"La tuvimos que velar a cajón cerrado", el drama de la familia de Elizabeth Martínez, atropellada en Ruta 7
La joven que provocó el accidente vial sigue libre. "La impunidad con la que se maneja es una provocación constante", aseguraron desde Estrellas Amarillas.
"Nosotros perdimos una madre, esposa, hija, hermana, sobrina, nieta, amiga y vecina. ¿De qué mierda nos sirve la plata? Yo quiero a mi mamá. Tuvimos que velarla a cajón cerrado. No pudimos ni siquiera darle un beso o verla por última vez. Quiero justicia por Elizabeth Martínez, mi mamá". Con esa frase desgarradora, Ángela Zúñiga, hija de la víctima, expuso el dolor insoportable que atraviesa una familia que lo perdió todo en segundos. Del otro lado, una mujer con antecedentes viales, que atropelló, huyó y sigue libre
Mientras tanto, Centenario se llena de bronca, impotencia e indignación. La ciudad habla de lo mismo: una muerte injusta, una conducta provocadora y una justicia que parece llegar siempre tarde. Las redes sociales están inundadas de publicaciones que claman por una respuesta. No es solo un pedido de condena: es un grito desesperado que pide respeto, memoria y seguridad.
Viviana Huichaqueo, referente de la organización Estrellas Amarillas de Centenario, fue contundente en declaraciones a LU5: “Desde el primer momento pedimos que esta mujer quedara detenida. La impunidad con la que se maneja es una provocación constante”. Y agregó que no se trata solo de lo que hizo, sino de cómo lo sigue haciendo: “El día antes de la marcha, faltó que se sumara con un mate. Esa es la burla. Está todo el tiempo provocando”.
La mujer señalada por el homicidio culposo agravado de Elizabeth Martínez no solo conducía sin autorización. Ya había protagonizado un siniestro vial anterior. Tenía el carnet retenido. Aun así, el fin de semana posterior al crimen fue interceptada como acompañante en un control de tránsito, alcoholizada, junto a otro conductor en condiciones similares. Los vecinos, hartos, la identificaron y la golpearon. La indignación se transformó en caos.
La conductora acusada atropelló y mató con su auto a Elizabeth "Ligia" Martínez, cuando la víctima iba a bordo de una motocicleta, por Ruta 7, el pasado 1° de agosto.
“Lo que más duele es que Ligia -como todos conocían a Elizabeth- fue una de las primeras personas que nos pidió hacer campañas de prevención cuando se habilitó ese cruce peligroso. Ella pedía que los chicos crucen por el semáforo. Y ahí, en ese lugar que consideraba seguro, perdió la vida”, recuerda Viviana con dolor.
Los familiares de Elizabeth no logran levantarse. Están muy shockeados. Apenas están empezando a moverse por la vía legal. "Recién hace 48 horas decidieron tener un abogado. Están rotos. Les cuesta el día a día. Lo hacen por el hijo de Elizabeth, un adolescente con autismo que todavía pasa hasta seis veces por día por el lugar donde murió su mamá. Y ella no vuelve", narró Huichaqueo.
El reclamo se siente fuerte en las calles
Desde Estrellas Amarillas lamentaron el rumbo que está tomando el caso, pero confían en que el reclamo y la lucha que no se abandona en las calles llegue donde tiene que llegar para que la justicia honre con hechos los derechos de las víctimas.
La acusan de provocadora, en redes
Pero hay más. Advirtieron que la agresora continúa exponiéndose en redes sociales como si nada hubiese pasado. "Publica con total impunidad. Habla de que ‘ya pagó’. ¿Pagó qué? Si todavía no hay resolución. Ni siquiera se terminaron las pericias mecánicas. Y eso, para la familia, es una puñalada más", subrayó Viviana.
Contra la provocación, se advierten algunas soluciones intermedias que podrían ofrecer algo de consuelo a la familia Martínez, como que le cierren las cuentas a la responsable acusada y otras medidas cautelares menos gravosas que la prisión preventiva: encierro en su casa con una tobillera electrónica.
Lo que está sucediendo en Centenario ya pasó de ser un caso judicial. Es una herida abierta en una comunidad que se siente burlada, expuesta y desprotegida. "Somos un pueblo todavía, aunque hayamos crecido. Nos conocemos. Elizabeth era de todos. Y ver que su vida vale tan poco para la justicia, para esta mujer que sigue paseando, saliendo de boliches, publicando como si no hubiese matado a nadie... eso no lo podemos tolerar", reclamó la referente de Estrellas Amarillas.
El caso también revela una falla estructural: una mujer con antecedentes viales, inhabilitada para conducir, que había protagonizado un siniestro previo donde su propio hijo resultó herido. Según consta en la causa, ni siquiera podía manejar un monopatín eléctrico. Aun así, volvía a circular en vehículos, y en condiciones deplorables.
"Cada fin de semana aparece una provocación nueva. No toma dimensión de lo que hizo. Está fuera de sí, alcoholizada, agresiva con inspectores de tránsito y policías. Esta situación se ha vuelto peligrosa, no solo para ella, sino para todos. La justicia tiene que actuar antes de que esto escale más", advirtió Viviana Huichaqueo.
Las marchas seguirán. Los pedidos de justicia también. La familia de Elizabeth no quiere venganza, quiere dignidad. Quiere que su muerte no quede impune. Que su nombre no sea solo una foto en una pancarta. Quiere paz. Pero sobre todo, quiere algo que nadie les puede devolver: a Elizabeth.
Y mientras tanto, la pregunta sigue flotando en el aire, cargada de furia y tristeza: ¿Cuánto se hará Justicia por Ligia y su familia atravesada por el dolor?
El fin de Ligia: cómo fue el accidente
El 1 de agosto, alrededor del mediodía, la víctima circulaba en moto con semáforo habilitado sobre la Ruta 7 cuando fue embestida por un Volkswagen Vento. La conductora cruzó en rojo, la atropelló y huyó del lugar sin asistirla. Elizabeth murió en el acto.
La fiscal Guadalupe Inaudi la imputó por homicidio culposo agravado, al considerar que manejaba sin habilitación, con imprudencia, desobedeciendo la señalización semafórica y escapando tras el impacto. El juez Raúl Aufranc dispuso como medidas cautelares que no pueda conducir ningún vehículo y que cumpla presentaciones semanales durante seis meses.
La investigación también reveló que en 2024 la misma mujer había protagonizado otro siniestro vial, en el que su hijo de un año sufrió graves lesiones en la cabeza tras un choque en el que ella conducía bajo los efectos del alcohol.
El caso continúa bajo investigación judicial, pero ahora el escenario se vio sacudido por este episodio de linchamiento que expone la tensión social que generó la muerte de Elizabeth Martínez en Centenario.
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