Fue un estrecho colaborador del obispo Jaime De Nevares. El homenaje lo organizó la Municipalidad de Neuquén en la Parroquia San Cayetano.
La secretaria de Derechos Humanos Luciana De Giovanetti, participó del homenaje al padre Juan San Sebastián, colaborador del Obispo Jaime De Nevares y primer sacerdote ordenado en la Diócesis de Neuquén.
El acto se llevó adelante el domingo en el barrio Parque Industrial, donde San Sebastián se desempeñaba como cura párroco de la Parroquia San Cayetano de Neuquén hasta su fallecimiento en marzo de 2003, a los 74 años.
Durante el homenaje se descubrió cartelería destacando la labor del sacerdote, junto con el párroco Daniel Zerba, representantes de la comisión vecinal y de familias de Ciudad Industrial que conocieron su trabajo social.
Fue cuando De Giovanetti destacó “el compromiso con la defensa de los derechos humanos, y el respeto por la memoria” y aludió a la ordenanza N°14129 que “plasmó su vida y obra de San Sebastián”.
“Fue un referente de nuestra cultura, siendo que su vida y obra tienen significado simbólico no solo en el barrio Parque Industrial sino también en nuestra ciudad”, dice la norma en sus fundamentos, “su trayectoria estuvo centrada en la realización de acciones para su comunidad, organizó actividades, gestionó y levantó obras para que los vecinos tengan mayores posibilidades para satisfacer sus necesidades; participó en el asentamiento de escuela, radio, comedor comunitario, club deportivo”.
Entre sus acciones figuran “el acompañamiento a vecinos para resolver situaciones desde sus comienzos, solicitud de aspectos esenciales para la comunidad como la comisaria, la llegada de colectivos urbanos, proyectos de puesta en valor del barrio, el loteo municipal sobre las bardas para los hijos de los primeros pobladores”.
También, agrega, “fue un pilar importante de nuestra ciudad acompañando y sosteniendo la lucha por los derechos humanos una vez recuperada la democracia, ofreciendo contención a familias de desaparecidos que llegaban al obispado en busca de ayuda y consuelo en el dolor”.
Son conocidas las palabras de Juan Sebastián exigiendo verdad: “Sería muy bueno que los obispos ofrezcan un documento en el que se comprometan a un Nunca Más de connivencia con los poderes de turno, con los golpes militares y con todo lo que vaya contra el pueblo y sus instituciones democráticas. La Iglesia tiene que hablar. Es ahora, hay que aprender de los errores y de la historia”.
El padre Juan y la vocación de sacerdote
Según relató su madre Juan San Sebastián quiso ser sacerdote desde que era un niño. Por esa razón el colegio secundario lo hizo en el Colegio Don Bosco de Ramos Mejía. Después se fue a estudiar a Bernal, a Fortín Mercedes y a Bahía Blanca al Seminario.
"Por distintos motivos Juan dejó los estudios sacerdotales y los reanudó años después. En ese lapso estudió en la Universidad del Salvador en Filosofía y Letras, lo que le permitiría años más tarde poder escribir los libros referidos a su prolífica labor junto al Primer Obispo emérito de Neuquén, don Jaime de Nevares. Esos libros son: Don Jaime Francisco De Nevares: del Barrio Norte a la Patagonia, La Catedral pobre de Neuquén, testigo mudo de ricas historias, El club del soldado y Cristo en mí, autobiografía, que al momento de su fallecimiento no había sido editada. Hernán Ingelmo se encargó de bajarlo de la computadora”, relató en una oportunidad la historiadora Vicky Chávez.
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