La mejor receta casera para remover la grasa de la cocina: cáscaras de naranja y vinagre, ¿cómo usarla?
Esta receta casera y natural es perfecta para remover la grasa de la cocina sin recurrir a productos químicos.
Limpiar la grasa acumulada en la cocina es un dolor de cabeza. Para eliminarla, habitualmente se recurre a productos químicos que suelen ser costosos. Pero en el último tiempo creció la tendencia a reemplazarlos por ingredientes naturales y caseros. Entre las opciones más populares y efectivas se encuentran las cáscaras de naranja y el vinagre blanco.
Las cáscaras contienen aceites esenciales con propiedades desinfectantes y desengrasantes, dejando un aroma fresco y agradable. Por su lado, el vinagre blanco es un potente desinfectante y elimina grasa, hongos y bacterias, además de neutralizar olores. Esta mezcla es ideal para limpiar hornallas, azulejos, mesadas y campanas.
Cómo preparar el limpiador casero a base de cáscaras de naranja y vinagre
Para elaborar este limpiador casero, se necesitan las cáscaras de dos o tres naranjas, 500 ml. de vinagre blanco y un frasco con tapa. Una vez que se tengan estos ingredientes, el proceso es bastante simple, aunque requiere cumplir algunos pasos y tener algo de paciencia:
- Colocar dentro del frasco las cáscaras. Preferentemente, deben ser frescas y sin restos de pulga o juego que pueda fermentar. Se recomienda que sean las cáscaras de al menos dos naranjas, pero la cantidad se puede ajustar según el vinagre que se utilice.
- Llenar el frasco con vinagre hasta cubrir las cáscaras por completo. También se puede utilizar una botella u otro recipiente. Lo importante es que tenga tapa y quede completamente cerrado.
- Cerrar el frasco y dejarlo reposar en un lugar oscuro y fresco durante al menos dos semanas. La maceración permite que los aceites esenciales de la naranja impregnen el vinagre, potenciando su capacidad de limpieza y dejando un aroma cítrico natural.
- Una vez cumplido ese período de tiempo, colar la mezcla para retirar las cáscaras y pasar el líquido a un atomizador o recipiente de uso frecuente para limpiar.
Cómo usar el limpiador casero de cáscaras de naranja y vinagre blanco
Ya con la mezcla hecha, se rocía directamente sobre las superficies grasosas como cocinas, campanas extractoras, las paredes cercanas y los muebles. Es necesario dejar unos minutos para que actúe. Y luego se procede a frotar con una esponja o paño húmedo, sin necesidad de frotar demasiado ni usar artículos abrasivos.
Este producto también puede utilizarse en superficies como vidrio o azulejos, desinfectando y recuperando el brillo a la vez. Otro de los beneficios del desengrasante casero es que ayuda a neutralizar olores causados por restos de comida o grasa acumulada.
Otras recetas caseras para limpiar la cocina
Además de la mezcla de cáscaras de naranja y vinagre, existen otras recetas caseras que se pueden utilizar para limpiar una cocina:
- Bicarbonato de sodio: es un excelente abrasivo suave y desodorizante, ideal para eliminar manchas difíciles y olores desagradables. Para que cumpla el objetivo, se espolvorea en la bacha, sobre la mesada o en el horno y se lo deja actuar por unos minutos. Luego se frota con una esponja húmeda.
- Jugo de limón: su acidez natural ayuda a desinfectar y blanquear. Se puede usar directamente en las superficies o mezclarlo con bicarbonato para obtener una pasta para limpiar áreas específicas.
- Sal gruesa y vinagre: es una gran alternativa para limpiar parrillas, sartenes y utensilios resistentes. Se espolvorea sal gruesa y se frota con un paño húmedo con vinagre para eliminar grasa y restos de comida.
- Aceite de oliva y vinagre: una mezcla en partes iguales funciona muy bien para limpiar y dar brillo a distintos tipos de superficies, además de dejar un aroma agradable.
Cómo mantener una cocina limpia y reluciente
Con solo algunos hábitos diarios y de mantenimiento, se puede mantener una cocina reluciente sin la necesidad de limpiezas profundas:
- Limpiar las superficies y la cocina después de cada uso. Esto evita que la grasa se solidifique, siendo más difícil de remover.
- Usar protectores en los bordes de la cocina y los estantes para facilitar la limpieza.
- Ventilar la cocina durante y después de cocinar para reducir humedad y olores.
- Una vez al día, usar un trapo húmedo y detergente natural en las zonas de mayor suciedad, como la bacha o la mesada.
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