Una encuesta nacional revela cómo piensan los jóvenes argentinos: desconfianza, preocupación y distancia con los partidos políticos.
La relación entre los jóvenes argentinos y la política atraviesa un momento de complejidad: hay interés, pero también cansancio; hay expectativas sobre la democracia, pero mucha desconfianza hacia sus instituciones. En ese escenario, una encuesta nacional de Zuban Córdoba y Asociados muestra un retrato preciso del vínculo entre los chicos de 16 a 30 años y la vida pública, con datos que permiten entender qué miran, qué les preocupa y qué esperan del país.
El relevamiento, realizado entre el 29 de agosto y el 5 de septiembre de 2025, abarcó a 500 jóvenes de todo el país, con un error muestral del 4,38% y un nivel de confianza del 95%. La muestra combinó envíos por mailing y encuestas online (CAWI), y ponderó género, edad y zona del país.
Del total de respuestas surge una tendencia clara: la juventud no es indiferente, pero sí está profundamente desencantada.
Interés en la política: una puerta entreabierta
El 39,8% de los jóvenes asegura que la política les interesa “algo”, mientras que un 22,2% dice interesarse “mucho”. La contracara la componen quienes admiten interés bajo (26,2%) o directamente nulo (8,6%). Es decir: dos de cada tres jóvenes muestran algún grado de acercamiento, una señal que desmiente la idea de una generación totalmente desconectada.
Sin embargo, el clima emocional que les genera la política es abrumadoramente negativo: el 77% afirma que sentir frustración, enojo o desconfianza es lo que predomina cuando piensa en la actividad pública. Solo un 20,8% menciona sentimientos positivos.
La desconfianza como idioma generacional
Cuando se les consulta por instituciones, el mapa es contundente. Las universidades son las que mayor confianza generan (65%), seguidas por el Poder Ejecutivo (55%) y las Fuerzas Armadas (54,3%). Más lejos aparecen colectivos ambientalistas (50,9%) y organizaciones sociales (43,5%).
Pero el resto del panorama se tiñe de desconfianza:
-
Los partidos políticos: 79% desconfía
El Congreso: 74,2%
Medios de comunicación: 74,9%
Influencers: 61,9%
Colectivos feministas y LGBT: más del 60% de desconfianza
La juventud está lejos de las instituciones clásicas, y también de los actores sociales que hace solo algunos años gozaban de amplia legitimidad.
Democracia: un valor vigente pese al desencanto
Pese al clima general, la democracia conserva un piso sólido. El 73,7% de los jóvenes afirma que “la democracia es preferible a cualquier forma autoritaria”, y solo un 10,8% considera que, en algunas circunstancias, podría preferirse un gobierno de mano dura.
Ahora bien, cuando se les pregunta cómo funciona la democracia argentina, la mitad responde que funciona mal (48,4%) y un 45,6% dice que funciona bien. Hay valoración del sistema, pero frustración con su rendimiento.
Un dato clave: el 88% considera esencial poder votar para elegir representantes, y el 84,8% sostiene que la libertad de expresión es un pilar innegociable.
Violencia política y preocupación creciente
El 45,7% dice que le preocupa “mucho” la violencia política y un 23,7% “bastante”. Y casi la mitad cree que hay más violencia que en gobiernos anteriores (47,7%). La preocupación por el clima político se instaló con fuerza en este segmento.
Estado y mercado: una juventud menos “anti” de lo que se dice
El informe revela que los jóvenes no adhieren mayoritariamente a ideas antiestatales:
-
El 83,1% cree que el Estado debe garantizar salud y educación públicas.
El 68% sostiene que debe proteger a los más vulnerables.
El 52,6% considera que debe intervenir para corregir fallas del mercado.
Incluso aparecen posturas más duras: el 67,8% acuerda con que la manera de combatir el delito es “con mano dura”, y el 59,4% respalda restringir el ingreso de inmigrantes. La juventud combina demandas clásicas de bienestar con posiciones más punitivistas, un mix que complejiza cualquier lectura lineal.
¿Dónde se ubican ideológicamente?
Ante la pregunta por su autoubicación, la mayoría se concentra en el centro del espectro:
-
Centro: 21,4%
Centroizquierda: 17,2%
Centroderecha: 14,8%
Solo minorías se definen como de izquierda (6,1%), derecha (17,4%) o extremos.
Cuando se les pide una definición más identitaria:
-
Liberal: 16,2%
Progresista: 14%
Libertario: 14,9%
Feminista: 1,8%
Socialista: 8,2%
Y un dato fuerte: el 27,5% no sabe cómo definirse políticamente, síntoma claro de desconexión conceptual.
¿Quién piensa en los jóvenes?
Cuando se les pide identificar qué espacio político se preocupa más por la juventud, la respuesta mayoritaria es contundente:
-
“Nadie” (34,6%)
-
La Libertad Avanza (32,1%)
Fuerza Patria (16,6%)
El resto queda muy atrás.
La sensación de orfandad política atraviesa a esta generación: más de un tercio siente que ningún espacio los representa.
La gestión Milei: entre la expectativa y la decepción
Los jóvenes están divididos respecto a la dirección del país desde la asunción de Javier Milei:
-
45,1% cree que va en la dirección correcta
41,8% en la incorrecta
Pero cuando la pregunta se vuelve personal, el diagnóstico se endurece: el 38,3% dice que su situación económica empeoró y solo un 22,9% afirma haber mejorado.
Sobre el cumplimiento de expectativas:
-
42,5% cree que Milei hizo lo que esperaba
29,2% piensa que hizo menos
22,7% considera que hizo más
Qué les preocupa: economía al tope
Cuando se les pide elegir su principal problema, la economía encabeza la lista (26,8%), seguida por trabajo (19,5%) y educación (17,7%). La corrupción aparece más atrás (10%).
Se trata de una juventud que, aun siendo crítica, está atravesada por dificultades materiales que condicionan su mirada política.
Una generación que no es apática, sino exigente
La encuesta deja una conclusión clara: los jóvenes argentinos no le dieron la espalda a la política, pero sí a quienes sienten que no los escuchan. No rechazan la democracia ni el Estado; rechazan las promesas incumplidas, los discursos vacíos y la falta de soluciones concretas.
Están preocupados, atentos y críticos. Una generación que pide menos marketing y más coherencia; menos grieta y más acuerdos; menos eslóganes y más futuro.
Una juventud que, aunque decepcionada, todavía espera algo de la política.
Te puede interesar...



















Dejá tu comentario