Un video grabado con un dron muestra la magia de los cien ciruelos japoneses que cada año anuncian la primavera. ¿Cuánto dura el efímero fenómeno?
La primavera patagónica se acerca con su postal más esperada. En el corazón de Esquel, la Avenida Ameghino vuelve a convertirse en escenario de uno de los fenómenos naturales más fotografiados de la región. Más de cien ciruelos japoneses (Prunus cerasifera) despliegan su manto rosado a ambos lados de la arteria principal, creando el famoso "túnel de flores rosas" que cautiva tanto a locales como a turistas.
Claro que lo que habitualmente se ve desde abajo, en caminatas “techadas” por flores, en este 2025 puede disfrutarse por primera vez desde otra perspectiva, con un resultado cautivante y que, en cuanto se conoció, enorgulleció a los esquelenses.
Se trata de un video filmado desde un drone por Ezequiel “Colo” Acuña, que muestra desde el aire este espectáculo único. Las imágenes, grabadas en alta resolución, permiten apreciar como nunca antes la inmensidad y el color que transforman la avenida principal de la ciudad.
El video, difundido por el portal EQS Notas, sigue el recorrido que los caminantes suelen hacer bajo el techo rosado del túnel, pero sobrevolando de cerca las copas de los árboles, y con la majestuosidad de la Cordillera a lo lejos, como imagen de fondo privilegiada.
Símbolo de Esquel
Este corredor floral no es solo una curiosidad botánica. Para los esquelenses, representa mucho más que un simple atractivo visual: simboliza el renacimiento tras los rigurosos inviernos cordilleranos y marca el verdadero inicio de la estación primaveral.
La imponente arboleda que flanquea la principal avenida de la ciudad se ha consolidado como un ícono identitario en la ciudad cordillerana de Chubut, equiparable en importancia al histórico tren La Trochita o al Parque Nacional Los Alerces. Durante estas semanas, la localidad patagónica vive al ritmo de la floración.
La tradición esquelense invita a recorrer a pie la avenida, ya sea caminando por las veredas o simplemente deteniéndose a contemplar el paisaje transformado. Familias completas, grupos de amigos y visitantes de todo el país se dan cita en este escenario natural que funciona como una postal viviente.
La floración rosada se ha integrado de manera definitiva a la identidad cultural de Esquel. Constituye un momento de orgullo local y una oportunidad para compartir con el mundo un fragmento de la belleza singular que caracteriza a la Comarca.
Este evento anual funciona como un puente generacional: evoca recuerdos en los adultos mayores y genera nuevos vínculos familiares. La imagen de la avenida completamente teñida de rosa se ha transformado en el emblema indiscutido de la calidez patagónica.
Un espectáculo que dura poco
El timing de la floración está directamente vinculado a las condiciones climáticas de cada temporada, especialmente a las temperaturas que siguen a los meses invernales. Habitualmente, el fenómeno se desarrolla entre fines de septiembre y mediados de octubre.
La naturaleza efímera del espectáculo añade valor a la experiencia: las flores mantienen su esplendor durante un período acotado de tres a cuatro semanas. Esta brevedad convierte cada floración en un evento irrepetible, por lo que se recomienda programar la visita para no perderse este regalo natural que, una vez finalizado, deberá aguardar hasta el próximo año para volver a manifestarse.
Durante estas jornadas, Esquel se convierte en el epicentro de paseos, sesiones fotográficas y momentos de contemplación, recordando la capacidad infinita de la naturaleza para sorprender y embellecer el entorno cordillerano.
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