Jorge Cafrune cumpliría 88 años: una vida dedicada a la música y una muerte llena de sospechas
El emblemático cantante de folclore murió atropellado a los 40 años, a días de entonar canciones prohibidas en Cosquín.
Jorge Cafrune, cantante y figura insoslayable del folclore nacional, cumpliría este 8 de agosto 88 años. En la plenitud de su carrera y en clara oposición a la censura de la dictadura militar en Argentina, murió en circunstancias que aún tienen preguntas sin resolver.
Tenía apenas 40 años, pero un largo camino recorrido. Cafrune nació en la localidad jujeña de Perico, el 8 de agosto de 1937. A los 20 años grabó su primer disco con Las voces del Huayra, conjuntó que fundó poco tiempo antes. Su inminente ascenso artístico fue interrumpido por la convocatoria al servicio militar obligatorio. Tiempo después, formó el conjunto Los cantores del Alba con la intención de continuar su camino. Aunque, entrados los años ‘60, dejó el grupo para empezar su carrera solista.
Se consagró como revelación en el Festival de Cosquín 1962 y, tres años después, supo ser el padrino de Mercedes "La Negra" Sosa. “Yo me voy a atrever, porque es un atrevimiento lo que voy a hacer ahora, y voy a recibir un tirón de orejas de la comisión (organizadora del festival). ¿Pero qué le vamos a hacer? siempre he sido así, galopeador contra el viento. Les voy a ofrecer el canto de una mujer purísima, que no ha tenido oportunidad de darlo y que, como les digo, aunque se arme bronca, les voy a dejar con ustedes a una tucumana: Mercedes Sosa”, dijo aquel día antes de presentarla.
A partir de los '70 Cafrune dio el salto a convertirse un artista de alcance internacional, tocando en escenarios internacionalmente reconocidos como el Carnegie Hall y el Lincoln Center de Nueva York.
El último Cosquín de Jorge Cafrune
Ya en plena dictadura militar, Cafrune participó de Cosquín de 1978. Según contó Infobae, el artista había llegado a Córdoba días antes del festival. Había sido invitado a cantar en el Paseo Sobremonte y allí fue demorado por varias horas por la policía luego de interpretar una de sus canciones que estaba prohibida por el régimen militar, "El Orejano". Fue liberado ese mismo día, pero la cosa no terminaría allí.
El 24 de enero, la primera noche de esa edición del festival, Cafrune desafió abiertamente la prohibición: “Aunque no está en el repertorio autorizado, si mi pueblo me la pide, la voy a cantar”, dijo antes de cantar "Zamba de mi Esperanza".
En ese momento, en el palco oficial de la Plaza Próspero Molina, estaba el por entonces general Luciano Benjamín Menéndez, luego condenado por numerosos crímenes de lesa humanidad cometidos en la Argentina.
A partir de ese momento hay versiones cruzadas: Luis Nogues, el sonidista que estaba a cargo de la consola en ese momento, afirmó tiempo después: “Veo que alguien viene corriendo hacia mí. En esos momentos, no me daba cuenta quién era. Después me di cuenta que era un tipo de seguridad. Me dice: ‘¡Apague todo!’. Y corto el sonido. Los de seguridad subieron al escenario. Se llevaron detenido a Cafrune. Fue un escándalo”, recordó. Otra versión afirmó que el folclorista nunca abandonó el escenario. Pero que sí dejó la ciudad de Cosquín sabiendo que lo estaban buscando.
El último viaje y la misteriosa muerte de Jorge Cafrune
Días después ocurrió su viaje final. Según la versión oficial, el 31 de enero, mientras cabalgaba a la altura de Benavídez en dirección a Yapeyú, Corrientes, junto a su amigo Chiquito Gutiérrez, fue embestido por una camioneta Rastrojero que conducía un joven de unos 20 años, llamado Héctor Emilio Díaz.
El cantante se disponía a unir a caballo Buenos Aires y Yapeyú para depositar en la tierra natal del General José de San Martín un cofre con tierra de Boulogne-sur-Mer, la ciudad francesa donde murió el prócer nacional. Cafrune sufrió graves heridas, ya que el caballo cayó sobre él causándole la fractura de varias costillas y politraumatismos en el cráneo y tórax. Falleció durante la madrugada del día siguiente en el Hospital Municipal de Tigre.
“Me amenazaron diciéndome que si hago el viaje moriré. Dicen que un zurdo no puede mancillar la tierra de José de San Martín”, le confesó Cafrune al periodista Héctor Ramos pocos días antes de emprender su última cabalgata.
El artista siempre se había mostrado muy comprometido con la realidad política y social del país y con sus actos de “rebeldía” no dejaba de incomodar. Primero contrarió a la Triple A, que había comenzado con la persecución de artistas en 1975 durante la presidencia de Isabel Perón, y después a quienes habían perpetrado el Golpe de Estado del 24 de marzo de 1976.
“A este hay que matarlo porque no podemos dejar que esto se expanda, que empiecen a cantar canciones prohibidas”, cuentan que le habrían escuchado decir al ex teniente luego condenado por tormentos seguidos de muerte, Carlos Enrique Villanueva, dos sobrevivientes del centro de detención clandestino La Perla durante el juicio a la Junta Militar.
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