Adiós bidet: esta es la moda que se está instalando en los hogares, más práctica y elegante
La nueva opción para el baño es más discreta, no ocupa espacio adicional, ahorra agua y permite mantener la misma higiene personal. Cuánto cuesta en Argentina.
Por décadas, el bidet fue sinónimo de higiene y de diseño europeo. Surgido para ofrecer una limpieza íntima superior a la del papel higiénico, su presencia en el baño se volvió imprescindible. Sin embargo, en los últimos años, se lo comenzó a considerar un elemento anticuado, poco funcional y difícil de integrar en espacios reducidos.
En un mundo sumergido en una constante transformación impulsada por avances tecnológicos, cambios en las tendencias de diseño y una creciente preocupación por la higiene, la eficiencia y la sostenibilidad, el clásico bidet está siendo sustituido por alternativas más modernas, discretas y funcionales.
Su reemplazo más popular en la actualidad es la ducha higiénica o ducha lateral, un pequeño rociador instalado junto al inodoro. Este sistema, común en países como Japón, Francia y Reino Unido, permite mantener la misma limpieza personal, pero sin ocupar espacio adicional. Además, el crecimiento de la conciencia ecológica y el ahorro de recursos impulsan la adopción de dispositivos que reducen el consumo de agua y energía, aspectos en los que las duchas higiénicas modernas suelen ser superiores.
El bidet, de rey del baño al declive
Inventado en el siglo XVII y popularizado en Europa durante el siglo XX, el bidet fue durante mucho tiempo un elemento esencial en los baños de muchas viviendas. Su función principal es permitir una limpieza más eficiente y confortable. Pero desde hace tiempo su presencia viene en declive en muchas regiones, especialmente en países donde las reformas en diseño de baños buscan minimizar el espacio y aumentar la practicidad.
Las razones detrás de este cambio de tendencia son varias. En primer lugar, la percepción de estilo y de espacio. Los bidets tradicionales ocupan una zona significativa del baño y su estética puede considerarse anticuada o poco adaptable a los diseños minimalistas y contemporáneos. Además, la instalación suele requerir una plomería adicional, lo que incrementa los costos de instalación y mantenimiento.
Por otro lado, la percepción de comodidad y rapidez influye en la preferencia por soluciones más simples e integradas. La llegada de nuevos dispositivos que cumplen la misma función de manera más discreta y eficiente desplazaron a los bidets tradicionales en muchos hogares y espacios públicos.
El cambio en las preferencias también responde a factores culturales y sociales. En muchos países, la tendencia hacia la higiene personal evolucionó, promoviendo productos que combinan modernidad, eficiencia y comodidad. La incorporación de tecnologías inteligentes en el hogar impulsó también la aceptación de soluciones como las duchas higiénicas, que muchas veces vienen con controles electrónicos y funciones automáticas similares a los inodoros inteligentes.
La ducha higiénica, la alternativa al bidet en el baño moderno
Por su practicidad y adaptabilidad, la ducha higiénica es la alternativa preferida para reemplazar al bidet. También conocido como ducha lateral o rociador inteligente, se trata de un pequeño dispositivo generalmente conectado a la grifería del inodoro, que permite una limpieza eficiente con un chorro controlado de agua. Su tamaño compacto, fácil instalación y bajo costo hacen que sea una opción atractiva para aquellos que desean mantener altos estándares de higiene sin sacrificar espacio o estética.
En comparación con el bidet clásico, la ducha higiénica destaca por su discreción. Se puede ubicar de manera que quede oculta o integrada en la estructura del baño, eliminando la necesidad de un aparato voluminoso. Además, algunos modelos cuentan con innovaciones tecnológicas, incorporando funciones como chorros de diferentes intensidades, sistemas de calefacción para el agua y controles electrónicos que permiten activar y regular el flujo desde dispositivos digitales o botones integrados en la pared.
En Argentina, las duchas más simples, con gatillo ergonómico y soporte de Pared, se puede conseguir en oferta en Mercado Libre por menos de $20.000. Los modelos de gama media rondan los $30.000 y 50.000, mientras que las más sofisticadas llegan hasta los $90.000.
Las ventajas de reemplazar el bidet por la ducha higiénica, la nueva tendencia
- Mayor ahorro de espacio: la ausencia de un bidet tradicional permite maximizar el espacio en baños pequeños o compactos, favoreciendo diseños más abiertos y funcionales.
- Fácil instalación y mantenimiento: las duchas higiénicas y laterales requieren menos instalaciones complejas; en muchos casos, pueden instalarse en cuestión de minutos conectándose a la grifería del inodoro.
- Higiene efectiva y ecológica: el uso de agua controlada y ajustable asegura una limpieza más eficiente, en menor tiempo y con menor consumo de agua, contribuyendo a la sostenibilidad.
- Discreción y estética: al integrarse en el diseño general del baño, estas soluciones pasan desapercibidas, logrando un acabado visual más limpio, moderno y ordenado.
- Mejora en accesibilidad: para personas con movilidad reducida o mayores, estas soluciones ofrecen mayor facilidad de uso en comparación con los bidets tradicionales.
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