La joven de 29 años, oriunda de Zapala, logró recibirse. Combina su carrera con su emprendimiento y su pasión por el powerlifting.
La vida de Catherine Espinosa es un ejemplo de cómo la perseverancia y la determinación pueden llevar a alguien a superar obstáculos y alcanzar sus objetivos. Su historia sin dudas a los “ojos” de los demás es un claro ejemplo de superación y dedicación.
Conocida como "La Chica de los Tequeños", esta joven de 29 años de Zapala logró combinar sabiamente su carrera de enfermería con su emprendimiento de tequeños y su pasión por el powerlifting. El proceso fue extenso y difícil, pero al final de cuentas la meta soñada se logró.
Catherine comenzó estudiando radiología en Neuquén, pero debido a la pandemia y la distancia, decidió abandonar y comenzar a estudiar enfermería en Zapala. Mientras estudiaba, también trabajaba vendiendo tequeños en bicicleta y más tarde atendía un kiosco familiar. Su emprendimiento, "Tequeños Sureños", se convirtió en "La Chica de los Tequeños" y se consolidó como una marca reconocida en la región.
Nacida y criada en Zapala, y luego de cumplir su escolaridad primaria en la escuela 12 y la secundaria en el CPEM 3, Catherine siempre tuvo claro que quería seguir una carrera en el ámbito de la salud. Sin embargo, en ese camino vocacional decidió “escuchar” al corazón de niña y comenzó a cursar otra carrera. “Desde chiquita quise ser veterinaria, fue un sueño que no pude cumplir del todo, me fui a estudiar a Choele Choel en el 2015. Tuve que abandonar en tercer año por varios motivos. Aún siento nostalgia por haber dejado esa etapa, y a veces pienso que con la mentalidad que tengo hoy habría seguido adelante”.
De Neuquén a Zapala
Su historia de vida continuó escribiéndose en Neuquén. Allí se embarcó en una nueva carrera ligada al ámbito sanitario. “En 2019 comencé a estudiar radiología mientras trabajaba en una heladería, pero la pandemia hizo que todo cambiara y me mudé a Zapala en 2021”, relató Catherine. Aun así, con esfuerzo siguió cursando la carrera. “En radiología había llegado al último año. Tenía que viajar a cursar a la ciudad capital. Finalmente, tuve que abandonar porque se me complicaba realizar las prácticas, que en su momento era obligatorio hacerlas allá porque eran de alta complejidad”.
La decisión adoptada fue muy difícil. Sin embargo, se refugió en otra carrera que paralelamente estaba cursando su primer año. Es así que en 2022, la joven comenzó a estudiar enfermería en Zapala, gracias a una beca otorgada por el gobierno municipal. “Aquel año comencé a trabajar en el kiosco de mis tíos, y se dio la oportunidad de estudiar enfermería acá en mi propia ciudad. La carrera la brindaba la municipalidad, eran cupos limitados y mediante un examen de ingreso yo fui una de las becadas”, recordó la joven. “Comencé con esa carrera y en paralelo seguía con radiología. En el 2023 decidí abandonar radiología y dedicarme solo a estudiar enfermería, ya que implicaba más responsabilidad horaria”.
A pesar de los numerosos desafíos que se le fueren atravesando en su trayecto académico, Catherine con mucho trabajo y sacrificio, se dedicó a fondo a su carrera y logró terminarla con éxito hace una semana cuando rindió su última materia en el IUCE. Su familia, amigos y compañeros de trabajo la apoyaron en todo momento. Sus mejores amigas, Lourdes Aravena y Araceli Luna, y su familia (sus padres Elida y Lalo y sus hermanos Noelia, Yoni y Silvina han sido primordiales en su vida y carrera). “Mis padres siempre me han apoyado en cada aspecto de mi vida, y con Silvina, al tener cercanía de edad es con quién más comparto mis anécdotas. Yo la llamo mi “contacto de emergencia”, porque no importa lo que pase, si la llamo ella viene”, contó.
Por otra parte, la flamante enfermera tiene planes de seguir profesionalizándose y especializándose en su carrera profesional. “Mi idea es poder hacer la licenciatura o seguir especializándome en enfermería deportiva, de montaña y alto rendimiento”, aseguró.
Ganarse la vida para ser enfermera
"La Chica de los Tequeños" es un ejemplo de que con determinación y pasión, se pueden lograr grandes cosas. Su historia es un testimonio de la importancia de seguir los sueños y nunca rendirse. “En el año 2021, buscando generar ingresos, me inspiré en la popularidad de los tequeños en Neuquén y decidí probar algo distinto en Zapala. Así nació “Tequeños Sureños”, un proyecto que fui construyendo de a poco, probando recetas y vendiendo en bicicleta”. En aquel entonces compartía la iniciativa junto a un compañero de ruta pero pasaron cosas.
“Con el tiempo, me quedé con el emprendimiento y lo consolidé bajo el nombre de "La chica de los Tequeños" porque mis clientes ya me identificaban así. Por las mañanas vendía tequeños y los repartía en bicicleta. Y en las tardes, los días que no cursaba, trabajaba en el kiosco de mis tíos”, repasó. Catherine en el terreno “empresarial” quiere hacer crecer su negocio y abrir un local propio. Al respecto señaló que “este año decidí dedicarme solo a mi emprendimiento como única fuente de ingresos. Gracias a eso me compré mi moto que es la herramienta con la que entrego mis pedidos de tequeños. Mi idea es poder comprarme maquinarias y si Dios quiere, ponerme un local”. En sus cuatro años de actividad ininterrumpidos ha logrado afianzar su propuesta gastronómica y ha conformado una importante cartera de clientes. “Ya tengo los clientes que me siguen en las redes sociales y directamente hacen su pedido por ese medio, lo que de alguna manera dinamiza la venta y la entrega a domicilio”.
El poder del deporte
Además de su carrera y emprendimiento, Catherine también es apasionada del powerlifting. Comenzó a entrenar en 2022 y ha logrado competir a nivel nacional y clasificar para el mundial. Su pasión por el deporte le ha enseñado disciplina y resiliencia, habilidades que también aplica en su vida personal y profesional. “Es un deporte que me apasiona y al que también le dediqué mucho empeño. Competí a nivel nacional, con muy buenos resultados, fui una de las atletas clasificadas para el mundial”, expresó.
Además, dijo que “creo que el deporte fue clave para mantener la cabeza más tranquila, para distraerme, no ser tan dura conmigo misma y seguir enfocada en mis objetivos. A su vez, comentó que el año pasado viajó a competir a San Martín de los Andes y Loncopué.
Este año hizo lo propio en Bariloche y clasificó para la instancia nacional que se llevó a cabo en San Salvador de Jujuy. “La competencia justo se dio cuando estaba terminando la cursada, pero aun así, con todos los nervios y la presión, en esa competencia logré clasificar al mundial. Para mí fue un logro tremendo”, precisó. “Más allá de que no pueda viajar al torneo mundial, por otros motivos, para mí llegar hasta esa instancia fue hermoso. Y ahora celebro terminar la carrera de enfermería que me ha dejado tantas enseñanzas, tantas frustraciones, alegrías y una amistad que valoro muchísimo”, ponderó.
La clave: organización y disciplina
Catherine se organizaba de manera muy estricta para poder cumplir con sus tres proyectos: la carrera de enfermería, el emprendimiento de tequeños y el entrenamiento de powerlifting. Aprendió a administrar su tiempo de manera efectiva, turnando horarios y priorizando sus objetivos.
Gracias a su disciplina y determinación, logró terminar su carrera de enfermería, hacer crecer su emprendimiento de tequeños y competir a nivel nacional en powerlifting, incluso clasificando para un mundial. Su experiencia le enseñó la importancia de la resiliencia y la valoración del esfuerzo. “Para mí fue un gran desafío estudiar enfermería y al mismo tiempo vender tequeños, porque tenía que organizar los horarios para poder cumplir con las dos cosas. Muchas veces pensé en abandonar, porque sentía que no iba a poder, pero siempre tuve claro que quería terminar la carrera y a la vez seguir con el emprendimiento, que además es mi único ingreso y algo que me identifica mucho”, resaltó. A continuación, detalló que “me organizaba de manera muy estricta: los días que no cursaba los dedicaba a producir y vender, y cuando tenía que estudiar más, turnaba los horarios, por ejemplo, a la mañana con los tequeños y a la tarde con el estudio.
Aprendí a administrar el tiempo, a ser constante y a sostener dos proyectos importantes a la vez”. A todo eso se sumó que siempre quiso mantener sus entrenamientos en powerlifting. “Agradezco infinitamente a mis compañeros y entrenadora del Gimnasio Apex, lugar donde entreno, que fueron un pilar fundamental en estos días”, remarcó.
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