El trasplante ocurrió en Australia. El hombre que lo recibió tiene 40 años y padecía una insuficiencia cardíaca grave.
Los avances médicos y tecnológicos siguen salvando miles de vidas. Gracias al desarrollo sin precedentes de la ciencia, un hombre australiano de 40 años logró sobrevivir más de 100 días con un corazón artificial de titanio, marcando un antes y un después en la medicina cardiovascular.
El paciente sufría una insuficiencia cardíaca severa y fue dado de alta del Hospital Saint Vicent de Sidney, Australia.
Este dispositivo, denominado BiVACOR, fue diseñado por el bioingeniero Daniel Timms, quien tuvo la idea de crearlo tras la muerte por insuficiencia cardíaca de su padre. En una de sus funciones principales, utiliza tecnología de levitación magnética para imitar el flujo sanguíneo del corazón.
La particularidad de este corazón es que, a diferencia de otros dispositivos, logra reemplazar totalmente al corazón del paciente.
La historia del paciente
La cirugía del hombre trasplantado duró 6 horas y fue liderada por el cirujano cardiotorácico y de trasplantes Paul Jansz. "Hemos trabajado para este momento durante años y estamos enormemente orgullosos de haber sido el primer equipo en Australia en llevar a cabo este procedimiento", afirmó en declaraciones al diario The Guardian.
"El corazón artificial total BiVACOR marca el comienzo de una nueva era en el trasplante de corazón, tanto en Australia como a nivel internacional", destacó el doctor Chris Hayward, cardiólogo de la misma institución y supervisor del proceso postoperatorio.
Durante más de tres meses, el dispositivo logró mantener la circulación sanguínea, lo que convirtió al paciente en el primero en el mundo en salir de un hospital con un corazón artificial total. Finalmente, a principios de marzo, se encontró un corazón de donante compatible y el paciente fue sometido a un trasplante exitoso.
Esta operación se logró gracias al Programa Fronteras del Corazón Artificial que está financiando por el Estado australiano y dirigido por la Universidad de Mounash. El objetivo de este programa es poder combatir la insuficiencia cardíaca.
Alrededor de 23 millones de personas padecen insuficiencias cardíacas y sólo 6.000 reciben un trasplante. Por esta razón, alternativas como un corazón de titanio se vuelven claves para ponerle fin a la urgencia.
El BiVACOR se muestra como una clara solución viable frente a esta demanda, aunque sigue en etapa de desarrollo.
A mediados de 2024, el Instituto del Corazón de Texas se convirtió en el primero en implantar este corazón en un paciente estadounidense. El dispositivo fue utilizado durante ocho días antes de que el paciente recibiera un trasplante, lo que permitió confirmar su capacidad para mantener la vida. Se prevé que el ensayo clínico se expanda a 15 pacientes, lo que permitirá una evaluación más exhaustiva de su seguridad y funcionamiento.
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