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La Mañana asesino

Justicia: piden 20 años de prisión para el asesino de Valeria Lobos

La mujer falleció tras agonizar en el hospital por dos meses, el 18 de diciembre de 2024. Fue asesinada por un joven amigo que alojaba en su casa.

A dos meses de cumplirse un año del crimen de Valeria Lobos, su alma y su familia están más cerca de encontrar la paz. Aunque el asesino ya fue declarado responsable, aún no cumple pena por el homicidio. Esta semana, las partes debatieron la sentencia a imponer: la querella hizo la apuesta más alta al pedir 20 años de prisión para el joven asesino.

Cabe recordar que Franco Motoya le disparó con un arma de fuego de fabricación casera a Valeria Roxana Lobos luego de una discusión en su casa de Centenario el 12 de octubre de 2024 y le provocó lesiones por las cuales estuvo internada en el hospital Castro Rendón hasta el 18 de diciembre de ese año, cuando falleció producto de las heridas.

Tras la agresión, el asesino se dio a la fuga y fue hallado días más tarde, tras lo cual fue acusado y puesto en prisión preventiva, cautelar que se mantiene a la actualidad.

Montoya se había estado alojando en la casa de la mujer porque no tenía dónde pernoctar y había entre ellos una relación de amistad. Sin embargo, según surgió de la investigación, Valeria estaba cansada de algunas actitudes del joven y finalmente, decidió pedirle que dejara la vivienda, tras lo cual él le disparó.

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El violento que baleó a quemarropa a Valeria Lobos, Franco Montoya, permanece preso.

El violento que baleó a quemarropa a Valeria Lobos, Franco Montoya, permanece preso.

Idas y vueltas

Fue una causa marcada por la polémica, que principalmente giró alrededor de si el asesinato de Valeria fue o no fue un femicidio.

Al inicio de la investigación, la fiscalía imputó a Montoya por el delito de homicidio agravado por femicido y por uso de arma de fuego. Luego, el juez de garantías Luis Giorgetti, no tuvo por válido el agravante de femicidio y lo desestimó, dado que se estableció que víctima y victimario nunca habían tenido un vínculo de pareja, sino simplemente de amistad.

A pesar de esto, el fiscal Andrés Azar y la asistente letrada Carolina Gutiérrez insistieron en agregar el agravante de femicidio a la acusación por la que llevarían a juicio a Montoya, considerando que aún así, el accionar del imputado demostró desprecio hacia la mujer y, por lo tanto, se configuraba la violencia de género ejercida.

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La jueza Carina Álvarez no coincidió con este criterio y sostuvo: "No toda muerte de una mujer es femicidio". Y consideró que ni del relato del hecho ni de la prueba surgía un contexto que permita aplicar el agravante.

No obstante, la fiscalía volvió a insistir. Desafió la resolución de la magistrada ante un Tribunal de Impugnación (compuesto por Andrés Repetto, Federico Sommer y Estefanía Sauli), que a fines de julio resolvió que la decisión de Álvarez no se ajustaba a derecho, y por eso revocaron su resolución y ordenaron que la elevación a juicio, la calificación y la prueba a presentar sea valorada nuevamente por otro juez o jueza.

Finalmente, la fiscalía, entendiendo la dificultad de conseguir una condena por femicidio, llegó a un acuerdo de responsabilidad con Montoya y su defensora, Sol Pérez de León, por una figura menos gravosa.

El pedido de pena

Así, a mediados de agosto y tras aceptar su responsabilidad por el homicidio, Montoya fue condenado como autor del delito de homicidio agravado por el uso de arma de fuego.

Recién esta semana las partes se volvieron a encontrar para la determinación de la pena, un punto sobre el cual no se llegó a un consenso. Por un lado, el fiscal Azar solicitó la imposición de una pena de 19 años de prisión.

La querella que representa a la familia de Valeria, ejercida por los abogados particulares Gustavo Lucero y Manuela Castro, se apartaron un poco de esa posición y fueron por más: pidieron 20 años de prisión para Montoya.

Sobre los agravantes valorados para arribar a ese monto, Lucero explicó a LMNeuquén que se tuvo en cuenta la actitud de desaprensión del imputado al abandonar a la víctima tras herirla, a su falta de arrepentimiento hasta el final de la causa, a las amenazas proferidas hacia el hijo de la víctima tras el crimen, a haberse fugado por varios días hasta que fue ubicado por la Policía y a sus antecedentes condenatorios por delitos contra la propiedad (robos con arma, entre otros) en Neuquén y Río Negro.

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Por otro lado, confió que en la audiencia realizada el martes "el papá de Valeria tomó la palabra y dijo que el imputado ni siquiera había pedido disculpas a la familia y ya estaba terminando el juicio (de cesura). Y al final, (Montoya) dijo que lo hacía, que pedía disculpas a la familia, pero nosotros esto lo tomamos como un total y pleno manejo de conveniencia".

Asimismo, Lucero y Castro también resaltaron otro punto crucial: la extensión del daño. En este sentido, cabe recordar que Valeria fue baleada en octubre y falleció recién dos meses más tarde, tras un agónico intento de su cuerpo y de los médicos por hacerla salir adelante sin éxito.

"La magnitud del impacto que esto ha generado en la familia fue muy fuerte y particularmente, ese período entre octubre que se produce el disparo y en diciembre el fallecimiento, que también sumó una muy alta cuota de dolor a la familia, porque para ellos fue terrible ver las condiciones en las que estaba Valeria, porque tenía lesionados todos los órganos, el sufrimiento que estaba transitando ella, quedó muy patentizado el plus de dolor que significó para la familia esa etapa", expresó Lucero.

Finalmente, la defensa solicitó la imposición de la pena mínima prevista para el delito, equivalente a 10 años y 6 meses de prisión.

El veredicto del tribunal, integrado por los jueces Lucas Yancarelli, Luis Giorgetti y Juan Pablo Encina, se conocerá el jueves 20 de noviembre.

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