El 80% de los argentinos, con malestar psicológico
Un equipo de especialistas de la Facultad de Psicología de la Universidad de Buenos Aires (UBA) aseguró que el 43% consideró necesitar tratamiento y no lo recibe.
Un equipo de especialistas de la Facultad de Psicología de la Universidad de Buenos Aires (UBA), a través del Observatorio de Psicología Social Aplicada (OPSA), presentó el último informe de una encuesta denominada “Crisis Coronavirus”, que analiza la incidencia del aislamiento social en la salud mental, y reveló que casi el 80% de los argentinos experimenta malestar psicológico.
Según los datos arrojados por la investigación, el porcentaje de personas en riesgo de trastorno psicológico se incrementó significativamente de 4,86%,en marzo; a 7,20%, en mayo; 8,10%, en julio; y 10,24%, en octubre. Además, el informe señaló que la cantidad de personas que consideran necesitar tratamiento psicológico y que no lo reciben aumentó de marzo a octubre de modo sostenido, llegando al 43,75%. Los problemas económicos y de acceso a la atención psicológica se destacan sobre otras barreras para tratarse.
Además, el estudio detectó un incremento sostenido y significativo de gente en riesgo de padecer un trastorno psicológico o mental en los cuatro períodos estudiados. Este dato es relevante porque una vez instalada la enfermedad, se requieren intervenciones de mayor complejidad por parte de especialistas y, muchas veces, no son suficientes las sesiones a distancia que proporciona la telesalud.
Este crecimiento sostenido hasta julio se estabilizó en el período de octubre en el Area Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), mientras que en el resto del país llegó al 10% de la población. Cabe resaltar que hay una relación con que la región con mayor número de casos confirmados dejó de ser el AMBA para pasar a provincias como Córdoba y Santa Fe, siendo sus sistemas de salud más frágiles.
A lo largo de las diferentes etapas de estudio, los adultos jóvenes reportaron mayor sintomatología que los adultos mayores. Las personas de menor edad afrontan estresores mayores característicos del ciclo vital, incertidumbre en cuanto a la vivienda, inserción profesional, laboral, parejas menos consolidadas, embarazos e hijos pequeños. En nuestro país, los niveles de pobreza son más altos en los adultos jóvenes, por lo tanto, son más vulnerables, presentan mayor inestabilidad laboral y menores recursos en general.
“Nuestros hallazgos enfatizan la necesidad de mejorar el seguimiento del impacto psicológico de la cuarentena y la pandemia, así como evaluar las intervenciones psicosociales o abordajes en crisis, presenciales y a distancia, para encontrar modelos óptimos e implementar políticas de salud que incluyan la salud mental. A su vez, muestran la relevancia de los factores psicológicos y destacan la inclusión de la salud mental a la hora de implementar medidas de salud pública”, concluyeron los especialistas.
Los síntomas no son inmediatos
Una investigación del Centro Nacional para la Información Biotecnológica de los Estados Unidos (NCBI, por sus siglas en inglés) señaló que el impacto a largo plazo en la salud mental de COVID-19 puede tardar semanas o meses en ser completamente aparente.
Te puede interesar...
Dejá tu comentario