Falso abogado admitió estafas por casi $17 millones en Neuquén: quiénes fueron las víctimas
El juicio que estaba previsto contra el hombre fue suspendido ya que las partes llegaron a un acuerdo parcial, que declaró su responsabilidad. ¿Cómo fueron las maniobras?
El falso abogado Martín Alexis Lino se vio acorralado por la prueba de la fiscalía y finalmente admitió haber cometido dos estafas en 2022 y 2024, por las cuales fue condenado. Los hechos que aceptó involucraron a víctimas de El Huecú y de la capital neuquina y el perjuicio global llega a casi 17 millones de pesos.
Cabe recordar que el juicio contra Lino, como adelantó LMNeuquén, estaba agendado para este martes 20 y miércoles 21 de mayo, aunque finalmente las partes llegaron a un acuerdo y el debate oral fue suspendido. En su lugar, se pidió una audiencia de procedimiento abreviado ante la jueza Natalia Pelosso, en la que Lino este miércoles por la mañana aceptó su responsabilidad en el marco de un acuerdo parcial; es decir, solo se discutió la comisión de los hechos y no la pena a imponerle por ellos.
El acuerdo que presentaron el fiscal jefe Mauricio Zabala y el funcionario judicial Abelardo Sepúlveda abarcó dos hechos que tuvieron como víctimas a hombres que lo contrataron (o creyeron contratarlo) como defensor particular.
"Lino simuló la calidad de abogado mediante la presentación como tal y, a los fines de realizar diligencias procesales, les fue solicitando dinero aprovechando la vulnerabilidad de estas personas", subrayó Zabala en el comienzo de su alocución.
Sobre este punto, explicó que la primera víctima, un hombre de la capital neuquina, se encontraba procesado por abuso sexual y que conoció al falso abogado a través de una familiar que (sin saber del ardid) le recomendó a Lino, allá por junio de 2022.
En tanto, la segunda víctima fue un hombre de El Huecú, quien tenía a dos de sus hermanos ya condenados y detenidos en la comisaría de Buta Ranquil, también por una causa de abuso sexual. Aquí también llegó recomendado por personas de confianza, que creían que era un letrado.
Cómo operaba el falso abogado en Neuquén
Puntualmente, Lino no solo se aprovechaba de la vulnerabilidad de sus víctimas, sino que se aportaba a sí mismo credibilidad ante sus clientes al afirmar que era socio de un abogado reconocido en el Alto Valle.
Lo cierto es que era todo de palabra, porque el estafador no tenía nada para demostrar que era quien decía ser. La fiscalía comprobó que el Colegio de Abogados de Neuquén no lo tiene matriculado y que tampoco se ha expedido ningún título a su nombre, de manera que no podía constituirse en representación de otros ni ejercer en ningún fuero. Al ser consultado por la jueza Pelosso sobre su formación, el hombre indicó: "Terciario incompleto". Aunque quizás esa situación esté por cambiar.
De cualquier manera, se dio por probado que en el caso del primer estafado, Lino cometió una estafa con un perjuicio total de 292 mil pesos, al que se llegó a través de distintos pagos a lo largo de los dos meses que dijo estar ejerciendo como su defensor. Citaba al hombre -que por ese entonces estaba en libertad- en estaciones de servicio y confiterías, porque supuestamente "su estudio estaba siempre ocupado".
El 8 de agosto de 2022, su "representado" había sido citado por la Justicia para comparecer en el control de acusación, en el que se pediría la elevación a juicio de su causa. Allí fue cuando Lino cometió su error y dejó expuesto su engaño: le indicó al hombre que él no se encontraba en la ciudad, pero que no asistiera a la audiencia porque en breve irían a un acuerdo de partes. Claramente, se trataba de una mentira.
La Justicia tomó la ausencia del imputado por abuso como un incumplimiento grave y dictó su rebeldía. Cuatro días más tarde, el hombre fue detenido en la calle y mientras estaba en la alcaidía de Ciudad Judicial aguardando a ser llevado a audiencia, pidió directamente que llamen al abogado conocido, de quien Lino decía ser socio. Este abogado le hizo conocer que Lino no era letrado ni su socio, y además, era su propio defendido en otra causa, de manera que todas las supuestas tramitaciones que el estafador dijo estar realizando también eran falsas.
El segundo hecho, que ocurrió entre junio y agosto de 2024, fue muy similar. El nombre de Lino llegó recomendado, fue contactado por el hombre de El Huecú y rápidamente salió camino al norte neuquino, no solo decidido a "tomar" la causa sino a mantener su engaño del profesional serio.
Se entrevistó con quien lo contrató y luego con sus hermanos - a quienes defendería-, que se encontraban detenidos, para conocer el caso. Aquí el fiscal jefe resaltó que la vulnerabilidad era aún mayor, por tratarse de una familia de crianceros, que nunca salieron del contexto rural y en cuya ciudad de origen no hay más que un pequeño Juzgado de Paz. "No habían tenido antes contacto con el fuero penal", sostuvo Zabala.
Les indicó que les cobraría 4 millones de pesos de honorarios, más otros gastos por presentaciones que requiriera el proceso. En total, les sacó 16.405.000 pesos. Toda la familia puso dinero creyendo que los dos hermanos imputados podrían recuperar la libertad con ayuda de Lino. Hasta pidieron dinero prestado a amigos y al lonco de una comunidad mapuche de la zona.
Contra las cuerdas
La verdad saltó a la luz gracias a uno de esos amigos que prestaron dinero. Lino aseguró no haber recibido dicha transferencia y les dijo más tarde que "tuvo que poner de su bolsillo" para cubrir una de las actuaciones. Hasta los llamó haciéndose pasar como funcionario judicial para convencerlos de que parte de su dinero no se había recibido.
El amigo prestador de dicho dinero, con el comprobante de su transferencia hecha, hizo una denuncia formal al respecto y descubrió escarbando un poco en las redes sociales que Lino no era abogado y ya había estafado a otras personas, de manera que le avisó a las víctimas.
La prueba que logró recabar la fiscalía para probar ambos hechos era abundante y seguramente fue lo que terminó por decidir a Lino y su abogado particular, Roberto Berenguer, a inclinarse por un acuerdo de condena. Numerosos testimonios, comprobantes de pago electrónico, la palabra del Colegio de Abogados de Neuquén y comunicaciones telefónicas y por mensajería que llevaban de las víctimas a Lino fue lo que enumeró Zabala para respaldar la acusación. Por todo esto, la magistrada Pelosso homologó el acuerdo tras escuchar la aceptación del imputado y lo declaró responsable como autor de dos hechos de estafa en concurso ideal con usurpación de título.
Parte de la familia víctima de El Huecú acudió a la audiencia de manera presencial, mientras que otros miembros escucharon todo desde la comisaría de dicha localidad, en el norte, único lugar donde podían acceder a señal de internet para conectarse a Zoom. Por su parte, la víctima restante, que fue estafada en casi 300 mil pesos, escuchó todo desde la Comisaría Séptima de Plottier, donde hoy está detenido.
Todos ellos también brindaron su consentimiento para el acuerdo y éste último reclamó: "Que se haga Justicia por lo que nos hizo".
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