La política nacional se desangra en escándalos. En Neuquén, Figueroa, Corroza y Ousset intentarán convertir esa crisis en una ventaja.
El pueblo argentino se ha dispuesto, con una mezcla de resignación y valentía, a aceptar la idea impuesta por Javier Milei en su constante prédica libertaria: la necesidad de un sacrificio. Ese sacrificio se traduce en un ajuste brutal, pocas veces visto, que limita la capacidad de consumo de la sociedad, pero que persigue un objetivo claro: alcanzar la estabilidad macroeconómica luego de décadas de descontrol.
Sin embargo, quien pide sacrificios debe predicar con el ejemplo. Austeridad, transparencia y coherencia son valores que los líderes políticos deberían exhibir cuando recortan ingresos a quienes menos tienen. Pero la realidad muestra otra cara: tras el polémico autoaumento de los sueldos de los senadores nacionales a 10,2 millones de pesos mensuales (más gastos de bloque), mientras la jubilación mínima es de 384 mil pesos, la ciudadanía observa con indignación cómo el establishment político persiste en viejas prácticas a costas de la ciudadanía. Paradójicamente, esto termina reforzando la prédica de Milei, que busca mayorías en el Congreso para frenar estos y otros excesos del poder. El problema es que, cuando los reflectores apuntaban hacia la corrupción del peronismo y la oposición a Milei, lo inesperado sucedió: un escándalo de proporciones estalló dentro del propio gobierno libertario, revelando un multimillonario esquema de corrupción. ¿Qué legitimidad conservan entonces quienes dicen representar a los argentinos en el plano nacional?
A veinte meses del cambio de gobierno, la recuperación económica aún no se percibe con claridad. Algunos indicadores muestran mejoras, otros retrocesos. La inflación —el talón de Aquiles de décadas de gobiernos— se convirtió en el mayor logro de Milei, al pasar de un 25% mensual en diciembre de 2023 (y en ascenso) a apenas 1,9% en julio de 2025. También el Estimador Mensual de Actiidad Económica (EMAE) ofreció señales alentadoras, con un crecimiento interanual del 6,4%. Aunque en los últimos dos meses esa tendencia se frenó, con leves caídas, como la de julio (-0,7% respecto de junio).
En paralelo, los costos sociales son evidentes: la desocupación subió del 5,7% en 2023 al 7,9% actual, y los salarios reales se deterioraron significativamente: trabajadores privados -2%, privados no registrados -17%, jubilados -13%, empleados públicos -19%.
Lo único que parece sostener hoy a la economía nacional es el motor neuquino: Vaca Muerta. Su aporte es estratégico, porque reduce importaciones, fortalece la balanza comercial, garantiza energía a costos competitivos y, al mismo tiempo, genera el ingreso de dólares que la economía nacional desespera por conseguir.
Escenario
Volviendo a lo político ¿Como afectarán estos sucesos a la intención de voto en las elecciones legislativas de octubre en Neuquén?
La decisión del voto puede estar definida por una multiplicidad de factores. A veces no se vota a favor de un candidato en particular, sino a aquel que tenga mayor posibilidad de vencer al candidato que no se quiere que llegue, como sucedió en contra de Sergio Massa y a favor de Milei en 2023.
Otras veces se vota un proyecto político y económico, gobernabilidad, o incluso pertenencia a los símbolos e ideologías que representan los partidos que conducen a los candidatos.
Pero sin dudas también, se vota la legitimidad de quien ostenta el poder. Es un escrutiño respecto de las verdaderas intenciones que han llevado a los distintos representantes a ocupar cargos representativos en el pasado o en la actualidad. ¿Están allí para mejorar la vida de los ciudadanos que los votan, o están para robar?
En Neuquén, con una sociedad cansada de los abusos del poder, esta premisa fue una de las que terminó por liquidar al MPN en las urnas en 2023, embarrado por casos como el de los planes sociales que aún esta en proceso de juzgamiento.
Corrupción e imagen
Hasta el momento Rolando Figueroa ha tenido que atravesar una sola crisis política que puso en duda la transparencia en el manejo de los fondos públicos, con el resonante caso de la vice gobernadora destituida, Gloria Ruiz y su entorno, sobre el cual se cree, que se tejía una red de gastos irregulares y desvíos de fondos asombrosamente desprolijos y evidentes, pero que no afectó la imagen del Gobernador por no existir conexión alguna con el poder ejecutivo, quien además alentó la investigación a fondo del caso en el BPN y en la justicia.
En el caso de Javier Milei, este no es el primer caso de corrupción por el que se lo sospecha a el y a su entorno. Primero fue la estafa con la criptomoneda Libra que el propio Milei promocionaba. En segundo lugar, las valijas provenientes de Estados Unidos que lograron eludir los controles aduaneros y que estarían vinculadas a un allegado al gobierno, Leonardo Scatturice. En tercer término, la contratación por parte del Banco Nación de una empresa ligada a la familia del presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem.
Y a esto se suma la reciente filtración de un audio del director de la Agencia Nacional de Discapacidad, Diego Spagnuolo, donde relata cómo Eduardo “Lule” Menem —mano derecha de Karina Milei— habría colocado personas de su confianza con el objetivo de obtener multimillonarios retornos de laboratorios a través de contratos inflados.
En el peor de los escenarios, Milei es partícipe de los casos de corrupción que salpican a su gobierno. En el mejor, no lo es, pero muestra una incapacidad alarmante para controlar a un entorno desbordado. Como advertía Nicolás Maquiavelo en El Príncipe: “El primer método para estimar la inteligencia de un gobernante es observar a los hombres que lo rodean.”
Aunque las encuestas todavía no lograrán reflejar con precisión el impacto de los escándalos de corrupción y desprolijidades que atraviesan a todos los partidos políticos en el Congreso, es difícil pensar que estos episodios no terminen condicionando la intención de voto en octubre. En ese terreno incierto, La Neuquinidad de Rolando Figueroa aparece mejor posicionada, especialmente si se piensa en la reelección del 2027.
En un escenario donde la legitimidad se convierte en la vara más importante para evaluar a los dirigentes, es probable que en Neuquén se busque en sus propios liderazgos una respuesta más confiable que la que ofrece la política nacional. Y mientras Milei intenta sostener su relato de sacrificio en medio de las sospechas, Figueroa y su equipo tienen la oportunidad de capitalizar los recientes escándalos de corrupción, para mostrarse como la alternativa más sólida frente a un electorado cansado de escándalos y promesas incumplidas.
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