Según consignó el Tribunal, el monto ponía en riesgo la supervivencia del padre. Qué dice la sentencia.
La decisión de un juez quedó en el centro de la polémica, al aceptar que un hombre reduzca el monto que otorgaba a su hija en concepto de cuota alimentaria.
Este inédito caso se dictó en el Tribunal de Justicia de São Paulo, Brasil, plasmando así un precedente en el debate sobre la sostenibilidad económica de las obligaciones alimentarias.
El caso tuvo como protagonista a un trabajador autónomo con ingresos de aproximadamente R$900 mensuales (140,22 euros), quien recibió el derecho a reducir la pensión de alimentos que pagaba a su hija.
Al parecer, el tribunal reconoció que el monto de la cuota ponía en riesgo la supervivencia del padre, quien destinaba el 60% de su sueldo a la manutención. Al perder su trabajo formal, comenzó a tener un trabajo con ingresos variables y sin la capacidad económica anterior. Al seguir priorizando la cuota alimentaria, había dejado de pagar sus gastos esenciales como alquiler o facturas de luz.
"La obligación alimentaria no puede llevar al deudor a la miseria"
Teniendo en cuenta estos cambios en la economía del hombre, el juez en su resolución hizo lugar de manera parcial a la petición presentada por el trabajador. En consecuencia, determinó que la pensión se calcule sobre el 30% de sus ingresos mensuales, lo que representa una reducción significativa respecto del monto previamente establecido.
"La obligación alimentaria debe ser fijada en función de la capacidad financiera real del deudor y de las necesidades efectivas del beneficiario", señala la sentencia, en línea con el criterio ya consolidado por el Tribunal Superior de Justicia (STJ). "Es un deber de solidaridad familiar, no un instrumento para enriquecer a una de las partes", sostuvo.
El hombre, para demostrar esta compleja situación financiera que atraviesa, presentó facturas pendientes del alquiler y de la electricidad que no había podido pagar con el fin de no demorar el cumplimiento de sus obligaciones familiares.
Asimismo, el juez reconoce que la manutención debe garantizar la subsistencia de los hijos, pero no puede conducir al deudor a la pobreza. "La obligación alimentaria no puede llevar al deudor a la miseria", sostiene el fallo.
Cuándo se puede solicitar una revisión de la cuota alimentaria
Tras la presentación de la defensa, que argumentó que la situación financiera del solicitante había cambiado drásticamente luego de perder su empleo formal y que el porcentaje exigido resultaba insostenible, el juzgado valoró la buena fe del progenitor, quien continuó cumpliendo con el pago de la pensión pese a atravesar serias dificultades económicas.
No obstante, la sentencia aclara que es posible solicitar la revisión del monto alimentario cuando se produce una modificación significativa en la situación económica del pagador, conforme a lo establecido en el Código Civil y en la Ley n.º 5.478/1968 de Brasil. Entre los supuestos contemplados se incluyen la pérdida de empleo, la disminución de ingresos, la enfermedad, el aumento de los gastos familiares o la mejora económica del beneficiario.
En los últimos años, especialistas en derecho de familia han advertido un incremento de las solicitudes de revisión de cuotas alimentarias, especialmente entre trabajadores informales o autónomos cuyos ingresos varían mes a mes.
Según explicó el abogado de familia Rodrigo Reis, "los tribunales han entendido que la manutención de los hijos debe ser justa para ambas partes, ya que el padre que se ve empujado a la pobreza también pierde los medios para sustentar a su hijo a largo plazo".
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