Con la valentía de sus héroes de película, Santino enfrentó la enfermedad con determinación y amor. El triste adiós de sus padres.
Santino, un guerrero que se fue demasiado pronto. La partida de este niño neuquino de 10 años, que luchó con valentía contra una enfermedad grave, ha conmocionado esta mañana a todos los que lo conocieron. El pequeño padecía parálisis cerebral infantil, síndrome de Lennox-Gastaut y microcefalia, pero eso no le impidió vivir la vida al máximo.
En su lucha, Santino encontró inspiración en sus héroes de películas, y con la "espada" de ellos en mano, enfrentó la adversidad con valentía y determinación. A su lado, siempre estuvieron sus fieles guerreros, sus padres Agustina Senas y Bruno Solís, quienes fueron sus custodios y protectores en esta batalla sin cuartel.
Con un amor incondicional y una dedicación absoluta, sus padres lo acompañaron en cada paso de su vida, luchando junto a él contra la enfermedad que lo aquejaba. Su partida deja un vacío en el corazón de sus seres queridos, pero su legado de amor y valentía vivirá por siempre.
"Sí. Mi bebé partió a la madrugada. Ya no hay más dolor, está descansando de su cuerpito", confirmó Agustina, la mamá de Santino, con todo el dolor del mundo, en su breve diálogo con LM Neuquén.
Por su parte, Bruno en sus redes sociales, con el corazón roto, pero con la satisfacción de haber hecho todo lo posible por su hijo, escribió: "Me duele la vida, pero tengo paz en mi corazón. Ya no duele nada más. Si existe un dios, hoy me soltó la mano. Te voy a amar siempre, fuiste un excelente hijo, mi amor, mi Santi".
En las últimas horas, la familia había lanzado un emotivo pedido de oración para que su hijo pudiera superar la difícil prueba a partir de serias complicaciones en una círugía. La comunidad se unió en oración, pidiendo por la salud y el bienestar de Santino. Desafortunadamente, a pesar de los esfuerzos médicos y la fe de sus seres queridos, no pudo superar el cuadro clínico y partió al cielo.
El valiente guerrero fue un niño muy inquieto y decidido que disfrutó de la vida a “full” a pesar de sus limitaciones. "Santi es un niño muy vivo dentro de su patología, vive la vida a mil como puede", había dicho ayer Agustina, mientras oraban para que su hijo lograra reponerse de la cirugía complicada. "Le gusta salir a pasear, ir al cine, le gusta bañarse", detalló con mucho amor. Y es justamente en esas salidas al cine que Santino se aferró a la “espada de la vida” hasta que su cuerpo le dijo basta.
Adiós Santino. Descansa en Paz.
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