Diez de sus 14 aulas quedaron a cielo abierto en Comodoro Rivadavia y dan las clases online. Una obra mal hecha, reclamos sin respuesta y ahora, una promesa.
La Escuela Secundaria N° 7702 de Kilómetro 8, en Comodoro Rivadavia, quedó severamente dañada tras el temporal de viento que azotó a Chubut el lunes pasado. El fenómeno climático arrancó un sector completo del techo, pero también destapó algo peor: una obra inaugurada hace apenas nueve años con materiales precarios y, según revelaron desde el establecimiento, sin certificación oficial.
Tras el desprendimiento del techo, los padres resolvieron no enviar a los alumnos porque el edificio "no es apto". Desde el lunes, los estudiantes retomaron las clases a distancia, como en tiempos de pandemia.
La escuela ya definió que el cierre del ciclo lectivo será virtual. "Planificamos la virtualidad para esta semana y la próxima ya entraríamos en etapa compensatoria. Nos quedaron cuatro aulas y un SUM y con eso vamos a improvisar para los estudiantes que adeuden materias", explicó Cardozo.
La comunidad educativa también perdió la posibilidad de realizar su muestra anual, prevista para el 20 de noviembre. "Había trabajos hermosos para presentar, pero lamentablemente vamos a tener que cancelarla", lamentó la vicedirectora.
Mientras, la supervisión analiza reubicar a los estudiantes en la Escuela 707 para recuperar materias hasta fin de ciclo.
Jesús Liniker, presidente de la cooperadora escolar, confirmó a Actualidad 2.0 que el miércoles mantuvieron una reunión con supervisores escolares. "Nos dijeron que en 15 días nos volvemos a reunir para que nos presenten un plan para solucionar la problemática que tenemos, que son un montón de necesidades que la escuela viene sufriendo durante todo este tiempo", afirmó.
Solo cuatro aulas para 700 alumnos de Chubut
El temporal afectó todo el ala oeste del edificio, la más reciente, construida en 2017. Allí funcionaban dos laboratorios, baños, preceptorías y al menos ocho aulas. En total, diez de las catorce aulas quedaron inutilizables, además de la sala de profesores, cantina y sectores de electricidad.
La vicedirectora María del Valle Cardozo describió en Jornada Radio la magnitud del daño. "Es como compensar una desgracia con suerte, porque no había estudiantes presentes", señaló.
El desastre que generaron los vientos y una obra precaria en la Secundaria de Comodoro Rivadavia.
Por razones de seguridad, la institución quedó sin luz ni internet debido al cableado expuesto. Solo cuatro aulas permanecen habilitadas para los 700 alumnos que asisten en dos turnos.
En ese momento, la responsable del establecimiento ya anticipó lo que el viento había develado. "El material que se usó (en la obra) no era resistente. Las maderas se quebraron y el sector de aluminio quedó torcido y colgando. Fue muy precario, aunque no se veía", dijo.
Precariedad: maderas sin tratar y clavos de cajón
"Son maderas no tratadas, clavaderas que no corresponden para este trabajo, unidas con madera de obra, o madera de cajón y clavos", denunció Liniker, en la misma línea.
El presidente de la cooperadora fue más allá y dejó entrever posibles irregularidades en la obra. "Lo que más nos sorprendió es que no tienen una certificación de obra esa parte de la escuela. Es una locura pensar esto, pero es así", remarcó.
Este descubrimiento, en realidad, no hizo más que confirmar lo que ya todos sabían. Porque los problemas estructurales en el edificio no aparecieron de un día para otro. Según relató la vicedirectora, desde hace meses los paneles del techo mostraban movimientos evidentes. "En los días de viento se movían los plafones del techo. Sacamos fotos, hicimos todas las incidencias, pero nunca tuvimos respuesta", contó.
Liniker confirmó que entre junio y julio las autoridades escolares ya habían reportado movimientos del cielo raso y filtraciones. Pero la solución nunca llegó.
Según contó Liniker, la comunidad educativa lleva más de dos años señalando problemas que se repiten sin obtener soluciones.
"En verano se corta el agua. Tenemos 800 personas en la escuela y no llegamos ni a 10.000 litros de reserva. En invierno tenemos problemas con los calefactores", detalló. Y reveló que la propia cooperadora de padres compró splits frío calor para calefaccionar. Pero fue una solución a medias: al instalarlos y ponerlos a anda "se sobrecargaban las térmicas y se quedaba sin luz media escuela".
En clase con olor a cloaca
Liniker denunció además una situación insólita que afecta directamente la salud de los estudiantes. "Tenemos una cloaca que viene del vecino, cruza por un aula. Hay una cámara séptica dentro del aula y descargan al otro patio. Eso suele tener olor y los chicos respiran eso", reveló.
La escuela secundaria N°7702 de Comodoro Rivadavia cuando tenía techo y podía recibir a sus 700 alumnos.
El padre de la escuela remarcó que esta situación no es responsabilidad de una sola administración, sino que atraviesa varias gestiones provinciales. "Venimos sumando promesas vacías. Yo no pertenezco a ningún partido político, solo quiero que mi hija esté bien, como todos los chicos", expresó.
Destacó que las autoridades de la escuela cumplen con su rol, elevando las incidencias y registros de problemas, "pero la falta de respuesta viene de más arriba".
La promesa de arreglos
La comunidad escolar espera ahora que en la reunión pautada para dentro de unos días les presente un plan de trabajos para el verano, a fin de garantizar que el establecimiento educativo —que funciona en lo que era el viejo edificio de la Escuela "Ciudad de Yapeyú" 707— esté en condiciones aptas de funcionamiento para el próximo ciclo lectivo.
"Se comprometieron a que el 19 de febrero, cuando arranquen las clases, la escuela va a estar en condiciones", precisó Liniker, que más allá de transmitir los reclamos de los padres de la escuela, agradeció al secretario de Obras Públicas y a la supervisora de Escuelas. "Vino a poner la cara y habló con los papás, les pudo explicar; aunque estaban enojados, fueron muy educados y pudimos dialogar. Tenemos la esperanza de que esta vez no sean promesas vacías", concluyó.
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