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La Mañana Música

En el norte neuquino le hicieron una cueca al coronavirus

Julio Parada le compuso una canción en homenaje a los que combaten en la primera línea la pandemia.

Cuando el oficio de compositor y de cantor se lleva en la sangre, siempre hay un momento para escribir sobre las realidades que viven los habitantes del norte neuquino. Esta vez la inspiración llega por la batalla en la que todos estamos inmersos y por los esfuerzos de aquellos que están en la primera línea y poniendo cuerpo y alma para ganarle a este enemigo invisible que nos acecha. Así lo piensa y lo vive Julio Parada, un valor de la música y la cultura del norte neuquino de la nueva camada. De ese grupo de hombres y mujeres que tienen la sagrada responsabilidad de tomar el legado que están dejando aún Atilio Alarcón y Ester Castillo, dos baluartes del canto popular. Julio, o “Julito”, como es reconocido en la región, hace unos días escribió unas letras sobre la pandemia de coronavirus y sobre los que luchan, y le puso música y ritmo de cueca. “Las Ovejas es la capital de la cueca neuquina y quise con este tema rendirles un homenaje a todos aquellos que luchan en nuestro nombre, mientras nosotros nos quedamos en casa”, señaló Parada.

Julio cumple obligaciones como preceptor en la EPEA y también se desempeña en la residencia estudiantil de la localidad, donde asisten jóvenes que provienen en su gran mayoría del campo en búsqueda de forjar un mejor futuro. “En los tiempos libres me siento a componer y trato de plasmar en mis escritos las vivencias y las historias de mi gente”, cuenta.

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Los inicios de niño

El joven cantor cuenta que su oficio (que se convirtió en el arte de la canción después) lo aprendió de niño. “De mi padre no solo heredé su mismo nombre y apellido sino también su amor y su pasión por las cosas del campo. De niño siempre me llevaba a las fiestas populares y ahí fui conociendo la cueca y me gustó, así que desperté a mis ojos y de a poco fui aprendiendo de solo mirar”.

Cuenta también que con el paso del tiempo fue perfeccionando aquel “toco de oído”. Hoy Julio está a punto de recibirse de Profesor de Música estudiando en Chos Malal. “Hace 11 años pisé por primera vez un escenario, y con mucho orgullo fue en la Fiesta de la Lana, la principal fiesta de mi pueblo”, contó. Desde entonces ha completado varias presentaciones que le han valido cierto reconocimiento. “Hacer cueca y tonadas es hacer un culto y un honor a nuestras tradiciones, a nuestra cultura y a nuestra historia como pueblo para que queden perpetuadas en el tiempo”.

La cueca de la pandemia y sus referentes

Julio Parada cuenta que en este camino de la música ha tenido el privilegio de compartir escenario con aquellos cantores que admiraba de pequeño, como Atilio Alarcón y Ester Castillo. “A doña Ester tuve la enorme posibilidad de acompañarla con el infaltable tañido de su guitarra en varias oportunidades. Eso ha sido uno de mis sueños como músico cumplidos”, dijo.

Respecto a la letra de la cueca compuesta, dijo “que estos días de encierro permitieron que surgieran las palabras para agradecer el esfuerzo de tantas personas por cuidarnos y para darnos ánimos que la fe y la esperanza no deben faltar para ganar esta batalla”.

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