El juego que mejora la memoria a partir de los 70 años y disminuye la demencia leve, según la ciencia
Una investigación científica demostró su relación directa con la disminución de la demencia leve. Todos los detalles.
En Argentina, cerca de 500.000 personas sufren algún tipo de demencia, con una proyección en aumento en toda América Latina para los próximos años. Este síndrome afecta funciones cerebrales como la memoria, el pensamiento, el lenguaje, el juicio y hasta el comportamiento, llegando a dificultar o directamente impedir las acciones de la vida diaria.
Desde hace décadas, la ciencia busca distintas alternativas para combatirla. De hecho, ya surgieron los primeros medicamentos que ralentizan el Alzheimer, el trastorno más común de demencia. Y recientemente surgió otra opción sorpresiva para complementar a los tratamientos farmacológicos: hablamos de los videojuegos activos o juegos de ejercicio denominados “exergames”.
Estos videojuegos combinan la actividad física con la interacción virtual, requiriendo movimiento para jugar. Así, se mezcla el ejercicio físico con la estimulación cognitiva.
Cómo fue la investigación sobre los “exergames” y la demencia
Una investigación realizada por la Escuela Politécnica Federal de Zúrich (ETH) demostró que este tipo de actividad puede tener efectos positivos en funciones cognitivas, forma física y calidad de vida en personas con deterioro leve, una etapa preliminar de la demencia.
El estudio incluyó a 40 personas de unos 73 años de edad ya diagnosticadas. Por tres meses, los voluntarios siguieron un programa de entrenamiento en casa, cinco días a la semana y durante sesiones de aproximadamente 25 minutos, utilizando una pantalla conectada a una plataforma de suelo equipada con sensores y combinando retos físicos con ejercicios mentales.
En uno de los ejercicios, los pacientes debían memorizar una lista de la compra y, desplazándose lateralmente, indicar si el producto que aparecía en la pantalla pertenecía a dicha lista. Con esta rutina, se trabajó funciones clave como la memoria, la atención y las capacidades visoespaciales, afectadas en los primeros estadios de la demencia.
Para reforzar el efecto del entrenamiento, cada rutina finalizó con prácticas de respiración profunda y controlada, diseñadas para regular el sistema nervioso autónomo, estimular el nervio vago y activar zonas cerebrales vinculadas al procesamiento cognitivo.
Qué determinó la investigación sobre los “exergames” y la demencia
A la hora de analizar los resultados, el estudio contó de dos etapas. En la primera, quedaron en evidencia mejoras significativas en la memoria y el rendimiento cognitivo, que se tradujeron en una mayor claridad mental, aumento de la confianza personal y mejor estado físico. En comparación, el grupo de control que continuó con las terapias tradicionales experimentó un deterioro esperado a la progresión de la enfermedad.
En la segunda etapa, se comprobaron cambios estructurales en el cerebro. Con imágenes de resonancias magnéticas, se detectó un aumento de volumen en el hipocampo y el tálamo –dos regiones cruciales para la memoria–, así como mejoras en la corteza cingulada anterior y una ligera expansión en la corteza prefrontal. En el grupo de control, por el contrario, estas áreas mostraron una reducción de volumen.
“El volumen del hipocampo suele disminuir en las primeras etapas de la demencia, por lo que este hallazgo es especialmente relevante. El hecho de haber medido cambios estructurales en solo 12 semanas demuestra la notable plasticidad del cerebro, incluso en personas que ya presentan síntomas iniciales”, remarcó Eling D. de Bruin, profesor y director del proyecto en la ETH y en la Universidad de Ciencias Aplicadas de Suiza Oriental (OST).
Estas modificaciones detectadas tuvieron una correlación directa con mejoras en la memoria y otras funciones cognitivas, lo que podría indicar una relación causal entre el entrenamiento y los beneficios neurológicos.
La conclusión de los investigadores que participaron del estudio
Patrick Manser, uno de los partícipes del estudio y actual investigador en el Instituto Karolinska de Estocolmo, el entrenamiento basado en los “exergames” no solo “mejoró el rendimiento cognitivo de los participantes, sino que también observamos cambios significativos en sus cerebros”.
Bruin, por su parte, señaló que los resultados “nos dan confianza para el futuro. No obstante, demostrar si un programa personalizado de 'exergames' puede retrasar o incluso prevenir el desarrollo de la demencia exigirá estudios más prolongados”.
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