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La Mañana Comodoro Rivadavia

Comodoro Rivadavia: ayudaba a un perro de la calle y una vecina enfurecida la agarró del cuello

“Pensé que me mataba”, contó la proteccionista, que en su casa tiene varios animales en tránsito. Dijo que le pusieron obstáculos para denunciar la agresión.

Una proteccionista de Comodoro Rivadavia sufrió una violenta agresión cuando intentaba socorrer a un perro abandonado a su suerte y en pésimo estado en la puerta de una casa vecina, cuya dueña salió a los gritos y en un ataque de furia, terminó arrinconando contra una pared y agarrándola del cuello.

"Sentí que me iba cerrando la garganta, creí que me iba a matar", contó este martes Cristina, la víctima de la violenta agresión, en diálogto con ADNSUR y todavía angustiada por la situación que le tocó vivir con una mujer a la que conoce de hace años y con la que no tenía -hasta ahora- problema alguno.

Todo comenzó cuando la proteccionista advirtió la presencia, en la entrada de lo de su vecina, de un perro callejero en condiciones deplorables: extremadamente flaco, sin dientes y de una edad avanzada (alrededor de 15 años).

La mujer seguidilla decidió asistirlo dándole comida y agua, mientras empezaba a enviar sus habituales mensajes de alerta en las redes sociales cuando toma conocimiento de este tipo de casas, en páginas que les buscan un hogar de tránsito a los animales en condición de vulnerabilidad.

La quiso alertar de un peligro

El perro se había refugiado el domicilio de al lado, que tenía la puerta y el portón abiertos. Por eso, Cristina alertó a la mujer que cuida regularmente esa propiedad sobre la situación del perro y el peligre que representaba, por la inseguridad, tener la entrada sin cerrar.

"Le dije que estaba buscando tránsito para él", recordó la proteccionista, quien según cantón mantenía una buena relación con la cuidadora, amiga de su vecina directa. Nunca imaginó que recibiría una respuesta tan hostil.

Inesperadamente, la mujer empezó a insultarla y mostró una actitud de extrema agresividad. "Me dijo que estaba cansada de los perros, algo que nunca me había manifestado antes. Yo tengo perros rescatados en mi casa", detalló la víctima.

La situación se tornó crítica en segundos. Siempre según el relato de Cristina, la agresora se acercó con una expresión amenazante, los ojos desorbitados y la respiración entrecortada. La empujó con violencia contra un paredón y le apretó el cuello con fuerza, impidiéndole respirar normalmente.

El estrangulamiento solo cesó cuando el esposo de la atacante y intervinieron y lograron sacarle de encima a la agresora. Cristina quedó en estado de shock, llorando y aterrorizada por lo ocurrido.

Obstáculos en una comisaría de Comodoro Rivadavia

Tras el incidente, la proteccionsita llamó a la policía de inmediato. En unos minutos, llegaron agentes en un patrullero, y al observar las marcas en su cuello, le recomendaron acudir al hospital para obtener un certificado médico que documentara las lesiones. En el centro de salud constataron las evidencias del ataque que había sufrido.

Sin embargo, cuando intentó formalizar la denuncia en la Comisaría del barrio Palazzo, cerca del aeropuerto de Comodoro, se encontró con un rechazo. Según indicó, no le tomaron la declaración "con la excusa de que el jefe policial y el juez de paz ya habían intervenido".

La Comisaría del barrio Palazzo, en Comodoro Rivadavia
En la comisaría le dijeron que no le tomarían la denuncia porque ya había intervenido un Juez de Paz.

En la comisaría le dijeron que no le tomarían la denuncia porque ya había intervenido un Juez de Paz.

Finalmente, tras concurrir a la fiscalía, logró que la denuncia fuera registrada oficialmente. Presentó el certificado médico y capturas de pantalla que evidencian otros episodios de hostigamiento hacia proteccionistas de la zona que realizan tareas de castración y alimentación de animales en situación de calle.

La agresora, que no vive al lado de Cristina pero cuida la propiedad donde encontró al animal maltrecho -según contó la denunciante- no demostró ningún tipo de arrepentimiento ni el más mínimo interés en disculparse.

Por el contrario, luego de la agresión, se quejó por la suciedad que había dejado el perro en la entrada de la propiedad que está a su cuidado.

"Ahora me da miedo salir, dejar a mis animales solos o encontrarme con ella en la calle", confesó.

"Nosotros (los proteccionistas) solo queremos ayudar, castrar animales, darles alimento para que no sufran y tengan una mejor calidad de vida", expresó Cristina con tristeza al referirse a otros ataques a quienes, como ella, se ocupan de los perros de la calle.

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