Viajó junto a su coterráneo Bruno Ambrosino rumbo a San Pablo, donde compitieron en un alto nivel.
El jiu-jitsu neuquino volvió a pisar fuerte fuera del país con la participación de Emiliano Leiton y Bruno Ambrosino, luchadores de la Academia FBFT, en dos de los torneos más exigentes del calendario: el Mundial CBJJE, celebrado en San Paulo, y el Sudamericano IBJJF, que reunió a los mejores de Latinoamérica en la misma ciudad.
Un viaje relámpago, dos competencias de altísimo nivel y una actuación que dejó al deporte provincial bien parado en la cuna misma del jiu-jitsu.
“Viajamos Bruno Ambrosino y yo a Sao Paulo el jueves. Salimos de Buenos Aires, llegamos a Brasil a la tarde/noche y el viernes competimos. Bruno en faja marrón, categoría adulto, hasta 76 kilos, y yo competí en faja roja, categoría medio pesado, hasta 88 kilos 300”, relató Emiliano Leiton a LMNeuquen.
El neuquino tuvo una actuación sobresaliente en el Mundial CBJJE, donde avanzó con autoridad hasta la final y alcanzó a colgarse una medalla el primer día de competencia. “Pude avanzar en las tres luchas previas a la final, en la cual perdí por un punto, igual muy conforme, muy contento, muy a gusto con el desempeño. Saber que estamos a la altura de los mejores del mundo es muy importante para el deporte”, destacó.
Para Leiton, competir en Brasil significa mucho más que un resultado por todo el trabajo realizado en suelo neuquino y lo que implica salir a competir con atletas de roce internacional. “Es algo muy grato para el deporte de Neuquén y para la Argentina, que siempre pone sus valores en torneos grandes como este mundial. El domingo tuvimos el torneo Sudamericano, que es de la federación IBJJF, donde también competimos. Aprovechamos el viaje y metimos dos torneos, un mundial y un sudamericano”, afirmó.
Ambos luchadores representaron al país y a la provincia en dos escenarios de alto nivel y en torneos seguidos, lo que implica pocas horas de descanso y el doble de exigencia. Ambrosino cayó en el primer combate, mientras que Leiton pudo llegar un poco más lejos.
“Fue un fin de semana representando no solamente a la Argentina, sino también a la provincia. Hay que entender también que el resultado por ahí siempre va más allá de la competencia, porque siempre tiene que haber un ganador”, reflexionó Emiliano.
La experiencia, más allá de no quedar con el primer lugar en el podio, dejó aprendizajes y sensaciones fuertes. El lugar entre los primeros tres es simbólico y el foco está en otro punto. “Siempre tiene que existir alguien que salga primero, alguien que salga segundo, alguien que salga tercero, que pueda completar el podio, pero lo realmente importante que nos llevamos es el aprendizaje de poder estar acá, sabiendo que estamos a la altura de los mejores del mundo”, valoró.
Leiton no ocultó la emoción por competir en el lugar donde nació la disciplina, lugar al que no todos llegan. “Vinimos a la cuna del jiu-jitsu, estar en un podio tan cerca de poder haber ganado un mundial es muy importante no solamente para mí en lo personal, sino también para el deporte argentino y el de mi provincia”, enfatizó.
El viaje fugaz cerró con el tercer puesto el domingo en el sudamericano, donde ganó dos luchas y cayó en la semifinal por una descalificación. De todas maneras, el balance finalizó con la satisfacción de haber cumplido con los objetivos propuestos, dejando en alto la doble bandera y de mostrarle a los rivales el buen nivel que sale desde la Patagonia. “Estamos muy contentos, el sábado descansamos un poco, y el domingo activamos de nuevo con las competencias, con las luchas, y el día lunes volvimos a Neuquén”, cerró Leiton, destacando una experiencia que quedará marcada en su carrera y en el crecimiento del jiu-jitsu neuquino.
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