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La Mañana Venta de bebés

El oscuro mundo de la venta de bebés: dos gemelas adoptadas al nacer se reencuentran por Tik Tok

Amy y Ano fueron adoptadas por dos familias diferentes en Georgia, en un siniestro mercado de tráfico de niños. Se encontraron a los 19 años gracias a la red social.

Amy Khvitia y Ano Sartania son gemelas y nacieron en Georgia, pero las separaron cuando eran bebés. Dos familias las adoptaron por separado, sin saber nada una de la otra, pagando a los médicos y a los progenitores. Por eso tienen apellidos diferentes.

A los 19 años, gracias a videos de Tik Tok, las adolescentes se descubrieron y comenzaron a investigar lo que les había ocurrido para terminar destapando el siniestro submundo del tráfico de niños en esa exrepública soviética.

Lograron reencontrarse gracias a un grupo de Facebook, dirigido por la periodista Tamuna Museridze, que se dedica a conectar familias en Georgia, donde hubo muchos casos de niños robados y traficados, dado el problema que arrastraba el país desde la disolución de la URSS.

Amy Khvitia y Ano Sartania, gemelas robadas y vendidas de Georgia
Amy Khvitia y Ano Sartania, en una foto reciente que subieron a Instagram.

Amy Khvitia y Ano Sartania, en una foto reciente que subieron a Instagram.

El descubrimiento

Amy y Ano nacieron en 2002 en el hospital de Kirtskhi, al oeste de Georgi. Pero las dieron (o vendieron) en adopción y cada una fue a vivir a una ciudad distinta del país.

A los 12 años Amy seguía el programa de televisión Georgia Got’s Talent, la versión georgiana de la serie Got Talent, donde distintos artistas compiten por el apoyo de la audiencia. Allí vio cantando a una chica idéntica a ella.

Le comentó a su madre que le llamaba la atención lo parecidas que eran. Pero la mujer le respondió simplemente que “todos tenemos un doble” en el mundo. Y no se volvió a tocar el tema.

Siete años después, en 2021, ocurrió lo mismo, pero al revés. Ano, que vivía en Tiflis, a 320 km de la casa de Amy, recibió un video de Tik Tok de un amigo que se había asombrado del parecido con ella de una chica que había subido una grabación a la red social.

Ano le respondió a su amigo que le parecía "genial y divertida" la coincidencia, pero comenzó a sospechar que algo raro ocurría. No podían ser tan parecidas. Así que se propuso esclarecer la situación.

Amy y Ano, en Instagram.
Las gemelas Amy y Ano, de Georgia.

Las gemelas Amy y Ano, de Georgia.

El contacto y la verdad

Ano se esmeró todo lo que pudo hasta dar con Amy. Cuando se encontraron, entendieron que el parecido físico entre ellas no podía ser sólo una coincidencia.

En una entrevista con la cadena británica BBC, Amy contó que el encuentro fue un shock. "Fue como mirarse en un espejo, exactamente la misma cara, exactamente la misma voz. Yo soy ella y ella es yo", sostuvo. Y agregó: “No me gustan los abrazos, pero la abracé”.

Ambas, aunque por separado, encararon a sus familias para reclamarles la verdad. Los padres terminaron admitiendo que las habían adoptado de bebés, porque no podían tener hijos, y lo hicieron pagando a médicos.

Pero les dijeron que entendían que no era algo ilegal, ya que la gestión la habían hecho directamente en el hospital. Y que tampoco sabían que la pequeña que se estaban llevando a casa tenía una hermana.

Amy y Ano, en una foto más reciente.
Amy y Ano, las gemelas vendidas en Georgia.

Amy y Ano, las gemelas vendidas en Georgia.

La investigación que destapó el horror

Impactadas por la situación, Amy y Ano decidieron seguir adelante y buscar a su madre biológica para saber toda la verdad.

En ese camino dieron con un grupo de Facebook dedicado a conectar familias en Georgia, dirigido por la periodista Tamuna Museridze, que las guió en la investigación. Así pudieron dar con su madre biológica y vincularse nuevamente a ella.

Pero si bien Amy y Ano pudieron cerrar su historia, la investigación permitió desnudar toda una práctica de tráfico con bebés en Georgia, que se llevó adelante durante décadas.

En el proceso de búsqueda, las chicas dieron con otra adolescente georgiana que vivía en Alemania y cuya madre, llamada Aza, contaba que había tenido gemelas antes de tenerla a ella, pero que los médicos le dijeron que habían muerto en el parto. Luego comenzó a sospechar que los habían vendido.

Cuando las dos historias saltaron a los titulares de los diarios, comenzó una investigación oficial del nuevo gobierno de Georgia. Allí se descubrió que había infinidad de casos similares.

Se estima que en esta exrepública soviética hubo alrededor de 100.000 bebés que desaparecieron y terminaron traficados entre 1950 y 2005.

Amy y Ano pudieron rehacer sus vidas. Ahora se espera que otros chicos robados al nacer puedan hacer lo mismo, ya que la investigación continúa.

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