Lucas Castro Maña logró dos títulos en el último certamen del que participó en Buenos Aires.
Del banco al tatami y del tatami a coronarse en uno de los torneos más importantes de Jiu-Jitsu a nivel internacional. Además de cumplir con su jornada laboral como bancario neuquino, es un atleta de alto rendimiento de artes marciales y representó a la región de gran manera en Buenos Aires a fines de julio.
“El campeonato en el cual yo estuve se llama AJP Tour, que es originalmente de Abu Dhabi, es un circuito mundial, donde son torneos de jiu-jitsu brasileño”, contó a LMNeuquén.
El pasado 26 de julio se cumplió la fecha del AJP Tour que reunió a atletas de distintas partes del mundo. Allí el neuquino se enfrentó al lituano Konstantin Moksin en dos modalidades. “Me tocó luchar dos veces, una con kimono y sin kimono, con un muchacho de Lituania, país que no conocía hasta que fui al torneo. Por suerte las dos victorias, las pude tener consagrándome campeón en las dos modalidades”, comentó.
Las victorias ante su par europeo no son casualidad, ya que Lucas viene dedicándole al deporte mucho tiempo, con constancia y disciplina. “Vengo entrenando y compitiendo desde el 2017, siempre en torneos en Buenos Aires, en la Confederación Argentina, estuve en Copa Podio. Este es uno de los torneos de los más importantes del mundo prácticamente y es en el que tenía ganas de competir antes de ir a Brasil, que es el próximo objetivo”, repasó sobre su trayectoria.
Bancario, papá y deportista
En su día a día conviven el entrenamiento en el tatami o en el gimnasio, su familia y el trabajo en horario administrativo. “A la mañana trabajo, me levanto a las seis de la mañana, salgo de trabajar a las tres. Tengo dos hijos, que también hacen sus actividades. Voy dos veces a la semana, cuatro horas, hago una clase sin kimono y otra clase con kimono, y los otros días que me quedan libres voy al gimnasio, así que prácticamente todos los días estoy entrenando”, detalló Lucas acerca de su rutina.
Para su suerte, la competencia se centró un sábado en Capital Federal. Una vez en clima de torneo, el atleta de 39 años se encontró con la lituano como único contrincante y allí hubo que pactar la lucha. “Uno se anota en base a la edad, el peso y el cinturón que lleva puesto. Yo soy cinturón violeta, ya a 4 grados, con un peso hasta 85 kilos y de edad hasta 40 años. En este caso Estuvo anotado en mi llave solamente el chico de Lituania entonces es como que se pacta la lucha con kimono y sin kimono a puntos, o a someter al otro”, explicó.
Con dos combates por delante, uno en cada modalidad, el neuquino fue el mejor y salió victorioso. “Por suerte en la que fue con kimono, estuvo ahí medio ajustado el resultado, saqué un 4 a 0 y sin kimono hice un buen resultado sacando 14 a 0, los dos por puntos”, afirmó.
Cada combate tuvo sus momentos producto de lo que significa subir al tatami con o sin kimono. “Lo que tiene el kimono es que por ahí es más pausado, porque tenés más agarres, es un control diferente, es más lento, tenés diferentes sumisiones, ya que podés usar el kimono. Podés triangular con el mismo. En cambio, sin kimono es algo más real, se usa por ahí un pantalón corto, algunos luchan en cuero, y la transpiración hace que sea mucho más dinámico y más difícil someter a otra persona”, describió.
Su llegada al jiu-jitsu
Antes de ser parte de esta arte marcial, Lucas se dedicó a otro deporte de combate. “Arranqué y estuve ocho años con King Boxing, una modalidad donde se hacen patadas y piñas. Es como el boxeo, nada más que se le agregan patadas. Tuve algunas competencias y me pareció, a nivel entrenamiento, buenísimo, pero no me parecía tan pensante, era como que llevaba patrones muy similares”, repasó.
En la búsqueda de otra disciplina de cuerpo a cuerpo, se encontró con una que requería de mayor análisis y estrategia. “Cuando conocí el jiu-jitsu, me di cuenta que es muy pensante, que cada uno hace su juego, es prácticamente un ajedrez en el cual una persona con mucha menos fuerza que otra puede someter a otra. La verdad que me impactó mucho y empecé a estudiarlo y a entrenar. Ya llevo ocho o nueve años de disciplina”, afirmó.
La Academia de Fernando Beroisa, cuna de campeones
Lucas Castro Maña, es uno de los atletas que entrena en Alderete y Santa Fe de Neuquén Capital. “Pertenezco a la academia de Fernando Beroisa, FBFT. Hoy por hoy es una academia donde tenemos muchos competidores. Hace dos meses estuvieron compitiendo en Brasil y se trajeron un par de medallas de oro”, reconoció sobre sus compañeros.
De hecho, el cinturón violeta no fue el único representante en Buenos Aires. Allí estuvo con dos compañeros que también tuvieron buenos resultados. “En cada torneo importante que hay, siempre tratamos de que algún atleta participe. En este caso, fui con el multimedallista Joaquín Burgos, campeón de judo. También con Jero Poblete, un chico de cinturón blanco que también viene participando en casi todos los torneos que hay”, describió.
“Joaquín Burgos salió campeón en la categoría sin kimono y con kimono salió segundo. Jero Poblete salió tercero en las dos categorías, así que pudo ser podio también”, contó Lucas sobre los logros de sus compañeros.
Por lo pronto, torneos zonales hay en el calendario pero no son los preferidos para él. “Hay dos torneos ahora, uno en Neuquén el mes que viene, pero yo en torneos de acá no participo, es por una cuestión de que los chicos los conozco a todos, y sería como una lucha de amigos, entonces siento que no es una forma de medirme”, explicó.
Más allá de no sumarse a la competencia, no significa que acompañe a sus amigos y compañeros de la academia que recién están fogueándose en los torneos: “si quiero luchar, lo llamo y luchamos a puertas cerradas en la academia. No me parece alguna competencia o algún objetivo. Pero sí, muchos de los chicos que recién arrancan van a competir acá. En Roca, en octubre me parece que hay otro. Así que tenemos dos acá cerquita que vamos a acompañar a los chicos”.
Lo que viene
Con su consagración, el neuquino ya piensa en una nueva contienda internacional en Brasil el próximo año. Si bien falta, no hay descanso luego de haber vencido al lituano. “Lo ideal sería el año que viene (Brasil), me quiero preparar bien, aparte es plata, obviamente, y hay que ir por ella. Volví el lunes y el martes ya estaba en la academia entrenando. El lunes llegué y el martes a las 7 y media de la tarde ya estaba entrenando hasta las 11 de la noche”, recordó.
“Es un arte en el que no escatimamos porque es muy avanzado y la verdad que día a día hay muchos competidores y hay que estar preparado siempre”, concluyó.
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