La transmisión desde el Parque Provincial Patagonia Azul se realiza con energía solar. Es la época del año con mayor actividad de las colonias.
Mediante cámaras ubicadas en lugares estratégicos de tres islas deshabitadas de la costa de la provincia de Chubut y aprovechando la energía solar, un proyecto impulsado por el Conicet en el Parque Provincial Patagonia Azul empezó a transmitir en vivo el ciclo de reproducción de las colonias de pingüinos de Magallanes y de otras aves.
La iniciativa, desarrollada por el investigador del Conicet Flavio Quintana, permite registrar la vida cotidiana de pingüinos de Magallanes, petreles gigantes del sur y cormoranes imperiales sin necesidad de invadir las colonias.
La época del año -últimos días de noviembre y principios de diciembre- es, además, el período “pico” de actividad de estas aves en Chubut.
Hay cámaras en las islas Tova y Tovita y el islote Gran Robredo -tres lugares sin presencia humana- que toman registro de tiempos reales de incubación, cambios de turno entre adultos, tormentas repentinas, predadores al acecho y situaciones que explican por qué algunos nidos prosperan y otros no.
“Necesitamos monitorear y vigilar las colonias de aves marinas sensibles que nidifican en sitios de difícil acceso, evitando ingresos repetidos durante la temporada reproductiva”, explicó Ignacio Gutiérrez, coordinador del equipo de especies del Parque Patagonia Azul.
Cómo hacen para transmitir
El científico destacó que las estaciones autosustentables permiten seguir nidos, grupos e incluso individuos sin interferencias y con un nivel de detalle imposible con métodos tradicionales.
Para lograr esto, instalaron paneles solares, antenas, baterías, routers y cámaras en áreas sin infraestructura.
Si bien la internet satelital facilita en la actualidad las transmisiones, mantener energía y conectividad en ambientes salinos y ventosos como el de estas tres islas sigue siendo un desafío.
Así, después de tres años de ajustes, el sistema es más confiable, los equipos resisten mejor y la instalación se realiza antes del pico reproductivo para minimizar el impacto.
Actualmente, contó Gutiérrez, la expedición puede contar, por ejemplo, con imágenes más limpias, lentes que no se tapan con bruma salina y mayor confiabilidad de transmisión en días de clima difícil.
Patagonia Azul, el Conicet y una plataforma internacional
Este año el proyecto se sumó a explore.org, la plataforma de cámaras de vida silvestre más grande del mundo, y a partir de esto, cualquier persona puede mirar el streaming en tiempo real en Youtube y participar con comentarios y observaciones, del mismo modo en que ocurrió con la histórica expedición submarina del Conicet y el Schmidt Ocean.
En las colonias de Tova, Gran Robredo y Tovita que monitorean las cámaras se registran miles de parejas reproductivas. Entre fines de noviembre y comienzos de diciembre ocurre el pico de eclosiones.
Es el momento ideal para ver pichones recién nacidos y a los adultos viajando al mar en busca de alimento.
Más allá de mostrar la vida salvaje de los pingüinos “de primera mano”, las imágenes permiten obtener datos clave: frecuencia de alimentación, duración de viajes, fechas de puesta y eclosión, y factores que influyen en el éxito de cada nido.
La reproducción de estas aves es un indicador del estado del mar: si faltan peces o aumentan los temporales, la colonia lo muestra.
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