Femicidio de Jessica Scarione en Neuquén: el historial delictivo de "El Canta", temido en la meseta neuquina
Luis Alberto Espinoza, alias "Canta" había robado a una empresa vecina de Colonia Nueva Esperanza. Había sido capturado ingresando a Neuquén desde Chile.
Luis Alberto Espinoza, alias “El Canta" —abreviatura de "Cantarilla”— llegó a la audiencia de formulación de cargos por el femicidio de Jessica Scarione caracterizado como un temido varón de la meseta neuquina. Su pasado, que incluye pedidos de captura y reincidencia, fue determinante para que se le dictara prisión preventiva, una medida que incluso avalaron sus propias defensoras.
No solo fue declarado reincidente en 2018, sino que la Fiscalía lo describe como un hombre capaz de fugarse y entorpecer las investigaciones, por lo que pidió y obtuvo seis meses en prisión, mientras que la investigación seguirá su curso a cargo de la fiscal Lucrecia Sola.
En la audiencia inicial, la representante del Ministerio Público Fiscal (MPF), presentó contundente evidencia que apunta a que es el autor del delito de homicidio triplemente agravado, cometido con el tiro mortal que mató a la mujer, como la confesión del femicidio, testimonios, prueba audiovisual y los procedimientos policiales que lo capturaron cuando se escondía en un basural de Senillosa.
Además, un eje crucial del crimen es el historial de violencia de género que el imputado por femicidio ejerció desde el inicio de la relación de pareja, en 2021. Se investigan tres expedientes abiertos en el Juzgado de Familia por denuncias de Jéssica, además de las registradas en la línea 148, vinculadas a lesiones atendidas en el Hospital. La última, calificada como código rojo, es decir, riesgo de femicidio por amenazas de muerte.
Quién es el temido "Canta" de Colonia Nueva Esperanza
Los registros judiciales ubican Luis Alberto Espinoza, alias “El Cantarilla”, imputado del femicidio de su pareja Jessica Scarione siempre con domicilio en Colonia Rural Nueva Esperanza, en un predio que compartía con su padre y su hermano, cada uno con su vivienda.
Espinoza llegó a la audiencia de formulación de cargos con un pesado historial judicial a cuestas. No solo fue declarado reincidente en 2018, sino que la Fiscalía citó otros detalles, por lo que lo describió como un hombre capaz de fugarse y entorpecer las investigaciones por delitos cometidos en su propio barrio.
Según consta en registros judiciales, Espinoza fue condenado por hurto con escalamiento en carácter de coautor y por daño como autor. La sentencia incluyó dos años de prisión efectiva y declaró su primera reincidencia. Por ese hecho existen dos expedientes porque el delito lo cometió junto a su hermano Héctor Manuel Espinoza en 2017 contra la empresa de un vecino de Colonia Nueva Esperanza, que denunció el hecho en la Comisaría 20.
Antes, Espinoza ya tenía una condena unificada de seis años y ocho meses por delitos contra la propiedad, cumplida hasta diciembre de 2016.
Espinoza fue detenido dos veces por una orden de captura
De acuerdo a la investigación en curso, Espinoza le disparó a Jessica con un arma de fuego calibre 357 y escapó. Según la autopsia, su pareja agonizó una hora y murió por una hemorragia. Tras huir de su vivienda, fue encontrado en el humeante basural de Senillosa cinco días después, a unos 33 kilómetros de la escena del femicidio.
Durante la audiencia por el femicidio, la fiscal recordó su historial de fugas para fundamentar la medida cautelar. Señaló que en 2016 ya se había dictado una orden de captura contra Espinoza.
Finalmente, en diciembre de 2017 fue detenido cuando ingresaba desde Chile sin registrar salidas del país, lo que sugiere que pudo haber cruzado de manera ilegal. “Las posibilidades de fugarse y mantenerse oculto ya se han demostrado”, planteó la representante del Ministerio Público Fiscal.
La Fiscalía también describió que, tras el crimen de Scarione, Espinoza abandonó la escena y se llevó el arma de fuego, que hasta hoy no fue hallada a pesar de los allanamientos. “Puede haberla escondido en cualquier lugar o entregársela a alguien más”, advirtió. La funcionaria judicial sumó que más de un testigo manifestó temor ante el imputado y que incluso restan personas por entrevistar, lo que podría verse afectado si Espinoza no está detenido.
“Es la única medida idónea fundada en la propia conducta del imputado”, fundamentó la fiscal, quien insistió en que la prisión preventiva permitirá no solo completar la investigación, sino también avanzar hacia la etapa intermedia donde se define si habrá juicio y se presenta la prueba. El juez Aufranc aceptó el planteo y ordenó la medida coercitiva.
"Los hermanos agresivos" de Colonia Nueva Esperanza
La escena en Colonia Nueva Esperanza refleja este clima de violencia e impunidad: vecinos llaman a Espinoza y a su hermano por su característica agresividad, lo cual refuerza el hecho de que la violencia y los antecedentes del imputado no son episodios aislados, sino parte de un historial que ahora se enlaza con uno de los femicidios cometidos en la meseta neuquina.
Para la Fiscalía, Espinoza cometió el femicidio alrededor de las 21.30 del 12 de septiembre. Un registro fílmico de una cámara vecina captó estruendos compatibles con detonaciones y los gritos de una mujer segundos antes de nuevos disparos. Luego el pedido de ayuda de un hombre.
"El viernes se escucharon 4 o 5 disparos muy seguidos de gritos de mujer como lastimada, que se quejaba, y voz de ayuda del imputado", describió la fiscal. El vecino que aportó ese registro relató que era "una familia problemática, hermanos agresivos" y que mientras que a Jessica la habían visto poco, cruzándola desde hacía tres años, al imputado lo conocían de hacía muchos años por su apodo, "Canta".
"Las peleas, sobre todo eran cuando él tomaba", recalcó. El detalle especial de la noche del crimen, es que si bien "es normal escuchar disparos", prestó especial atención. Según el vecino, temió que entraran a robar, y por eso comenzó a manipular la cámara buscando el origen de los tiros. Todo esto, sumado a la confesión de Espinoza a su hermana, constan en la causa por la cual finalmente, el temido personaje de Colonia Nueva Esperanza podría ser condenado a prisión perpetua.
Te puede interesar...
Dejá tu comentario