Es uno de los peores criminales de la historia argentina y cumple cadena perpetua desde 2007, pero ahora la Justicia le otorgó este beneficio.
En las últimas horas se conoció una polémica decisión de la Justicia, a favor de Pablo "El loco" Amín, condenado a cadena perpetua en 2007 por el brutal femicidio de su esposa María Marta Arias, en 2007.
Según revelaron, Amín ahora goza de salidas transitorias que le permiten circular libremente, generando alarma y malestar en la comunidad de Tucumán. Este beneficio lo logró tras convertirse en un referente de la cárcel de Villa Urquiza para el resto de los internos y hasta se casó dentro del penal.
A casi 20 años del caso, el femicida solicitó a la Justicia acceder a este beneficio, alegando haber cumplido parte de su pena y presentado una buena conducta durante su detención. Durante el juicio de 2009, el condenado intentó simular un brote psicótico, alegando esquizofrenia paranoide, pero los peritajes demostraron que su locura era fingida.
La Justicia determinó que era plenamente consciente de sus actos y lo condenó a prisión perpetua por homicidio agravado por ensañamiento. Aún así, la ley de ejecución penal argentina permite la progresión en el cumplimiento de la pena.
Tras cumplir los años requeridos y demostrar buena conducta, Amín gestionó sus beneficios y obtuvo, por decisión de la jueza de Ejecución Penal y luego ratificada por el Tribunal de Impugnación, salidas transitorias dos veces al mes por tres horas cada una, bajo custodia.
El femicidio que estremeció al país
El 27 de octubre de 2007, en un hotel de San Miguel de Tucumán, Pablo Amín asesinó a su esposa, María Marta Arias, de 23 años. Las pericias determinaron que la estranguló, mutiló su cuerpo y le arrancó los ojos. El personal del establecimiento encontró al hombre desnudo, arrastrando el cuerpo de la víctima en un estado de aparente delirio.
En el juicio, la defensa del acusado intentó convencer al jurado de que Amín había tenido un brote de esquizofrenia paranoide y que era inimputable. Durante el proceso, simuló locura con discursos incoherentes y amenazas directas.
Sin embargo, las pericias psiquiátricas dejaron en evidencia que se trataba de una actuación. Amín tenía trastorno de personalidad antisocial y una tendencia a la impulsividad, pero su comportamiento durante el juicio fue una simulación.
Los nombres que usó el femicida durante el juicio
Amín sorprendió a todos al identificarse con más de cinco nombres distintos. Uno de ellos fue Alex Dey, un motivador internacional de autoayuda, cuya filosofía de vida estudió al detalle. Inspirado por esas ideas, el femicida armó su propio camino tras las rejas: emprendió pequeños negocios para ayudar a su familia y se ganó la confianza de los guardia cárceles y compañeros.
Aún así, los problemas judiciales no terminaron con la condena. Ocho días después de recibir la pena, en octubre de 2009, el fiscal Alejandro Noguera lo citó por amenazar al secretario judicial Luis Lezana Flores. En esa audiencia, "El Loco" se hizo llamar Ygohor Khano. Sin embargo, tras años de idas y vueltas, el juez Marcelo Mendilaharzu lo absolvió porque no se pudo probar el delito.
Sus defensores, Roberto Flores y Martín Zottoli, intentaron todo para revertir la condena: apelaron ante la Corte Suprema de Tucumán y luego ante la Corte Suprema de la Nación. El vocal Eugenio Zaffaroni aceptó tratar el caso, pero la mayoría del tribunal lo rechazó y la pena quedó firme.
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