Emotiva intervención en Neuquén por la aparición de Azul Semeñenko: "No se fue voluntariamente"
Amigas, compañeras de trabajo y familiares realizaron una intervención este lunes en el monumento a San Martín para pedir que la búsqueda no se detenga.
La tarde del lunes en el Monumento a San Martín estuvo marcada por la angustia y la esperanza. Bajo el lema “Aparición con vida de Azul Semeñenko”, decenas de personas se reunieron para participar de una intervención organizada por la Asamblea Permanente y por la colectiva Muchas Gráficas, que estampó remeras y telas con el rostro de la mujer trans desaparecida desde el 25 de septiembre.
Con carteles, remeras y pancartas, familiares, compañeras de trabajo y organizaciones feministas y de diversidad sexual se convocaron para exigir que la búsqueda continúe. “Falta de su trabajo, de su casa, de sus espacios habituales y queremos saber qué pasó. Queremos que esto llegue a toda la comunidad y que se entienda que la ausencia de Azul nos duele cada día más”, expresó una de sus amigas, visiblemente emocionada.
Durante la actividad, sus compañeras compartieron los últimos datos conocidos sobre ella. “El miércoles 24 fue a trabajar como todos los días. El jueves 25 tuvo un turno médico en el hospital Castro Rendón. Esa fue la última vez que se supo algo de Azul. Desde entonces, su teléfono dejó de responder y no volvió a su casa”, contaron.
En el domicilio donde vivía, ubicado en el barrio Confluencia, la Policía realizó un allanamiento. Según sus allegadas, “había condiciones en la casa que muestran que ella no se fue por decisión propia”. Azul es una mujer trans de 49 años, de 1,73 metros de altura, cabello rojo y tez muy blanca. Al momento de desaparecer vestía un pantalón chupín blanco, un suéter negro y una cartera marrón.
“Era muy responsable con su trabajo y cuidaba su vida privada, pero jamás dejaría de ir sin avisar o abandonar a sus mascotas. Azul no se fue voluntariamente, eso lo tenemos muy claro”, afirmaron sus compañeras, que desde el primer día sostienen la búsqueda en la calle y en redes sociales.
“Queremos que la policía no deje de buscarla”
Las amigas de Azul también aprovecharon la intervención para renovar el pedido a las autoridades. “Sabemos que la Policía está trabajando, pero necesitamos que no paren, que sigan investigando, que sigan buscándola. No puede ser que haya pasado tanto tiempo sin saber nada”, señalaron.
El reclamo se enmarca en un contexto social más amplio. “Estamos muy preocupadas. Falta una mujer trans, y vivimos un momento en el que desaparecen muchas mujeres, hay femicidios, hay violencia contra las diversidades. No queremos que la historia de Azul quede en el silencio ni que se naturalice su ausencia”, sostuvieron.
Las amigas aseguraron que seguirán realizando actividades para visibilizar la búsqueda. Todos los días, a las 11 de la mañana, continúan con panfleteadas e intervenciones en la esquina de Sarmiento y Don Bosco, donde Azul trabajaba. “Vamos a seguir ahí, mostrando su rostro, hasta que aparezca”, aseguraron.
“Azul, volvé: te estamos esperando”
La emoción fue el hilo común de toda la jornada. Compañeras de trabajo, amigas, familiares y vecinas repitieron el mismo pedido: que la comunidad se sume, que la Policía intensifique la búsqueda y que cualquier información llegue a las autoridades.
“Esto lo hacemos por ella. Somos compañeras de trabajo y amigas con una sola intención: que Azul aparezca. Si alguien sabe algo, aunque sea un detalle, que llame al 101. Es una línea anónima, gratuita y disponible las 24 horas. Cualquier dato puede ser clave”, remarcaron.
Antes de finalizar la intervención, una de las compañeras le habló directamente Azul, con la voz quebrada: “Azul, volvé. Vení a tu trabajo, te estamos buscando, te estamos esperando. Queremos que vuelvas con nosotras, con tu familia, con tus mascotas. Queremos verte bien. Nada más.”
La búsqueda continúa
Mientras la Justicia y la Policía de Neuquén mantienen las líneas de investigación abiertas, el entorno de Azul multiplica sus acciones en la calle. Con remeras estampadas, carteles, pañuelos y la fuerza de la comunidad, el reclamo se convirtió en una causa colectiva.
“Cada día que pasa la angustia crece, pero también crece la solidaridad. No vamos a parar hasta saber qué pasó con Azul”, concluyeron sus amigas, dejando en claro que, en Neuquén, la búsqueda sigue tan viva como su esperanza.
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