Un narco zafó de ir preso, pero se quedó sin el auto que usaba para hacer delivery de drogas
Es oriundo de Centenario y lo atraparon con estupefacientes en dos oportunidades. Como es sostén de su grupo familiar, pudo acceder a la prisión domiciliaria.
Un narco de Centenario no irá a la cárcel pero se quedó sin un Fiat Cronos que utilizaba para hacer delivery de drogas. El hombre, de oficios carnicero y albañil, pudo acceder al beneficio de la prisión domiciliaria debido a que es el principal sostén de su familia.
El acusado, identificado como Alejandro Santiago Herrera, de 41 años, fue investigado por el Departamento Antinarcóticos de la Policía neuquina. Uno de los operativos se desplegó el 25 de marzo de 2022 en un domicilio del barrio Bella Vista de Centenario, donde se encontraron marihuana y cocaína distribuidas en distintos envoltorios. La requisa incluyó un auto Fiat Cronos, donde también fueron hallados estupefacientes. Además, fueron secuestradas una tumbera y una escopeta calibre 16.
Herrera arrastraba otro antecedente por narcotráfico cuando en un operativo preventivo en calle Chaneton, en esta capital, fue interceptado por personal policial y se concretó una inspección con una perra detectora de drogas. El resultado fue positivo y se incautó un kilo de marihuana oculto entre los asientos del conductor y el acompañante de un Chevrolet Corsa.
Tras los procedimientos, Herrera enfrentó una acusación por los delitos de tenencia de estupefacientes con fines de comercialización y tenencia ilegítima de arma de guerra de uso prohibido.
Aceptó su responsabilidad
Asistido por la defensa pública, el acusado aceptó su responsabilidad por los hechos que le atribuyeron. Sin embargo, resaltó que era el principal sostén de su familia y que en la actualidad se encontraba trabajando en la construcción. De manera paralela, mostró su disposición a culminar sus estudios secundarios.
A la hora de enumerar las pruebas en contra de Herrera, la fiscalía recordó los mensajes de WhatsApp, que lo vinculaban a un posible proveedor de drogas. Por otro lado, las escuchas telefónicas revelaron varios pedidos de estupefacientes por parte de su clientela: “Hola Ale, che me quedé corto, una milonga, ¿puede ser?”, le requirió uno de sus fieles clientes.
Frente a la descripción de los hechos, la fiscalía consideró que Herrera debe cumplir un castigo de cinco años de prisión en modalidad domiciliaria.
La parte acusadora evaluó como atenuantes la ausencia de antecedentes por parte del hombre de Centenario y principalmente que es sostén de sus hijos. De esta forma, apuntó que se le deberá colocar una tobillera electrónica para su seguimiento y que lo controlarán periódicamente para comprobar que se encuentra en su lugar de trabajo.
En cuanto al auto de Herrera, la fiscalía requirió su decomiso.
La defensora del condenado no puso objeciones a las pretensiones de la fiscalía y el hombre con domicilio en Centenario también ratificó lo acordado.
Otro hombre juzgado fue considerado partícipe
Durante el mismo proceso, fue juzgado otro hombre, que fue considerado partícipe secundario del delito de tráfico de estupefacientes en la modalidad de tenencia con fines de comercialización y recibió un castigo de tipo condicional por el plazo de tres años.
El juicio abreviado fue presidido por un integrante del Tribunal Oral Federal de esta capital (TOF), que se limitó a homologar la propuesta de las partes.
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