura un control total sobre la redistribución de oficinas y envía un mensaje institucional claro: los bienes del Senado pertenecen al Estado y no a los legisladores que dejan sus cargos.
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