Bariloche a la Carta: uno de los festivales gastronómicos más importantes del país abre su 12ª edición
Durante una semana, la ciudad patagónica se convierte en epicentro del sabor argentino con más de 85 restaurantes, 200 productores y una propuesta que une identidad, turismo y cocina federal.
Bariloche se convierte desde hoy en la capital gastronómica de la Argentina. Del 6 al 13 de octubre, la ciudad más emblemática de la Patagonia reúne a chefs de renombre, productores de todo el país y visitantes de todas partes en un festival único que celebra los sabores, la cultura y la identidad del sur. La 12ª edición de Bariloche a la Carta (BALC) no solo celebra lo mejor de la cocina patagónica: se consolida como una de las citas más esperadas del calendario turístico nacional.
Durante siete días, la ciudad abre sus puertas para ofrecer una experiencia que combina paisajes imponentes, sabores auténticos y la creatividad de cocineros reconocidos. Más de 80 restaurantes y bares presentan menús especiales a precios promocionales, mientras que productores de toda la Patagonia acercan lo mejor de su tierra: vinos de altura, cervezas artesanales premiadas, sidras regionales, chocolates, frutas finas, quesos y ahumados que son orgullo de la región.
“BALC comenzó como una plataforma para mostrar Bariloche al mundo a través de su cocina. Hoy es un faro gastronómico que convoca a cocineros, productores, turistas y residentes en un verdadero punto de encuentro”, resume Lucio Bellora, director del evento y uno de los grandes impulsores de su crecimiento.
De una idea ambiciosa a un faro de identidad
Bariloche a la Carta nació hace más de una década con una meta clara: posicionar a la ciudad como destino gastronómico. Pero lo que empezó como un proyecto local rápidamente se transformó en una vidriera nacional. “Desde el principio arrancó grande. Ya en la segunda edición tenía una feria importante y un circuito gastronómico enorme. Este año batimos récord: 85 restaurantes participan del Food Week, que es un número altísimo incluso para ciudades del mundo mucho más grandes”, recuerda Bellora.
Con el tiempo, el festival trascendió las fronteras de la ciudad. “Primero fue clave para la promoción de Bariloche. Después se proyectó hacia la producción de Río Negro, luego a toda la Patagonia. Y desde el año pasado se convirtió en un faro de la gastronomía identitaria argentina. Hoy encontrás un misionero cocinando con productos de su región, un correntino trabajando con ingredientes patagónicos o un mendocino mostrando sus técnicas en el sur. BALC ya no es solo lo mejor de la Patagonia: es el mapa completo de lo que somos como país a través de la cocina”.
Invitados que brillan y cocinas que dialogan
La curaduría de cocineros invitados es parte central del espíritu federal del evento. La lista de esta edición lo demuestra: Alejandro Feraud (ALO’S Bistró, Buenos Aires – The World’s 50 Best), Cons Cerezo (Quimera Bistró, Mendoza – recomendado Guía Michelin 2024 y 2025), Pablo Buzzo (Cervecería Patagonia), Gastón Trama (Ruda, Mendoza), Eudes Assis (Taioba, Brasil), Gisela Medina (Las Cocineras del Iberá), Martín Altamirano (La Torgnole, Córdoba), Edgar Kuda (Yuzu Izakaya, Buenos Aires) y Ramiro Ferreri (Hotel Catedral), entre otros.
“Esto se empieza a organizar en febrero o marzo. Participan la Secretaría de Turismo de la Nación y el Plan Gustar. Buscamos que estén representadas distintas regiones y estilos”, explica Bellora. “Lo fundamental es que sean cocineros con algo para contar a través de sus platos. Y que exista sinergia con los cocineros locales, que son muy importantes para nosotros”.
Bariloche, capital gastronómica
La transformación de la ciudad es evidente. “Salimos de la típica gastronomía de destino turístico, esa que cumple con lo justo, y hoy estamos en el podio de las cinco ciudades gastronómicas más importantes del país”, afirma Bellora. “Si comparás el circuito gastronómico de hace diez años con el de hoy, no lo podés creer. Incluso con muchos de los mismos restaurantes, el salto cualitativo es impresionante”.
El impacto de BALC va mucho más allá de lo gastronómico: más de 200 productores participan cada año, encontrando en Bariloche un puente con nuevos mercados. “Muchos vienen, venden todo y además encuentran clientes en una ciudad que recibe un millón y medio de turistas. Su producto puede viajar a Rosario o Buenos Aires y seguir vendiéndose online. Fue un cambio enorme para los pequeños productores”, cuenta Bellora.
Un programa que despierta todos los sentidos
La agenda de actividades de BALC es tan variada como atractiva: clases magistrales, cenas pop-up exclusivas, degustaciones de vinos, cervezas y sidras, y espacios diseñados para toda la familia. También hay propuestas para niños y opciones aptas para celíacos, vegetarianos y veganos.
El punto culminante llegará del 10 al 12 de octubre con la Feria Gastronómica en el Centro Cívico, donde más de 200 productores transformarán la plaza en un festival de aromas, sabores, música y cultura. El público también podrá participar en el clásico Concurso del Mejor Plato, eligiendo sus favoritos entre restaurantes y propuestas de la feria.
Un circuito pensado para todos
Uno de los pilares del festival es su circuito gastronómico, que permite recorrer la ciudad a través de sus sabores. Cada restaurante prepara menús especiales a precios promocionales y quienes descarguen la tarjeta BALC obtendrán 20% de descuento, o hasta 30% pagando con tarjetas Macro o Patagonia. Además, la web oficial ofrece información detallada con fotos, precios y geolocalización, lo que facilita planificar cada experiencia.
“Ese segmento de la web ya tiene 55.000 clics antes de empezar el evento. Es un ejercicio virtuoso: los restaurantes piensan nuevas propuestas, buscan productores, renuevan vajilla y se preparan para recibir a un público que muchas veces llega por primera vez a Bariloche”, señala Bellora.
Gastronomía como motor turístico
BALC no es solo un evento culinario: es una herramienta estratégica de promoción turística. “Desde el inicio, el objetivo fue diversificar la comunicación del destino. Ya no se trata solo de decir ‘vení a Bariloche’, sino de decir ‘no sabés qué bien se come acá’”, explica Bellora. La campaña promocional llega a más de 8 millones de personas e impacta también en Chile y Brasil.
“Hay gente que conoce Bariloche gracias al festival y después vuelve en verano o en invierno. Además, BALC ayuda a llenar un fin de semana largo de octubre que siempre fue difícil de mover”, agrega.
Una experiencia completa
Con la tarjeta BALC, los visitantes también acceden a descuentos en hotelería —más de 30 establecimientos ofrecen promociones especiales—, lo que convierte la semana en una oportunidad ideal para disfrutar de la primavera entre lagos, montañas y sabores.
Organizado por la Asociación Empresaria Hotelera Gastronómica de Bariloche (AEHGB) con el apoyo de EMPROTUR, la provincia de Río Negro y la Municipalidad, BALC no es solo un festival: es una invitación a viajar, descubrir y dejarse sorprender por el sur más sabroso de la Argentina.
Hacia una federalización total
Si tuviera que definir esta edición en una frase, Bellora no duda: “Es el paso más firme hacia la federalización total. Me imagino a Bariloche a la Carta con provincias invitadas cada año, trayendo sus productos y cocineros, enriqueciendo aún más la propuesta”.
Las mesas están listas, las cocinas encendidas y la ciudad entera respira gastronomía. Bariloche a la Carta comienza hoy y promete ser mucho más que un festival: es un homenaje a la diversidad culinaria argentina y un punto de encuentro entre tradición, innovación y territorio.
Más información:
FB: Bariloche a la Carta
IG: @barilochealacarta
Tiktok: @barilochealacarta
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