Ricardo Soiza, su última palabra: "Nunca tuve un expediente de planes sociales, mi rol era político"
El exfuncionario, acusado de asociación ilícita y fraude, negó vínculos con la administración y acusó a los arrepentidos de mentir para mejorar su situación.
En sus últimas palabras ante el tribunal integrado por Juan Manuel Kees, Luciano Hermosilla y Juan Guaita, Ricardo Soiza buscó despegarse de las acusaciones en la causa por los planes sociales, admiración fraudulenta en carácter de jefe y asociación ilícita.
“Me quedaron pendientes, la relación con la administración era bastante poco, no tenía relación. Nunca tuve un expediente de planes sociales y lo que siempre certifiqué fue la declaración jurada y los recibos de cheques, pero jamás vi los expedientes”, señaló Soiza, que tenía la oficina en la calle Rivadavia 44 de Neuquén, donde funcionaba esa dependencia, donde asistían referentes, punteros y organizaciones sociales para gestionar planes sociales.
Rechazó los dichos de una arrepentida, cuyo nombre no se puede divulgar por decisión del tribual, pero que ha sido publicado con anterioridad a lo largo de estos años. En concreto, era una mujer que trabajaba en la oficina y que hacía extracciones en los cajeros automáticos. Y que cuando se dio cuenta de que la seguían y filmaban (era la policía de investigaciones) fue a contarle a Pablo Sanz.
Según el relato de esa testigo, dijo que Soiza bajó desde su oficina y se dirigió directamente ella: "Vos no vas más al cajero". Desde ese momento, el clima se tornó difícil en esa oficina, porque ya sabían que se venía una causa penal. “Ese día no le dije nada, jamás. Y me enteré de esto cuando subí a la oficina”, indicó Soiza.
Planes sociales: Soiza enojado por un gesto del fiscal Pablo Vignaroli
Sobre la conversación con su hijo Nicolás, ventilada en una escucha telefónica, donde el dice que "no se les ocurra ir ni en pedo al cajero" y la existencia de un bono de 45 mil pesos, Soiza aclaró. “Él habla de un bono de gas de 45 mil pesos para los comedores”, indicó el exfuncionario, quien además es dueño del restaurante El Faraón, que se señala en la investigación como el punto de encuentro de los empleados, alguna vez para coordinar las extracciones en los cajeros automáticos.
También criticó al fiscal Pablo Vignaroli, durante el alegato de clausura del Ministerio Público Fiscal, cunado se refirió a la situación social y la intervención con los planes para descomprimir los conflictos. "Levantaba las manos, burlándose de la ‘paz social’. Me pareció de mal gusto”, dijo.
Soiza negó haber firmado documentación paralela, como esos listados de beneficiarios “Nunca firmé un listado paralelo, y mi firma no era la mía… y sostengo que los arrepentidos fueron unos mentirosos y sinvergüenzas, porque después me enteré cómo habían mejorado su situación de vida”, dijo.
El exfuncionario admitió haber entregado cheques a los referentes de grupos que ejercían presión, y que de alguna manera eran un escollo para el gobierno. “Si entregué los cheques a los grupos que eran complicados, la función mía era política, no manejo la administración, siempre fui colaborador de los grandes gobernadores de la provincia. Se me puede haber escapado algo, seguramente, pero nunca tuve una llamada de atención de nadie”, cerró.
La prisión domiciliaria
El abogado Alfredo Cury pidió la absolución de Ricardo Soiza de los delitos que le imputó la Fiscalía. Todo indica que es el máximo responsable de las acusaciones y con más de 70 años, y con una enfermedad a cuestas, cumplirá una posible condena en la casa.
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