Un violento fue condenado por lesionar a su expareja con una cadena y una tijera
Los hechos de violencia de género que se le atribuyeron ocurrieron en agosto de 2024, en pleno centro de Neuquén.
Un hombre de Neuquén fue condenado por dos graves hechos de violencia de género, pero un cambio de calificación lo benefició y ahora recibirá una pena menor. La fiscalía sostuvo que no se pudo probar un intento de femicidio.
El tribunal que declaró responsable al violento estuvo integrado por las juezas Carina Álvarez y Patricia Lupica Cristo y el juez Nazareno Eulogio. Por pedido de la fiscalía, declararon responsable a "D.A.R" -como se identificó al imputado- por dos hechos de lesiones leves agravadas por el vínculo y por mediar violencia de género.
Los hechos por los que se lo declaró responsable ocurrieron en agosto de 2024, en pleno centro de la ciudad de Neuquén. En la primera ocasión que describió la acusación, "D.A.R" interceptó a su expareja en la vía pública, la insultó y la golpeó con una cadena en la cabeza. Al día siguiente, la volvió a abordar, la amenazó de muerte y le provocó una lesión con una tijera. Fue en ese momento cuando personal policial intervino y lo detuvo.
En su alegato de cierre, el fiscal del caso Andrés Azar explicó que los hechos se acreditaron durante el juicio mediante los testimonios de la víctima y de distintos testigos. Precisó sobre la calificación asignada que no correspondía acusar por tentativa de femicidio, ya que, de acuerdo a la prueba, tras clavarle una tijera en la espalda a la víctima, el acusado detuvo su accionar por decisión propia y no por circunstancias ajenas a su voluntad.
Además de señalar que el carácter leve de las lesiones fue confirmado por los peritajes médicos, Azar se refirió a la intención del agresor. Fue en el alegato de cierre del juicio, cuando apuntó que “una tijera de esas características podría provocar una muerte”, y que sólo ese elemento podría indicar “una intención homicida”.
“Sin perjuicio de ello, nuestra labor se guía por el deber de objetividad y, en este caso, es imposible tener por acreditado el elemento clave de no haber podido consumar el hecho por circunstancias ajenas a su voluntad”, explicó el fiscal del caso.
Tras la declaración de responsabilidad y también por pedido de la fiscalía, el tribunal de jueces dispuso la prórroga de la prisión preventiva del condenado, medida que se había dictado durante la investigación para resguardar la integridad de la víctima.
Ahora, la Oficina Judicial deberá fijar la fecha para la realización de la audiencia de cesura, en la que se definirá el monto de la pena que deberá cumplir el agresor.
Prisión para un municipal violento que quiso ahogar a su expareja
A principios de mes, un municipal violento fue condenado a 10 años de prisión efectiva por intentar matar a su expareja, en un hecho ocurrido en febrero de este año en el barrio Belén de la ciudad de Neuquén. La pena fue impuesta este viernes, durante una audiencia de determinación presidida por un tribunal colegiado, luego de que el acusado reconociera su responsabilidad.
El caso fue investigado por la fiscal del caso Lucrecia Sola, de la unidad fiscal de Delitos Contra las Personas, quien inicialmente le había formulado cargos y solicitado su prisión preventiva para proteger a la víctima y a su núcleo cercano.
De acuerdo con la investigación, el hecho de mayor gravedad ocurrió pasada la medianoche del 20 de febrero pasado, cuando el condenado ingresó sin autorización a la vivienda de la víctima, con quien había mantenido una relación de pareja durante 20 años y con la que tiene hijos en común. Una vez dentro, la agredió físicamente, la arrastró hacia el patio y la sumergió por la fuerza en una pileta de lona llena de agua. Fue en ese momento que un familiar golpeó al agresor en la nuca e impidió que concretara el objetivo de matarla. Luego, un grupo de vecinos y personal policial lograron detenerlo cuando intentaba huir.
Un año antes, el 4 de febrero de 2024, el acusado había ido con su expareja y con sus hijos a una feria local. Al regreso, el hombre agredió con golpes de puño a dos de sus hijos, y también a la mujer, cuando intentó intervenir. El mismo día, horas más tarde, fue a la casa de su expareja y de sus hijos, dañó la cerradura del acceso y, una vez dentro, destruyó un televisor y un ventanal.
El 21 de julio pasado, el acusado reconoció su responsabilidad penal por los delitos de lesiones leves, agravadas por el vínculo, violación de domicilio y daño; en concurso real con tentativa de homicidio agravado por el vínculo y por haber sido cometido en un contexto de violencia de género (femicidio), en calidad de autor. Posteriormente, se le dictó la pena de 10 años de prisión efectiva.
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