Son 140 casas paralizadas en manos del Banco Hipotecario. Una empresa de Rosario, y las razones por las cuales el IPVU no puede hacerse cargo de a obra.
Desde la meseta de Centenario, las estructuras de hormigón se elevan, como si se tratara de un "elefante blanco": son 140 dúplex y departamentos del Procrear II que nunca se terminaron en la provincia de Neuquén. El complejo, levantado con materiales sustentables y a pocos metros del estadio El Gigante, hoy es un símbolo de la parálisis de la obra pública nacional y que además está en una incertidumbre política de quién va a terminar esa construcción.
La Policía, cada tanto, hace rondines y desde adentro del predio han colocado cámaras de vigilancia, celosamente escondidas, para captar cualquier movimiento ante una eventual usurpación. Las ganas de muchos, en estos tiempos de crisis, no faltan y as autoridades municipales también saben de esta situación.
El proyecto comenzó en 2022 con promesas firmes, de un cambio de vida para muchos que soñaron con la casa propia. Eran otos tiempos, y el oficialismo, a nivel nacional, estaba de campaña. Recién empezaba a vislumbrarse la figura de Javier Milei, tras asumir como diputado nacional, pero nadie creía lo que iría a pasar después.
La Municipalidad de Centenario había firmado en ese momento un convenio con el Ministerio de Desarrollo Territorial y Hábitat para levantar más de un centenar de viviendas en un predio ubicado entre las calles Catamarca, La Rioja y Daniel Palavecino. Es un lugar en la meseta que parece un balcón, desde donde se puede apreciar tanto las chacras como la ciudad.
Dúplex del Procrear II: la situación del Banco Hipotecario
La obra en su momento fue adjudicada a la constructora del grupo PECAM, de Rosario, con antecedentes en grandes proyectos nacionales y regionales, de haber hecho el edificio de la secretaría de Energía de la provincia de Río Negro, entre otros, además del aeropuerto rosarino. Se estimaba un plazo de ocho meses, más de 170 empleos directos y 400 indirectos, con una inversión de $713 millones para las casas y $260 millones para los servicios básicos.
Pero la realidad política del país, después de la pandemia, se impuso por sobre la voluntad. En septiembre de 2023, durante la campaña presidencial y en medio del ajuste de la obra pública ordenado por el entonces ministro Gabriel Katopodis, los trabajos quedaron en suspenso, en todo el país. Con el triunfo de Milei y la disolución del Fondo Fiduciario Procrear en junio de 2025, la obra se paralizó por completo.
La mayoría de los inmuebles del programa fueron transferidos a la Agencia de Administración de Bienes del Estado (AABE), al tiempo que el Banco Hipotecario mantiene la gestión de los créditos de los beneficiarios en las mismas condiciones originales. En Centenario, la obra quedó entro de un limbo, tanto desde lo político como de los financieros. Los materiales de construcción de última generación, bloques tipo Retak (la constructora usa su propia marca Brimax) y estructuras ya levantadas, pero sin un plan concreto para terminarlas.
Desde el Instituto Provincial de Vivienda y Urbanismo (IPVU) se evaluó la posibilidad de pedir el traspaso de la obra, pero esa opción fue descartada. Según confirmaron a LM Neuquén fuentes del gobierno provincial, ea operatoria asoma como “imposible”. La razón es jurídica y financiera porque la obra sigue perteneciendo al Banco Hipotecario, que ya otorgó créditos a la constructora.
“No sería una obra nacional como las demás, sino que tiene un esquema propio de financiamiento que no se puede absorber desde la Provincia”, explicaron. En otras palabras, el gobierno neuquino no tiene forma legal de intervenir (como si lo hizo para pedir el traspaso de las rutas nacionales) para reactivar los trabajos, incluso si contara con recursos disponibles.
Un barrio detenido en el tiempo en Centenario
Lo curioso es que, a pesar del abandono administrativo, las viviendas no fueron saqueadas, como suele ocurrir con obras inconclusas. Los materiales, que valen millones de pesos, permanecen intactos gracias a un sistema de cámaras de seguridad y rondas de la Policía de Neuquén.
Los vecinos aseguran que dentro del predio aún hay hierros, perfiles y bloques que podrían terminar convertidos en viviendas si se definiera un nuevo esquema de financiamiento. Sin embargo, no existe documentación firme en el Concejo Deliberante sobre la continuidad del proyecto, y desde la Municipalidad de Centenario tampoco hay señales de un rescate posible. ¿Cómo es posible entonces que no haya documentos locales y se haya levantado semejante coloso?
El complejo del Procrear II en Centenario se mantiene en la meseta, como una postal de lo que pudo haber sido y que por ahora no fue. Estructuras que deslumbran desde la meseta, custodiadas, pero con un destino incierto.
El plan contemplaba viviendas de 65 metros cuadrados, dúplex y departamentos de dos dormitorios, distribuidos en tiras de hasta tres pisos y el monto original de la construcción ascendía a $713.462.473, mientras que las obras de infraestructura (servicios básicos) estaban presupuestadas en $260.937.020, con un plazo de ejecución de ocho meses.
Por ahora, el Banco Hipotecario sigue siendo el único responsable de las viviendas, y el gobierno provincial se desentendió, porque no pudo intervenir legalmente. El barrio que debía albergar a más de un centenar de familias neuquinas sigue siendo, por ahora, un puñado de paredes en medio del silencio de la meseta, o un símbolo de que nadie ha investigado cómo fue la ruta de fondos desde el Estado al privado.
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