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En Nueva Esperanza les da gastroenteritis por el agua

El barrio no tiene red y recibe el fluido de camiones municipales.

Alejandro Olivera

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Los vecinos de Colonia Rural Nueva Esperanza sufren gastroenteritis por el agua que consumen, que es provista por el Municipio con camiones. Según indicaron los vecinos, el líquido suele estar en condiciones, pero dudan de la higiene de los tanques de los vehículos. La Defensoría del Pueblo espera los resultados de un estudio que determinará si el agua es apta para consumo humano.

La problemática data del nacimiento del barrio, creado en 1994 por la ordenanza municipal número 6799. El sector, que aún no está completamente regularizado, no cuenta con todos los servicios básicos y padece la falta de agua potable, situación que se agrava en verano cuando las altas temperaturas azotan la meseta.

La comisión vecinal de Nueva Esperanza firmó un convenio con la Municipalidad para abastecerse. El titular de la entidad barrial, Carlos Coronel, contó que los camiones pasan cada dos días, pero las condiciones de transporte y almacenamiento afectan la salud de los vecinos.

“El inconveniente es que se generan algunos casos de gastroenteritis durante el año, lo que se profundiza en verano, cuando afrontamos altas temperaturas y los barriles donde almacenamos el agua se calientan y se convierten en un caldo de cultivo de bacterias”, manifestó.

Coronel señaló que el abastecimiento se realiza en tiempo y forma, aunque advirtió que los días posteriores a un período de lluvia el líquido les llega turbio. “Generalmente el agua viene limpia, pero cuando viene sucia tenemos estos problemas de salud”, concluyó.

La historia del agua en el barrio es vieja, pero en los últimos años lograron que el Municipio mantenga la regularidad en el servicio. La Defensoría del Pueblo intercedió para tener el actual régimen de abastecimiento. Silvio Baggio, abogado del organismo, explicó que los vecinos solicitaban 1200 litros de agua por día, pero en la mesa de diálogo acordaron que el camión pase cada dos días y reparta unos 2500 litros. Además, dijo que se daba una situación conflictiva cuando había paro, porque a veces pasaban varios días hasta que restablecían el servicio.

“Hemos tenido algunas audiencias y el Municipio se comprometió a seguir con la distribución a pesar de los problemas que se generan por cuestiones internas. El arreglo fue que lo haría el día posterior al conflicto”, detalló.

Baggio resaltó que la Defensoría solicitó un informe sobre la calidad del agua, por lo que esperan los estudios que realizaría el Ejecutivo. “Aún no está acreditada su potabilidad, pero creemos que el problema reside en los tanques de los camiones, que podrían tener óxido u otros desechos”, puntualizó.

“Es llamativo que se trate de un barrio completamente planificado y que nunca se los haya acompañado con los servicios. La responsabilidad recae sobre la Municipalidad”, concluyó.

Esperan las obras para tener la red de agua en marzo

Mientras se desvelan por los problemas que tienen con el agua que consumen, los vecinos de Nueva Esperanza esperan con ansias las obras de infraestructura que les permitirán acceder a un servicio de calidad. Según manifestó Carlos Coronel, presidente de la vecinal del barrio, prevén que en marzo de 2018 estén terminados los trabajos destinados a la colocación de cañerías que lleven el agua al barrio.

Tras largos años de reclamos, Nueva Esperanza podrá contar con una red que se alimentará directamente del lago Mari Menuco.

“Recientemente, el gobierno de la provincia armó un plan de obras para distribuir agua proveniente del lago Mari Menuco, lo que demandaría unos 55 millones de pesos. Así que consiguieron los fondos en Nación y ahora están en pleno proceso de licitación las obras necesarias”, detalló el vecinalista.

Coronel estimó los plazos de cada etapa del emprendimiento: desde la adjudicación de la obra, se demorarán unos 180 días en terminarla, por lo que estimó que en marzo del próximo año podría estar finalizada la infraestructura para que el agua potable llegue al barrio. Luego, habría que conectar cada vivienda a la red para que los habitantes tengan el servicio disponible de forma permanente.

“Sólo falta que se empiece a ejecutar la obra, pero nosotros seguiremos con los problemas hasta que se terminen los trabajos”, manifestó con un dejo de bronca y algo de resignación el dirigente vecinal. Además, esgrimió que los trabajos no deberían demandar mucho tiempo más porque el acueducto del Mari Menuco atraviesa el barrio.

Estudio: La Defensoría del Pueblo espera un análisis para saber si el agua es potable.

36 kilómetros de cañerías requiere la red de agua.

Es para conectar el barrio Nueva Esperanza con el acueducto que alimenta a la ciudad con agua del lago Mari Menuco. El conglomerado fue creado por ordenanza en 1994.

Los que pasaron por lo mismo

Valentina Rural Norte

Cuando los vecinos se mudaron al barrio, intentaron extraer agua de pozo, pero estaba contaminada por la actividad hidrocarburífera que se realiza en los alrededores. En 2015 se finalizaron las obras.

Tomas 2 y 7 de Mayo

Tras varios años sin agua potable, durante los cuales vivieron con el abastecimiento con camiones de la municipalidad, les llevaron la red por impulso de la Defensoría del Pueblo.

Puesto Guzmán

Se trata de una zona productiva ubicada fuera del ejido urbano de Neuquén, a la que el Municipio proveyó de agua históricamente, pero a fines de 2015 decidió dejar de llevarles el servicio básico.

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