“En vez de felicitarnos, nos reprochan que sus hijos aparecieron en las fotos”, dijo tras desbaratar un evento con menores y alcohol en Comodoro Rivadavia.
Una fiesta clandestina en la que participaban menores de edad fue desactivada por la Policía de Chubut en la madrugada del último sábado en Comodoro Rivadavia. El evento se desarrollaba en una vivienda particular ubicada en el barrio Standard Norte y había sido descubierto previamente en las redes sociales, tras lo cual se iniciaron tareas de seguimiento.
Los adolescentes fueron trasladados al hospital antes de ser entregados a sus padres, ya que la dependencia policial carece de un espacio adecuado para alojarlos.
Pero más allá de la noticia, se suscita una polémica entre el comisario a cargo del procedimiento y los padres de los menores involucrados, de entre 14 y 16 años, quienes hicieron público un reclamo a la Policía.
“En lugar de recibir felicitaciones por nuestra intervención, muchos padres nos reclaman porque sus hijos aparecieron en fotografías que luego circularon en medios. Deberían preocuparse más por saber dónde están sus hijos”, disparó Hugo Morales, quien está al frente de la de la comisaría de Kilómetro 8.
En declaraciones a Del Mar Digital luego del operativo del fin de semana, el jefe policial también se quejó de que los padres prefieren cuestionar la intervención de los agentes “en vez de confrontar a sus hijos”.
Además, Morales les advirtió sobre la forma en que se organizan estos encuentros y los riesgos que implican. Recordó que este tipo de reuniones no solo implican el consumo de alcohol por parte de menores, sino también posibles daños a vehículos o disturbios en la vía pública, como ya ha ocurrido en ocasiones anteriores.
“Se convocan a través de grupos cerrados de WhatsApp e Instagram, lo que dificulta su detección. Trabajamos con las redes sociales para identificar estos eventos. Hay que destacar el trabajo del personal de calle, que logró intervenir con rapidez”.
EL operativo en la fiesta de Comodoro Rivadavia
El comisario confirmó que el evento fue identificado tras tareas de inteligencia realizadas a lo largo de la semana. “Durante la madrugada se identificaron unos 15 menores que circulaban por la vía pública consumiendo alcohol. Cerca de las 3 de la mañana pudimos confirmar el domicilio donde se llevaba adelante la fiesta”, detalló.
Morales explicó que se solicitó la intervención del área de Fiscalización municipal, pero al tratarse de una vivienda particular, no fue posible labrar un acta comercial. En su lugar, la Policía confeccionó un acta de infracción que también fue elevada al Tribunal de Faltas.
Según se pudo establecer, la fiesta era organizada por dos personas mayores de edad, presuntas propietarias de la casa, y reunió a al menos 37 adolescentes, todos oriundos de distintos barrios de la ciudad. Los jóvenes, de entre 14 y 16 años, habían pagado una entrada de $3.500 y debían llevar su propia bebida alcohólica.
El operativo se concretó entre la 1:25 y las 2:23 horas, e incluyó la intervención de agentes municipales de habilitaciones comerciales y preventores urbanos, aunque su actuación fue limitada por tratarse de un domicilio privado. Ante esta situación, se solicitó el retiro voluntario de los asistentes, quienes abandonaron el lugar sin incidentes.
Durante los patrullajes preventivos realizados esa misma noche, la Policía detectó a varios menores que se dirigían al evento portando bebidas alcohólicas, las cuales fueron secuestradas en presencia de testigos.
Entre lo incautado había latas de cerveza (Quilmes, Brahma, Heineken), botellas y cajas de vino (Toro, Resero, Viña de Bilbao), vodka (Sky, Smirnoff, 67), Fernet Branca y Dr. Lemon de un litro. Todo fue documentado en el acta de denuncia policial.
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