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Una bolsa de $250 millones para las Pymes

La decisión del gobierno nacional de exigir a los bancos que presten a las pequeñas y medianas empresas el 5% de sus depósitos hará que en Neuquén se destine ese monto al crédito. Desde los bancos y SGR aseguran que hay más movimiento y que esta política repercutirá sobre todo en las entidades privadas.

Por Ernesto Nimcowicz
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La decisión de la presidenta Cristina Kirchner, de que los bancos destinen un 5% del total de los depósitos a préstamos para las Pymes con una tasa de interés que no supere el 15%, ya empezó a despertar el interés de muchas firmas por acceder a los créditos.
En Neuquén, el año pasado los depósitos totalizaron $5.000 millones, de los cuales $1.500 correspondieron a la banca pública y $3.500 millones a la privada. Con la nueva norma, las entidades deberían garantizar préstamos a las Pymes por alrededor de $250 millones en la provincia.
A nivel nacional, en tanto, el sistema bancario deberá otorgar $14.874 millones en créditos para inversiones productivas.
Sin embargo, a la hora de analizar los préstamos del sistema (los cuales totalizaron $3.400 millones), casi un 55% se destinó a financiar consumo y sólo un 10% fue a préstamos a la industria manufacturera, según un relevamiento del sistema financiero realizado por la consultora Economía & Regiones. En tanto, el sector servicios se llevó un 17% de los préstamos.
Los 31 bancos públicos y privados involucrados en el nuevo programa deberán ofrecer una tasa fija del 15 por ciento por un plazo mínimo de tres años. Al Santander Río, la entidad privada que más créditos deberá colocar, le corresponden 1.402 millones de pesos. Detrás de la firma, los bancos que más tendrán que moverse son el Galicia (colocará 1.348 millones de pesos), el BBVA Francés (1.189 millones), el Macro (991 millones), el HSBC (804 millones) y el Patagonia y el Citibank (550 millones cada uno). Por su parte, el Credicoop, uno de los bancos que según el BCRA ya otorga el tipo de créditos exigido, tendrá que prestar 785 millones de pesos. La lista de bancos privados obligados a prestar la completan el Standard, Supervielle, Itaú y Comafi.
Rolando Ortega, gerente de la sucursal Neuquén del Credicoop, explicó a E&E que “para nosotros el tema no es nuevo ya que el 60% de los préstamos está orientado a las Pymes. Estamos de acuerdo con la nueva medida y de hecho el diputado nacional Carlos Heller, presidente del Credicoop, presentó un proyecto para declarar a las entidades bancarias como servicio público”.
Además, Ortega explicó, el banco tenía línea de crédito para Pymes al 14,90% y otras a través de SGR (Sociedades de Garantías Recíprocas), fondos de la Sepyme, o el Centro Pyme Adeneu de Neuquén.
Para el Ejecutivo, el nuevo escenario que se abre por un lado es auspicioso, aunque no deja de reconocer que también implicará un riesgo para una entidad como el Credicoop, ya que ahora tendrán más competencia en los créditos a Pymes por parte de bancos que hasta ahora no se focalizaban en ese segmento. 


Un multiplicador del crédito a las Pymes
Por su parte, Juan Pablo Morgentaler, asesor financiero del Centro Pyme Adeneu, recordó que el organismo que depende del Ministerio de Desarrollo Territorial ya viene trabajando con una amplia cartera de préstamos para Pymes a tasas muchas veces por debajo del 15 por ciento. Si bien el Centro Pyme no ofrece directamente los créditos actúa de enlace con las pequeñas y medianas empresas.  Para ello, tiene acuerdos con varias entidades como el Banco Nación, el BPN y también a nivel nacional con la Sepyme.
De todas formas, desde el organismo entienden que en materia de créditos para Pymes una gran palanca la constituirá la formación de SGR. “Estamos tratando de empujar una sociedad de este tipo para aquellas empresas que no están bancarizadas. Por ejemplo, se podría armar para las empresas de servicios petroleros que carecen de garantías adecuadas, con lo cual los préstamos bancarios a los que acceden serían más bajos”, indicó Morgentaler.
La SGR funciona con socios protectores que suelen ser grandes empresas y que aportan al fondo de riesgo y median con las entidades financieras. Se estima que el monto aportado se puede prestar hasta cuatro veces y cada Pyme debería recibir como máximo hasta un 5% del fondo para mantener acotado el riesgo.A las Pymes se les pide una contragarantía por si no pagan a la SGR el crédito solicitado. Además, las SGR aceptan garantías que un banco no aceptaría como hipotecas de segundo grado, hipotecas sobre una planta industrial, o un contrato.
En caso de incumplimiento, la SGR cuenta con un fondo de riesgo lo cual le permite asegurar la operatoria.
En tanto, para las Pymes que necesitan un crédito, se trata de una herramienta donde hay un conocimiento regional del negocio, lo cual implica un menor riesgo para la entidad que está prestando los fondos. Además, para muchas empresas el problema no siempre es la tasa. Muchas veces son las garantías que les exigen. “Si lo hace directo con un banco le piden un 150% de aforo mientras que si fuera con una SGR bajaría al 100%”, graficó Morgentaler.
Según el especialista, un caso testigo de lo que pueden hacer las SGRs lo constituye la provincia de Mendoza, donde esta herramienta financiera es clave en el desarrollo de la vitivinicultura. En esa provincia, el esquema de financiamiento permite a los productores vitivinícolas que reciben un crédito poner sus vinos como garantía.
En Neuquén, si bien hay una norma del año 2010, todavía falta la instrumentación.
La otra virtud de las SGRs es que permite avalar préstamos bancarios y descuentos de cheques.
Las grandes empresas nacionales como Aluar, el Grupo Techint, o Los Grobo tienen sus SGRs ya que, en definitiva, a través de esta herramienta financian a toda su cadenea de proveedores que suelen ser Pymes. En ese caso, se trata de un esquema de SGR cerrada. El que se busca desarrollar en Neuquén sería abierto. La fruticultura es otro sector que se presta para el desarrollo de las SGRs.


Más consultas
En tanto, desde Garantizar, la entidad que se ocupa de brindar garantías para empresas y Pymes frente a los bancos, no creen que la obligación de prestar al 15% por parte de los bancos vaya a generar mucha demanda, aunque reconocen que hay mayor solicitud de créditos.
“Creo que no va repercutir tanto. Porque hay bancos que hoy tienen tasas por debajo del 15% que anunció la presidenta como los del Banco Nación al 14%, con el subsidio de tasa. También hay líneas especiales para algunas actividades, como por ejemplo la 400 para el agro al 9% (también para la fruticultura), la de transporte para renovación de flotas al 7,5%, y la de turismo del BNA al 8,5%”, explicó Lorena Vidaurre, responsable de la sucursal Neuquén de Garantizar.
También aclaró que el BPN ofrece tasas al 15% y el BICE al 12%, que con subsidios de tasa se van al 6%. Donde sí reconoce que va a haber impacto es entre las entidades privadas donde las tasas a las Pymes no bajan del 17%.
Garantizar, que nació como unidad de negocios del Banco Nación aunque luego se independizó, media entre los bancos y las Pymes que buscan créditos y que muchas veces no califican para los bancos. Por ejemplo, muchas veces les exigen un mínimo de dos balances, o estar con una situación patrimonial y de ingresos muy sólida. Además, su know how le permite cobrar un aforo de sólo 1,2% frente al casi 5% que solicitan los bancos muchas veces a las Pymes. 
Un dato interesante que planteó Vidaurre es que el mercado de los créditos está muy activo. En 2011, los créditos avalados por Garantizar treparon a $8 millones y para este esperan un crecimiento del 50%. “Las empresas están invirtiendo muy fuerte. La restricción a la compra de dólares y de las importaciones ha hecho que las Pymes en lugar estancarse se vuelquen a la inversión. Además, frente a la inflación que hay, las empresas salen ganando”, señaló.

Salto en la demanda de préstamos

El dato parece curioso, pero se ajusta a la realidad. En momentos donde la economía se desacelera, el stock de créditos en pesos destinados al sector comercial se multiplicó por 6 en junio, en comparación a mayo, según datos del Banco Central.
Un informe publicado esta semana por el diario La Nación remarca lo que parece una contradicción: hay más demanda de crédito pese a la retracción económica.
Desde el matutino arriesgan que podría tratarse por las restricciones al dólar: las empresas que los tienen no los venden y prefieren endeudarse en pesos para asumir sus compromisos. No menos cierto es que en junio las firmas debieron afrontar el pago del medio aguinaldo, lo que también podría haber disparado la demanda.
Existe una tercera razón que no por contradictoria debe ser descartada: deuda para ahorro. Las tasas de créditos en pesos son más bajas que la inflación, lo que podría llevar a muchas empresas a tomar deuda para la compra de bienes de capital.
 

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