La discusión por una transferencia terminó en una agresión salvaje frente a los dos hijos de la víctima, que sigue internada en estado crítico.
Un episodio de violencia extrema causó gran conmoción y dejó al descubierto los riesgos que pueden surgir en los viajes contratados a través de aplicaciones.
Un brutal hecho ocurrió en Córdoba, cuando un conductor atacó con furia a un pasajero tras una discusión por un pago de $4500, lo golpeó con un cascote y lo dejó en estado crítico frente a sus dos hijos pequeños.
La víctima fue identificada como Martín, quien por estas horas permanece en coma inducido en el Hospital Municipal de Urgencias, mientras la Justicia avanza con una imputación por intento de homicidio.
Una discusión que terminó en un ataque inesperado
El hecho ocurrió en la esquina de Caseros y Francisco Candiotti, en el barrio Alto Alberdi. Martín regresaba a su casa junto a sus dos hijos, de 6 y 12 años, después de un recorrido desde Plaza España. Según testigos, el viaje transcurrió con normalidad hasta que surgió una disputa por el pago del traslado.
El pasajero intentó abonar mediante transferencia bancaria los $4500 correspondientes al viaje. Sin embargo, el conductor del Volkswagen Gol aseguró que el monto no se había acreditado y exigió el pago de inmediato. Martín explicó que podía darle el dinero en efectivo apenas ingresaran a su vivienda, ya que estaban exactamente frente a la puerta.
La conversación subió de tono cuando los tres descendieron del vehículo. En segundos, la tensión se transformó en una pelea física. Testigos señalaron que no hubo provocaciones adicionales y que Martín buscó evitar un conflicto, especialmente porque estaba acompañado por sus hijos.
El golpe brutal y la reacción del atacante
En medio de la discusión, el conductor tomó un cascote de la acera y golpeó a Martín por la espalda. El impacto provocó un traumatismo de cráneo severo, dejando al hombre inconsciente sobre la vereda. La brutalidad del ataque sorprendió incluso a vecinos que escucharon los gritos y salieron a asistir a los niños.
Instantes después, la transferencia que generó la discusión finalmente se acreditó en la cuenta del agresor. Ese detalle profundizó la indignación de quienes presenciaron la escena y generó un rechazo inmediato hacia el conductor. Ante la llegada de más personas, el hombre se acercó para disculparse, un gesto que fue interpretado por los testigos como un intento de atenuar la gravedad de lo que había hecho.
El drama familiar y el pedido de controles más estrictos
Los hijos de Martín quedaron en estado de shock. El mayor, de 12 años, presenció toda la secuencia y comenzó a gritar desesperado pidiendo ayuda para su padre. Vecinos del barrio se acercaron rápidamente, mientras la familia intentaba comprender lo que había sucedido.
Lucía, hermana de la víctima, describió a Martín como “una persona pacífica”, incapaz de reaccionar de forma agresiva, y menos aún frente a sus hijos. La familia atraviesa horas de extrema angustia y sostiene que solo un milagro podría revertir el cuadro crítico.
Patricia, madre de Martín y abuela de los niños, pidió visibilizar el caso para exigir controles más estrictos en las aplicaciones de transporte. Según sus palabras, “una persona con este nivel de violencia no puede quedar impune” y el ataque les arruinó la vida por un conflicto de apenas $4500.
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