La AIC activó la alerta habitual por esta alga tóxica que suele florecer por las altas temperaturas. No es en todo el lago. Los lugares a evitar.
Los días de calor generaron un escenario perfecto para que reapareciera un problema que cada verano genera debate y alerta -y un poco de paranoia- en los lagos neuquinos, especialmente en El Chocón. Son las cianobacterias, una suerte de capa espesa de algas se florecen en determinados puntos y que son tóxicas y peligrosas para la salud.
En estos días, los lagos, tanto El Chocón (embalse Ramos Mexía), Barreales como Mari Menuco, son un refugio para los veraneantes que corren sofocados por la ola de calor; pero la información sobre la calidad del agua, el monitoreo que hace la Autoridad Interjurisdiccional de Cuencas (AIC), hace más de 50 años, generó nuevamente una alarma.
El informe muestra un mapa detallado de concentración de algas y una tabla que indica en qué días y sectores es conveniente no meterse al agua y muestras zonas que son muy habituales para los bañistas, sobre todo en Villa El Chocón, y los alrededores de las transitadas costas.
El mapa de las cianobacterias del embalse Ramos Mejía según la AIC.
De acuerdo al informe emitido por la AIC, tanto desde el lunes hasta este marte hay un nivel de alerta 3 (alto) en el agua por la presencia de las floraciones de algas, con una densidad de 15.000 cél/mL y un aspecto como "masa espesa o capa continua verde intenso o amarronada". Según la recomendación de los estudios, es conveniente no meterse al agua o alejar a los niños y mascota de las manchas visibles.
Cianobacterias: alerta cómo dertectarlas y las zonas
La alerta sigue para este martes con las mismas características, con una floración consolidada, aspecto pastoso, olor fuerte y riesgo alto.
En tanto que para este miércoles el nivel de alerta baja a 2 (medio) con una densidad de 2.000 a 15.000 cél/mL. Esto implica que se puede observar aún "agua verde en superficie", como si fuese una “mancha de pintura” en la orilla de los lagos. Y la recomendación es evitar tomar contacto con este tipo de manchas.
La presencia de cianobacterias en los lagos de Neuquén.
Las cianobacterias son un grupo de organismos que tiene la capacidad de liberar toxinas y cuando están en cantidades mayores a 10.000 o 20.000 células por mililitro suponen un riesgo para la salud en caso de ingesta. La floración de estos organismos se vio favorecida por las condiciones climáticas, o sea el incremento de las temperaturas.
El verano pasado, por ejemplo, hubo familias que decidieron no entrar al lago Mari Menuco durante un día entero, solo por una pequeña zona con algas en un extremo de la costa. No había alerta alta, ni riesgos generalizados, pero la percepción suele pesar más que la evidencia.
El gráfico satelital de la AIC muestra un lago (Ramos Mejía) dividido en cuatro zonas de riesgo: Rojo (>15.000 cél/mL): floración extrema, posible presencia de cianotoxinas; Amarillo (2.000-15.000 cél/mL) con una masa verde en superficie, olor en el agua; Verde (500-2.000 cél/mL) que es una floración temprana, apariencia de “yerba dispersa” y Azul (<500 cél/mL): condiciones normales, sin riesgo.
La concentración más destacada aparece en un sector del nordeste del embalse, donde se observan las manchas rojas más intensas. Pero también queda claro algo que suele perderse en el boca en boca: no todo el lago está comprometido. De hecho, una porción muy grande del espejo de agua se mantiene en azul y verde.
Las algas en Los Gigantes, según el mapa
Las zonas rojas de la alerta se ubican precisamente en los sectores más urbanizados de la costa de El Chocón y también puede verse en toda la costa de Los Gigantes, las formaciones arcillosas que pueden verse desde los lagos.
Las cianobacterias florecen por las altas temperaturas en los lagos y la AIC determina el nivel de peligrosidad.
El fenómeno no es nuevo, pero sí cada vez más frecuente. Y en los últimos años dio lugar a un comportamiento social que los propios técnicos definen como “exagerado”. Las publicaciones de mapas de alerta, aunque necesarias, tienen un efecto curioso: cualquiera que vea una mancha, por mínima que sea, asume que todo el lago está contaminado.
Las floraciones de cianobacterias aumentaron en los últimos años por olas de calor más largas, cambios en los caudales y períodos con poco viento. El fenómeno se repetirá varias veces entre diciembre y enero.
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