Los lunes, miércoles y viernes se recolectarán residuos húmedos.
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"Queremos hacer de Neuquén la ciudad más limpia de toda la Patagonia". Horacio Quiroga. ntendente de la ciudad de Neuquén
Alejandro Hurtado, subsecretario de Servicios Concesionados, explicó que los residuos secos son en general los envases y envoltorios que no se mojaron, "o sea todo lo que se puede tener en la vivienda sin que se junten moscas".
Esos materiales se pueden reutilizar y tienen valor comercial. Una vez en la planta de Cliba, serán organizados por quienes hoy viven de hurgar en el basural. Son unas 200 personas, nucleadas en 80 familias, que conformarán una cooperativa para poder vender a las empresas los fardos listos para reciclar.
"Hay gente que viene del cirujeo de hace dos o tres generaciones en condiciones terribles", remarcó ayer el intendente Horacio Quiroga, durante el anuncio del nuevo sistema. Agregó que, con la nueva planta de separación de basura, esas personas tendrán un espacio adecuado para retirar los plásticos, papeles, cartones y metales. Contarán también con ropa de trabajo, duchas y hasta un rincón de juegos para sus hijos.
El intendente advirtió que el éxito de la iniciativa dependerá en gran medida de los vecinos y "quien no haga la separación, se convierte en un conspirador". Por eso, desde enero, los técnicos municipales irán monitoreando cómo responden los neuquinos al cronograma de húmedos y secos. Con esos datos, irán haciendo correcciones y determinarán el volumen de residuos reciclables y orgánicos que genera la ciudad.
En las casas, el cambio de sistema implicará guardar en una bolsa aparte cada tipo de basura y estar atentos al día que toca sacar uno u otro atado.
Quiroga recordó que el reciclado de la basura era un reclamo de los vecinos desde hace años y que el Municipio logró una inversión millonaria para la nueva planta. Pidió, a cambio, "que ahora no tengamos un doble discurso".
Biogás, compost y plantas, con todo lo que se produce
La separación de residuos domiciliarios permitirá incrementar la producción de biogás, que se hace desde 2012 en el basural neuquino. Aprovecharán además los restos húmedos para fabricar compost, con el que se abonará un vivero que funcionará en el mismo lugar.
Alejandro Hurtado, el subsecretario a cargo de la concesión de los residuos, explicó que "el biogás está en producción ya hace unos años en algunas de las celdas más antiguas" y es el combustible con el que se proveerá de energía eléctrica a la nueva planta recicladora de basura.
Comentó que todas las celdas del relleno sanitario tienen tubos colectores de gas y que, con la separación de los desechos, se podrá trabajar con un producto "más puro", porque sólo se enterrarán los restos orgánicos.
Añadió que, con una parte de los residuos húmedos, se fabricará además abono para el cultivo, que se usará en un vivero administrado por la cooperativa de recicladores del basural.
"La planta de compost va a funcionar básicamente con los restos de poda y otros residuos donde tenemos garantizada la trazabilidad, como los del Mercado Concentrador y algunos otros grandes generadores", precisó.
El funcionario municipal remarcó que estos dos proyectos permitirán reaprovechar el material orgánico, al margen del recupero que se hará con todos los residuos secos.
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