A 30 años de la vuelta de Diego a Boca, el mechón amarillo y "Segurola y Habana"
Hace tres décadas, Maradona regresaba al xeneize tras el doping y luego de dirigir a Mandiyú y a Racing.
La vida de Diego Armando Maradona es una colección de momentos icónicos. Este 7 de octubre se cumplen 30 años de uno de ellos, cuando el Maestro volvió a Boca luego del doping positivo en el Mundial de 1994, que lo llevó a un retiro temporal de la actividad profesional y luego a dirigir a Mandiyú de Corrientes y a Racing.
Para su vuelta al fútbol como jugador, Diego se tiñó el pelo con un mechón rubio que simbolizaba su amor por el xeneize, club cuya camiseta no vestía desde su venta a Barcelona en 1982.
Su sola presencia con la "10" en la espalda y la cinta de capitán transformó un partido de rutina en un hecho extraordinario. Un partido de la fecha 9 del torneo Apertura, contra Colón de Santa Fe, se convirtió en uno de los duelos más recordados de la década.
El regreso de Maradona, con 35 años y un cuerpo que ya no era el mismo, generó mucha expectativa en la gente de Boca, que reventó una Bombonera que todavía no había sido remodelada en la zona de los palcos.
Siempre con una cuota de épica, dramatismo y hasta una pizca teatral. Después de una entrada eufórica al campo de juego, en medio de un momento que ya tenía mucha carga emocional, desde adentro de una caja salieron Dalma y Giannina, las hijas de Diego, con un cartel que decía "Gracias Papá".
Los nombres y apellidos titulares y suplentes de esa tarde evidencian un vestuario pesado que no era para cualquiera.
Aquella tarde, Boca formó con Carlos Fernando Navarro Montoya; Diego Soñora, Fernando Gamboa, Néstor Ariel Fabbri, Carlos Mac Allister; Julio Saldaña, Fabián Carrizo, Cristian González; Maradona; Sergio Martínez y Claudio Caniggia. Además en el banco estaba nada menos que Blas Giunta.
Del otro lado, había futbolistas simbólicos que ya tenían varios años en primera o que serían campeones y hasta ídolos posteriormente en el club de la Ribera: Leo Díaz; Hugo Benjamín Ibarra, Horacio Ameli, Mario Sciacqua y Dante Unali; Julio César Toresani, Ricardo Kuzemka y Marcelo Saralegui; Claudio "Turco" García, Víctor "Carucha" Muller y Antonio Vidal González.
El conflicto con Toresani
En el medio del partido, Francisco Lamolina expulsó a Toresani tras una agarrada con Maradona. Después del partido, el "Huevo" lo acusó a Diego de su expulsión y el Diez le respondió con todo. Con su habitual verborragia, lo "invitó a pelear" en la intersección de Segurola y Habana, la esquina de su domicilio en Capital Federal de aquel momento.
"A mí me echó Maradona", afirmó Toresani en el vestuario. "Y lo que diga cuando escuche esto no me importa un carajo. Quisiera tenerlo en frente a ver si me dice las cosas como me dijo que después del partido me iba a agarrar. Esta bien, yo me la banco, lo iría a buscar hasta la casa", agregó.
"A Toresani le dije en la cancha que yo vivo en Segurola y Habana 4310, séptimo piso", le respondió Diego. "No tengo ningún problema en que me venga a buscar porque estoy cansado de estos 'de pico', que de la boca para afuera son todos guapos, pero cuando hay que poner la cara (…) A Toresani, Segurola y Habana 4310, séptimo piso, y vamos a ver si me dura treinta segundos",
Boca ganaría el partido en el segundo tiempo con un gol del ingresado Darío Scotto, tras un centro del Kily González.
La campaña de Boca ese año fue buena, hasta que en la recta final el equipo dirigido por Silvio Marzolini se cayó notablemente y dejó el Apertura en manos de Vélez, que alzó el título bajo el mando de Carlos Bianchi.
Con el paso de los años, Toresani llegaría a Boca y sería compañero de Diego, con quien construyó una entrañable relación. Cuando el Huevo se quitó la vida en 2019, luego de atravesar una depresión profunda, Maradona le dedicó unas palabras y lo despidió como un amigo: "Pensar que lo quise pelear y hoy lo lloro".
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