De un embrión congelado nace un bebé 30 años después: la increíble historia de Thaddeus
Un embrión congelado durante tres décadas permitió que un bebé llegara al mundo muchos años después de su hermana melliza, generando un caso sin precedentes.
La historia parece sacada de una novela de ciencia ficción, pero ocurrió en la vida real: dos hermanos gemelos concebidos en 1994 nacieron con 30 años de diferencia. Mientras la niña llegó al mundo ese mismo año, su hermano permaneció congelado hasta que una nueva familia decidió adoptarlo y gestarlo en 2025. El recién nacido, de apenas cuatro meses, tiene así una melliza treinta años mayor y un apellido distinto al de ella.
El niño fue producto de la formación y evolución de un embrión en el año 1994. Por eso, es considerado como "el más antiguo del mundo". Sin embargo, su nacimiento no se produjo 9 meses más tarde. Tuvieron que pasar 30 años para que eso ocurriera. Por lo que se lo considera como un nuevo récord para la ciencia reproductiva. En el momento de la "concepción" del niño, sus padres, tenían solo 5 y 3 años de edad. No se trata de dos niños que tuvieran una condición reproductiva o de desarrollo extraordinaria, no.
Cuando se produjo la concepción, sus "futuros padres" eran niños que crecían jugando con sus padres y en un jardín de infantes.
El embrión más antiguo del mundo, con un hermano gemelo de 30 años
Esa es la asombrosa historia de Thaddeus. Un niño que hoy, tiene apenas 4 meses de edad. Pero que fue "concebido" hace 31 años. Se mantuvo crio preservado todo este tiempo. Hasta que nació el pasado mes de agosto de 2025.
Sus padres se llaman Lindsey y Tim. Ambos juegan con su edad y la de su pequeño bebé. Tienen 36 y 34 años respectivamente. Pero si el pequeño Thaddeus hubiese nacido nueve meses más tarde de su concepción, hoy tendría 31 años, apenas 5 y 3 años menos que sus padres.
Comencemos a dar parte de las respuestas de este caso asombroso de la medicina reproductiva y no exento de debate. Su madre biológica se llama Linda. Vive en Portland, Oregon, en los Estados Unidos. A casi 4 mil kilómetros de Lindsey, la madre legal de Thaddeus.
Linda deseaba tener más hijos, pero su matrimonio terminó y, con el divorcio, ella logró que la justicia determinara que se quedara con la custodia de los embriones. Decidió donarlos bajo la condición de una “adopción abierta”, es decir, que en su momento, se le permitiera conocer a los padres adoptivos. “Quería saber dónde estarían, conocer a la familia y verlos crecer”, explicó Linda.
A 4 mil kilómetros de distancia y 30 años más tarde de la "concepción" del embrión, el camino de Lindsey y Tim hacia la paternidad estuvo marcado por dificultades: varios intentos frustrados de lograr un embarazo. La pareja ya investigaba la adopción tradicional cuando, por casualidad, encontró el sitio web de una ONG especializada en adopción de embriones. “Pensé: es la realización de un sueño. Puedo adoptar un bebé. Puedo gestar y dar a luz a un hijo”, relató Lindsey. Era la oportunidad que se le abría a ella y a Tim, gracias al avance de la ciencia.
¿Un bebé de 4 meses o un hombre de 31 años?
La “edad” del embrión no preocupó a la pareja. Es que el centro de fertilización tenía embriones preservados desde hacía décadas. Y este, el más antiguo, databa de 1994.
Con todas las garantías de los científicos, sobre el desarrollo normal de un embrión preservado durante 31 años, se animaron a dar el gran paso hacia la paternidad: “Realmente creemos que todo embrión debe tener una oportunidad de vivir, así que dijimos ‘sí’ a los embriones de 30 años”, afirmó Tim. Cuenta que solo “tomó dimensión” del récord cuando la prensa los contactó para difundir el caso. "En ese momento comprendí que cuando mi hijo fue 'concebido', yo apenas tenía 5 años", contó Tim aún sorprendido y emocionado.
Durante tres décadas, el embrión de Thaddeus se conservó en un tanque de nitrógeno líquido a casi 200 grados bajo cero. Según la embrióloga Sarah Coe Atkinson, quien preparó el embrión, estaba "completamente nuevo". "Los embriones se congelan en el tiempo; no envejecen ni un solo día. El nitrógeno está tan frío que parece ciencia ficción", afirmó.
Sin embargo, el procedimiento para hacerlo viable fue delicado. La tecnología de fertilización ha evolucionado significativamente, y la técnica de congelación utilizada en la década de 1990 era gradual, creando cristales de hielo que podían destruir las células al descongelarse. La científica utilizó una técnica de baño de agua a 35 grados para reactivar las células de forma segura.
9 meses de embarazo y un nacimiento 30 años más tarde
Tras una semana de cultivo, el embrión estaba listo. La implantación en Lindsey duró solo 10 minutos y, dos semanas después, recibió la noticia que esperaba casi sin esperanzas: Estaba embarazada y el embrión se desarrollaba en su útero de manera completamente normal.
El caso de Thaddeus, sin embargo, pone de relieve un problema mayor: en Estados Unidos hay más de 1,5 millones de embriones congelados, un país que, según el Dr. John Gordon, no cuenta con leyes que limiten su creación. Linda, la madre biológica, no se arrepiente de la donación. Ella es la madre de la hermana gemela de Thaddeus, pero que es 31 años mayor que su pequeño hermano. Idéntico a ella en su ADN. La madre biológica y su hija, esperan conocer a Thaddeus. Con las diferencias de sexo, es igual a Amanda (cuando era bebé). Linda le reveló a la prensa: "Mi hija llama a Thaddeus su hermano gemelo, pese a que tiene 31 años y el bebé, tan solo 4 meses". Amanda, tiene a su vez, un hijo de 10 años.
Te puede interesar...











Dejá tu comentario