El gobierno de los Estados Unidos extraditó ayer a Alemania a un ex guardia de un campo de concentración nazi, informó el Departamento de Justicia norteamericano.
Se trata de Friedrich Karl Berger, de 95 años, quien llegó a Frankfurt en un avión de transporte médico y fue entregado a la Oficina Regional de Investigación Criminal para que lo interrogue la Fiscalía en la ciudad de Celle, que lo acusa de complicidad en asesinato.
Según las autoridades estadounidenses, Berger confesó haber vigilado a prisioneros como guardia en un centro ubicado en Meppen, estado de Baja Sajonia, que dependía del campo de concentración de Neuengamme, en Hamburgo.
El nazi vivía en el estado de Tennessee y en febrero del año pasado un juez estadounidense había ordenado su expulsión. Berger apeló y en noviembre le fue rechazado el recurso. “Su deportación demuestra el compromiso del Departamento de Justicia y de las autoridades de asegurarse de que Estados Unidos no es un sitio seguro para quienes participaron de crímenes nazis contra la humanidad y otros abusos a los derechos humanos”, dijo el fiscal general interino Monty Wilkinson.
La sentencia de febrero de 2020 estableció que en esa dependencia del campo de concentración estuvieron detenidos, entre otros, judíos polacos, rusos, daneses, holandeses, franceses y también hubo presos políticos.
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