La consultora Vectorial advierte que el incremento del precio del billete norteamericano de los últimos días del mes no tuvo tiempo para pasar a precio dentro del mismo período.
El índice de inflación de julio, que se conocerá este 13 de agosto, no va a reflejar el impacto total de la suba del precio del dólar de las últimas semanas, plantean algunos analistas. “Es más probable que el impacto se manifieste en el mes de agosto, cuyo índice será publicado a mitad de septiembre”, señaló la consultora Vectorial en su último reporte.
De acuerdo con estimaciones privadas, el IPC del mes pasado estaría orillando el 2%, con un incremento significativo en el rubro de entretenimiento debido a las vacaciones de invierno. El IPC de la Ciudad de Buenos Aires marcó un incremento del 2,5%
Al respecto, el estudio indica que “lo más importante aún, la duda que aparece es si a partir de este mes se abandona un sendero de inflación que tendía al 1%/1,5% para ubicarse por encima del 2% o 2,5%”.
En cuanto a la devaluación de julio señala que “es probable que, dados los efectos contrapuestos entre la macro y la micro, el traslado a precios ocurra, pero de manera lenta y prolongada”. “En julio se produjo la mayor devaluación del peso desde el sinceramiento cambiario de diciembre de 2023, apenas iniciado el actual gobierno”, explica Vectorial.
Al respecto, el estudio planea que “la pregunta que hoy se impone es si la suba del dólar en julio se trasladará a precios y, de ser así, con qué intensidad”. “El equipo económico intenta calmar expectativas sosteniendo que el equilibrio fiscal y monetario limita el impacto inflacionario. Sin embargo, estos ‘equilibrios’ conviven con una economía de bajo nivel de actividad y con ingresos deprimidos”, dice el estudio.
Una economía con señales contradictorias
Vectorial considera que el análisis exclusivamente “macro” resulta “insuficiente para entender la situación actual”. “En otros contextos, los indicadores macroeconómicos permitían anticipar mejor el traslado a precios tras una devaluación, pero hoy no es el caso”, explica el trabajo.
Dice que “la macro ofrece señales contrapuestas”. “A una demanda agregada contenida y que no reacciona, se le agrega una capacidad ociosa de la industria manufacturera elevada. Estos dos factores, al menos en teoría, contendrían el eventual impacto en el IPC”, explica Vectorial.
Pero señala que “la apertura importadora podría tener el efecto contrario al esperado y promover un traslado a precios automático”.
“A la vez, si se continúa utilizando la tasa de interés para contener al dólar, el impacto en préstamos al consumo y productivos se verían retraídos. Para las empresas, el aumento de la tasa de interés genera un mayor costo del capital de trabajo, lo que las obliga a aumentar precios, reducir márgenes o una combinación de ambas”, advierte Vectorial.
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