¿La derrota en Provincia de Buenos Aires pone en jaque al programa económico de Milei y Caputo?
La Argentina que recibió Javier Milei tenía dos problemas: el déficit fiscal y la deuda. El primero, el gobierno, logra resolverlo; pero del segundo está lejos.
El Gobierno trata de metabolizar el impacto de la derrota determinante de la legislativa de la provincia de Buenos Aires. Si el resultado del programa económico depende de que el Gobierno nacional siga ganando elecciones, entonces está en un problema.
El domingo por la noche, el ministro de Economía, Luis Caputo, salió a ratificar el programa económico, del mismo modo que lo hizo el presidente Javier Milei.
Le estaban hablando a los mercados, que este lunes van a abrir con una disparada del riesgo país bien claro por encima de los 1000 puntos, lo que aleja el retorno de la Argentina a los mercados de deuda. Es todo un problema, en enero vencen unos u$s5000 millones.
En la previa las acciones de empresas argentinas que cotizan en Nueva York bajaron 10%, en el caso de Grupo Galicia, y el 8% en YPF. El dólar se va a ir rápidamente al techo de la banda a $1.460 lo que va a obligar al Banco Central a vender reservas para sostener el tipo de cambio.
Van a ser siete semanas de alta volatilidad. Si como dice el ministro Luis Caputo “esta vez no va a ser lo mismo”, la realidad es que esto se parece bastante a la derrota de Mauricio Macri en las PASO el 2019 ante Alberto Fernández.
Hay errores del programa
Si el programa económico argentino requiere que gane las elecciones el gobierno, porque de lo contrario y ante un eventual retorno de la oposición el mismo se desploma, entonces hay problemas de diseño y diagnóstico.
Desde que comenzó la gestión libertaria el ministro de Economía, Luis Caputo está tratando de hacer bajar el riesgo país para retornar lo antes posible a los mercados de deuda voluntarios. Y es que Argentina no está en condiciones de cancelar su deuda. Necesita refinanciarla.
Caputo y su equipo quieren convencer a los mercados que haciendo bien las cuentas en el plano fiscal y estabilizando la inflación es suficiente. Pero los mercados le piden que acumule reservas a través del BCRA.
Los mercados podrían prestarle a la Argentina a tasas razonables del 7%, como a otros países de la región, pero para ello quieren ver que el Banco Central es capaz de acumular dólares. Es como una garantía. No firman cheque en blanco, ya la Argentina viene con muchos defaults en su historia. No tiene crédito.
El BCRA no ha acumulado dólares y el año pasado el gobierno se comió u$s23.000 millones del blanqueo. Lo de Caputo es una apuesta desesperada a abrir los mercados. Si lo logra, entonces toda la economía podría descomprimir y retomar el crecimiento.
El error, tal vez, haya sido no acumular dólares cuando pudo. En 2024, luego de la dura devaluación de diciembre de 2023 que licuó pasivos, el gobierno aplicó un duro ajuste fiscal y luego retrasó el tipo de cambio como ancla para la inflación. Había acumulado unos u$s8000 millones al inicio del año, y los entregó al final para financiar el retraso del tipo de cambio.
El crawling peg funcionó hasta marzo
El crawling peg funcionó hasta marzo pasado, cuando la inflación saltó a 3,7%, lo que obligó al acuerdo con el FMI y las bandas cambiarias de abril. Caputo recibió otros u$s13.000 millones del FMI y decidió no comprar reservas como le pedía el Fondo para que baje el riesgo. Apostó a que en octubre va a haber un triunfo del gobierno que le permita obtener un número minimo de legisladores que le permitirían blindar el programa económico
Es decir, el plan de Javier Milei tiene dos problemas: requiere de una astucia política como para asegurar resultados, que por ahora no ha demostrado y a la vez, tiene errores de base. La realidad indica que no alcanza con hacer los deberes fiscales para los mercados.
Lo que reste hasta las legislativas van a ser de alta tensión financiera. El BCRA va a tener que vender dólares para sostener el tipo de cambio en el techo de la banda.
Suponiendo que el gobierno pueda revertir el mal resultado bonaerense con un triunfo a nivel nacional, la credibilidad de Milei quedará golpeada. Quedan dos años todavía y arriba del barco están los argentinos.
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