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Bebés prematuros neuquinos tienen más sobrevida

Unicef destacó el cuidado que se les brinda a los que nacen con bajo peso.

Sofía Sandoval

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Neuquén.- Con el paso de los años, en el país se redujo la tasa de mortalidad entre los niños prematuros o con bajo peso al nacer y Neuquén se convirtió en un ejemplo a nivel nacional, con una tasa de sobrevida para estos casos que supera en un 20 por ciento la media argentina.

Según datos difundidos por Unicef, la provincia de Neuquén se destaca en el cuidado de niños que pesan menos de 1500 gramos al momento de su nacimiento, ya que 79,7 bebés de cada 100 sobreviven al estado crítico que atraviesan luego del parto. En la media nacional, el nivel de sobrevida llega sólo al 64 por ciento, y es aún más bajo en provincias como Formosa, Corrientes o Tucumán.

“Si todas las provincias hubiesen tenido la tasa de mortalidad de Neuquén en recién nacidos, con menos de 1500 gramos, se habrían prevenido 906 muertes neonatales, bajando en 1,5 puntos la tasa de mortalidad infantil”, remarcaron desde el organismo internacional para la infancia.

El buen desempeño de los centros de salud neuquinos contribuyó al descenso en la tasa de mortalidad infantil, que decreció más del 50 por ciento en los últimos años y que hoy se traduce en la muerte de 10,6 bebés por cada mil nacidos vivos.

Sin embargo, el nivel de sobrevida de los niños con bajo peso no alcanza aún los estándares internacionales y los casos de países industrializados, donde el 90 por ciento de los bebés de menos de 1500 gramos sobrevive.

Según datos de 2015, durante ese año en la provincia de Neuquén nacieron 1030 bebés prematuros de un total de casi 13 mil nacimientos.

Estos niños, según explicaron desde el Ministerio de Salud, no tienen un organismo “totalmente maduro para la vida fuera del útero materno y es necesario que permanezcan en el Servicio de Neonatología del hospital para recibir cuidados especiales, manteniendo durante ese período un contacto cercano con su mamá y su familia para evitar complicaciones en el desarrollo cognitivo, neurológico o motor”.

“Las técnicas de mamá canguro o el contacto piel a piel lo calma y lo desestresa, eso lo ayuda a mejorar en el desarrollo físico y cognitivo y también ayuda a la mamá a producir leche”.“El ámbito público avanzó con más rapidez que el privado en la posibilidad de que las familias sean parte del tratamiento de los bebés”, afirmó Mónica Torres, referente de Familias Prematuras Neuquén (Faprem)

Programa

Para proteger el delicado estado de los niños en esas circunstancias, el gobierno provincial puso en marcha el Programa para el Seguimiento Ambulatorio de los Niños y Niñas con Bajo Peso al Nacer (Probapen), que incluye un seguimiento de cada caso desde la llegada a casa hasta los 7 años de vida. “Como estos niños y niñas tienen mayor posibilidad de enfermar o morir, se plantea un seguimiento diferenciado y estrategias de atención específicas”, explicaron especialistas del Ministerio a través de su página web y nombraron, por ejemplo, la administración de drogas específicas para evitar problemas respiratorios durante la época invernal.

Desde 2013, una ley provincial busca fomentar en Neuquén los diez derechos de los niños prematuros establecidos por Unicef en su decálogo, por lo que se incluyeron modificaciones en la infraestructura y la capacitación de profesionales en pos de garantizarlos. A pesar de la falta de profesionales que en muchos casos atenta contra la atención primaria y la internación, Neuquén ha desempeñado un buen papel en el cuidado de los prematuros y las cifras así lo demostraron.

79 por ciento de los bebés nacidos con un peso inferior a 1500 gramos sobreviven.

La cifra posiciona a la provincia en los primeros lugares en la tasa de superviviencia para bebés prematuros o con bajo peso al nacer.

Los padres exigen el cumplimiento de sus derechos

Para exigir el cumplimiento de los diez derechos de los niños prematuros se creó Familias Prematuras Neuquén (Faprem), una organización que busca ofrecer más información sobre la realidad de los bebés que nacen con bajo peso o antes de tiempo y que necesitan de cuidados especiales para no desarrollar discapacidades.

Mónica Torres, referente de Faprem, explicó que el programa Probapen (Programa para el Seguimiento Ambulatorio de los Niños y Niñas con Bajo Peso al Nacer) ha generado mejores condiciones de infraestructura y capacitación del personal para tratar estos casos delicados y fomentar la incorporación de las familias a los tratamientos con el fin de mejorar el desarrollo físico y cognitivo de los niños.

“Las técnicas de mamá canguro o el contacto piel a piel lo calma y lo desestresa, eso lo ayuda a mejorar en el desarrollo físico y cognitivo y también ayuda a la mamá a producir leche”, explicó Torres.

La referente de esta organización que reúne a los padres con bebés prematuros comentó que con el tiempo se ha generado mayor información y se han creado lactarios y espacios de internación maternal para que los padres intervengan en la terapia de neonatología.

Según aclaró, el ámbito público avanzó con más rapidez que el privado en la posibilidad de que las familias sean parte del tratamiento de los bebés.

Sin embargo, Torres remarcó que la crisis que atraviesa el sistema público de salud redujo notablemente el plantel de profesionales y eso generó la falta de turnos para atención primaria y la saturación de las guardias.

El buen desempeño de los centros de salud neuquinos contribuyó al descenso en la tasa de mortalidad infantil, que decreció más del 50% en los últimos años.

La crisis de salud genera dificultades para el seguimiento

“Hay cada vez más prematuros, pero el seguimiento posterior es cada vez más difícil”, remarcó César Romero, jefe de Neonatología del Hospital Heller, quien aclaró que los nacimientos antes de término aumentan por el incremento en los factores de riesgo, como falta de controles, adicciones o pobreza.

Explicó que la crisis que atraviesa el sistema de salud pública llevó a muchos hospitales a cerrar sus áreas pediátricas o de neonatología y eso afectó a la llamada red neonatal de Neuquén, que busca que todos los niños de la provincia nazcan en un hospital de complejidad 6 o mayor para contar con un ámbito de internación en caso de que surjan complicaciones. Para Romero, el cierre de algunos centros de salud generó una mayor saturación en hospitales como el Heller o el Castro Rendón.

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