Receta: ¿Cómo preparar unos deliciosos ravioles fritos?
Una receta simple y rendidora que convierte a los clásicos ravioles en una picada irresistible, crocante por fuera y tierna por dentro.
Los ravioles son parte del ADN de la mesa argentina. Desde las pastas caseras de domingo hasta los paquetes listos del supermercado, forman parte de la rutina familiar. Pero en los últimos años, un nuevo modo de prepararlos se abrió camino: los ravioles fritos. Una receta sencilla, ideal para compartir en reuniones, que transforma un plato principal en una entrada o picada llena de sabor.
La técnica, de origen ítalo-estadounidense, llegó a nuestro país por la vía de la cocina hogareña y los bares de picadas. El resultado es un bocado que sorprende: crocante por fuera, suave por dentro, con un relleno que mantiene su identidad y una cubierta dorada que invita a repetir.
Ingredientes al alcance de todos
Para preparar ravioles fritos no se necesita nada complicado. Lo esencial son los ravioles —pueden ser de verdura, jamón y queso, ricota o carne—, un poco de harina, huevo batido, pan rallado y aceite para freír. Quien quiera darle un toque extra puede sumar condimentos a la mezcla del rebozado: ajo en polvo, orégano, pimentón o queso rallado.
La receta también admite creatividad: algunos los prefieren sin empanar, fritos directamente; otros los pasan primero por harina y luego por panko para lograr un crujido más marcado. En todos los casos, se recomienda usar ravioles frescos, no hervidos previamente, para evitar que se abran en la fritura.
Paso a paso: del paquete a la picada
-
Preparar tres bowls: uno con harina, otro con huevo batido y un tercero con pan rallado.
Pasar cada raviol primero por harina, luego por huevo y finalmente por pan rallado.
Calentar abundante aceite en una sartén o cacerola a temperatura media-alta.
Freír los ravioles hasta que estén dorados y crujientes, aproximadamente un minuto por lado.
Retirarlos con espumadera y colocarlos sobre papel absorbente.
Se pueden acompañar con salsas frías o calientes: una marinara de tomate, una mayonesa con ajo, una salsa criolla o incluso un clásico chimichurri.
Un plato que se adapta a cualquier ocasión
Los ravioles fritos se han convertido en un hit de cumpleaños, reuniones con amigos y previas de partidos de fútbol. Funcionan como entrada, como plato principal con una ensalada fresca o como tentempié de medianoche.
En restaurantes de picadas o cervecerías ya aparecen como opción en carta, confirmando que este giro en la forma de cocinar pastas se instaló en la gastronomía urbana.
Una receta con espíritu argentino
Más allá de su origen externo, los ravioles fritos encontraron un lugar propio en la cocina local. Porque en Argentina, donde la pasta es parte del repertorio cotidiano, animarse a freírlos es casi un gesto natural: darles una vuelta, hacerlos más festivos, más cercanos a la picada y al compartir.
En definitiva, se trata de transformar lo conocido en algo nuevo sin perder la esencia. Una receta que rinde, gusta a grandes y chicos, y que confirma que en la cocina argentina siempre hay espacio para la reinvención.
Te puede interesar...
Leé más
Deliciosas milanesas de merluza crujientes para hacer en casa
-
TAGS
- El Comedor
- receta
Noticias relacionadas
Dejá tu comentario