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La Mañana Cerro Chapelco

Rancho de Manolo: el refugio de montaña que marida esquí, sabores y buen vino en Chapelco

Cobija a los pioneros del esquí desde hace 60 años. Hoy, es un emblemático parador de montaña con platos calientes y los distintivos vinos de Bodega Familia Schroeder.

El cerro Chapelco es uno de los atractivos más convocantes para el turismo de invierno en Neuquén. La provincia tiene la mayor superficie esquiable del país y, entre todas sus propuestas, el complejo cercano a San Martín de los Andes es el elegido por los esquiadores más experimentados. Pero, más allá de sus pistas, ofrece también espacios de encuentro cargados de identidad, como el Rancho de Manolo.

"En la mágica montaña de Chapelco, a unos 19 km de San Martín de los Andes, hay un rincón que reúne historia, calidez humana y sabores memorables", aseguraron los responsables del Rancho de Manolo. Este emblemático refugio nació como un modesto cobijo construido por pioneros del esquí —donde don Manolo Gómez, “sodero” y artesano de esquíes de madera, preparaba comida caliente y abrigo para los montañistas que recorrían los primeros kilómetros cuesta arriba hasta llegar al cerro.

"Durante los años 60 y 70, ese simple albergue de madera —donde podía verse un fogón encendido y tablas olvidadas tras la jornada— se transformó en un parador renovado en 2005. Construido con cipreses, pinos y lengas, con mesas talladas en sequoias y calentado por salamandras hechas de tambores de hierro, el nuevo Rancho recuperó ese aroma tibio y ahumado característico de un refugio de montaña auténtico", aclararon desde el espacio, que hoy sofisticó su propuesta gastronómica con el catálogo de vinos de la Bodega Familia Schroeder.

Nuevo Rancho de Manolo - Bodega Familia Schroeder

Hoy, emplazado a 1.420 m de altura, junto a pistas como La Brava y Pioneros, ofrece capacidad para cerca de 150 comensales, con vistas panorámicas de la cordillera que invitan a detenerse y respirar profundo.

"Este refugio acogedor, cálido y rústico es mucho más que un lugar para reponer energías: es el corazón del cerro. La comida es preparada con maestría por chefs que saben cómo reconfortar: guisos, sopas, pizzas, milanesas, hamburguesas; cada bocado cuenta una historia", señalaron sobre el refugio, que ofrece un menú para recuperar las calorías perdidas durante las jornadas de esquí.

rancho de manolo2

"Rancho de Manolo es un lugar de encuentro: con amigos, pareja, familia, y hasta gente que llega como desconocida, pero que luego queda para compartir anécdotas que duran toda la vida. Un refugio donde los recuerdos se funden con la calidez del fuego, una buena comida y la risa compartida después de mil bajadas en el cerro", indicaron.

Una propuesta renovada, con vinos de Familia Schroeder

Este año, el encanto del refugio se realza con una colaboración especial: la presencia de la Bodega Schroeder, cuyos excelentes vinos ahora se ofrecen en Rancho. Durante años, en el refugio siempre se sirvieron buenos vinos; este año, el sello de Schroeder le suma una nota distintiva, elevando la experiencia con etiquetas que se maridan a la perfección con cada plato. Un brindis con buena música, comida rica, naturaleza imponente y el vino ideal: la combinación perfecta para cerrar la jornada con estilo.

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Rancho de Manolo: el refugio donde nacen los recuerdos

Rancho de Manolo es más que un parador; es un testimonio del espíritu pionero de Chapelco, del calor humano que hizo desarrollarse el esquí en esta región. Un rincón rústico y acogedor donde lo simple se vuelve inolvidable, donde la gastronomía, la atmósfera joven y el servicio con onda convergen con la excelencia de Bodega Schroeder, este año presente para compartir sus vinos y sumarse a la historia del lugar. Porque en Rancho, cada recuerdo queda, cada encuentro cuenta, cada copa brinda por la vida compartida en la montaña.

rancho de manolo chapelco

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