El ex presidente de Brasil, detenido desde abril en la ciudad de Curitiba, recibió la mala noticia en la madrugada del sábado.
El futuro de Luiz Inácio da Silva parece cada vez más alejado del poder. Este sábado, Lula recibió en la prisión de Curitiba, donde se encuentra detenido desde abril pasado, la noticia que menos quería escuchar: el Tribunal Superior Electoral decidió marginarlo de las próximas elecciones presidenciales del 7 de octubre próximo.
El fallo se basó en una normativa aprobada durante la gestión del mismo Lula, que restringe las postulaciones de aquellas personas que arrastran alguna condena de la justicia.
Fernando Haddad, ex ministro de Educación y actual compañero de fórmula del ex mandatario, anunció el sábado que el equipo legal del Partido de los Trabajadores (PT) analizará en las próximas horas los pasos a seguir.
El PT cuenta con 10 días para definir e inscribir la dupla que buscará llevar a Brasilia. La estrategia recibirá la venia de Lula el próximo lunes, cuando Haddad lo visite en el penal.
Desde el seno de la agrupación, no descartan que pueda presentarse algún nuevo recurso judicial que habilite al líder natural, aunque ya dejaron entrever que en caso de no ser posible -cuestión que parece sentenciada- Haddad se quedará con la foto principal en la boleta, aunque aún no se conoce quién podría acompañarlo.
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