"El plasma transforma el Covid en un mal catarro"
Fundación Infant presentó un informe especializado.
Mientras las vacunas candidatas contra el COVID-19 avanzan para su aprobación, el plasma como tratamiento volvió a cobrar protagonismo. La Fundación Infant compartió las conclusiones preliminares de su investigación sobre la eficacia de esta terapia y los resultados son alentadores: funcionó en un 61% para evitar la enfermedad grave en mayores de 65 años. “El plasma transforma al coronavirus en un mal catarro”, enfatizó el infectólogo Fernando Polack, presidente del organismo.
Desde los primeros meses que la enfermedad llegó a Argentina, el líquido transparente que representa el 55% del volumen total de la sangre, en el que los glóbulos rojos, blancos y las plaquetas están suspendidos, apareció como posibilidad para tratarla. Ante los buenos augurios sobre sus resultados y pese que aún continuaba siendo probada por los científicos, se le aplicó a algunas personalidad importantes como al intendente bonaerense de Lomas de Zamora, Martín Insaurralde. Ahora, la entidad con sede en la ciudad de Buenos Aires, en una conferencia de prensa realizada en el SUM del Estadio Antonio Vespucio Liberti, reveló los hallazgos del estudio “Evaluación de eficacia de la administración de plasma de convaleciente en forma temprana contra el COVID-19 en adultos mayores”.
Luego seis meses de investigación, que contó con la participación de 479 donantes de plasma, la firma aseguró que el tratamiento tuvo una efectividad del 61% en evitar la enfermedad grave con una sola dosis en mayores de 65 años. La clave de su trabajo fue aplicarlo en pacientes que tenían síntomas leves de la enfermedad, es decir, cuando recién se habían contagiado y no cuando ya se encontraban internados en estado grave. “Siempre pensamos el plasma como una intervención muy temprana. El daño que había hecho el coronavirus sería imposible repararse con plasma, por lo que teníamos que impedir la entrada. Sabiendo que eso lo hace una vacuna, pensábamos que podríamos evitar eso lo antes posible, cuando es leve y cuando no hace más de 72 horas que se inició la enfermedad”, explicó Polack.
La edad promedio de los 170 participantes fue de 77 años, 62% mujeres y 48% hombres. La mitad recibió placebo y la otra, plasma. En los pacientes que este último tratamiento, se enfermó el 11% (uno de cada nueve) mientras que a los que se les aplicó placebo, el 29%. “Cuando se administró plasma en los primeros tres días de síntomas leves, tuvo un 61% de eficacia en disminuir la progresión de los pacientes leves a tener enfermedad severa. Interrumpió la enfermedad”, resaltó el experto. Igualmente, advirtió que “funciona cuando es administrado antes de 72 horas de iniciados los síntomas, no es para demorar cuando tiene síntomas”. “Por eso, funciona para pacientes leves y transforma el COVID en un mal catarro “, cerró.
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