La contundente frase de Di María sobre Paredes tras enfrentarse por el clausura: "En la cancha no hay amigos"
El delantero campeón del mundo con la Selección argentina se refirió a los cruces que tuvo con su amigo Paredes durante el empate entre Rosario Central y Boca.
Este domingo el fútbol argentino fue testigo de un hecho histórico cuando Ángel Di María y Leandro Paredes, dos campeones del mundo, se enfrentaron en el Gigante de Arroyito durante el empate 1-1 entre Rosario Central y Boca. Dos amigos que volvieron a verse las caras adentro del verde césped después de mucho tiempo, y que no demostraron tener un vínculo afectivo fuera del deporte.
En alguna jugada Paredes atendió a Di María incluso dejándolo tendido en el piso después de un cruce que tuvieron, y viceversa. Con el partido igualado y el final decretado, el ex delantero de la Selección argentina fue contundente con una frase al referirse de la amistad durante un partido de fútbol.
"Hablamos hoy un rato. Me dio una patadita y se la devolví, así que estamos parejos. Es un jugador temperamental que cuando está dentro de la cancha no hay amigos no hay nada, pero todo bien", dijo Ángel en diálogo con la prensa sobre los cruces en el primer encuentro que les toca enfrentarse durante sus extensas carreras.
A su vez en su relato contó: "Intento hacer lo mejor adentro de la cancha, creo que la gente lo ve. Intento siempre poder ayudar al equipo, que las cosas salgan bien, venimos de buena manera, todavía no tuvimos ninguna derrota. Venimos haciendo las cosas muy bien, trabajando muy bien y creo que eso la gente lo ve y lo reconoce".
En su testimonio también se refirió a su gol olímpico: "Tenía ya alguno y ahora se dio acá. Contento por el gol, contento porque hicimos un muy buen partido. Creo que en líneas generales fue muy parejo el partido. Ellos tuvieron ocasiones, nosotros también. Sabíamos que iba a ser un partido abierto, tienen grandes jugadores, nosotros también, y creo que el empate al final es parejo".
Impresionante: Di María clavó un golazo olímpico para darle el empate a Rosario Central ante Boca
En uno de los partidos más atrapantes de la jornada en el Torneo Clausura, Boca rescató un empate ante el Rosario Central de Ángel Di María: el crack igualó las acciones con un tremendo gol olímpico que dio la vuelta al mundo. La parda le sienta bien a ambos conjuntos, bien ubicados en la tabla general y en puestos de acceso a competiciones internacionales, pero también en zona de clasificación a la próxima ronda del certamen doméstico.
La crónica de Rosario Central-Boca
El duelo en el Gigante de Arroyito comenzó a pura emotividad por el recibimiento de los jugadores e hinchas de Rosario Central a Miguel Ángel Russo, debido a su regreso tras su último paso en el Canalla y las dificultades de salud que lo tuvieron a maltraer en las últimas semanas. Ya dentro del campo de juego, el que movió primero fue el local, diezmado por la lesión tempranera de Alejo Véliz -se sacó el hombro de lugar-: Ignacio Malcorra hizo volar a Leandro Brey con un extraordinario remate a colocar.
Sin embargo, Boca llegó para cortar con la dulzura: Leandro Paredes sacó rápido un tiro libre, Brian Aguirre apareció bien por el sector derecho y se sacó a un hombre de encima para lanzar un centro al espacio. Rodrigo Battaglia apareció por detrás de los defensores, casi en la medialuna del área, para estampar el 1-0.
El Canalla no la estaba pasando bien y le costaba acomodarse en el partido tras el baldazo de agua fría. Sin embargo, en apenas unos minutos, quien frotó la lámpara fue Angelito Di María: el campeón del mundo con la Selección Argentina ejecutó un extraordinario córner que se terminó colando en el arco del Xeneize y, de la mano de un golazo olímpico, estampó el 1-1. En la siguiente acción, con la visita aún groggy, los rosarinos hicieron estallar el travesaño.
El impactante tanto del Fideo, que desató el delirio del estadio, dejó nocaut al elenco de Miguelo: con muchas dificultades para juntar pases y superar la mitad de la cancha, sufrió cada embate rival y las incursiones del crack ex Real Madrid. Así y todo, pudo haberse vuelto a poner en ventaja tras una linda jugada colectiva comandada por Miguel Merentiel. El uruguayo abrió juego para Juan Barinaga y buscó la pared, pero se encontró con la muralla de Fatura Broun.
En el complemento, el conjunto de La Ribera mostró una mejor versión, apuntalado por un Leandro Paredes en gran nivel. Poco a poco, los porteños empezaron a encontrar espacios en tres cuartos de cancha, sobre todo desde la posición de Carlos Palacios, pero les faltó estar finos para culminar las acciones. Tanto el volante chileno como Barinaga tuvieron chances claras; mientras que Di María respondió con un disparo que se fue apenas afuera.
A medida que el ex Benfica denotó cierto cansancio, Boca se fue acercando algunos metros al arco de Central. Una de las últimas pinceladas de Angelito fue un extraordinario pase para Jaminton Campaz, recién ingresado, quien no pudo ajustar su tiro y obligó a Brey a reaccionar con un manotazo. Promediando la segunda parte, el Xeneize parecía estar cerca de conseguir la victoria, aunque por más enjundia y empuje que fútbol. En una contra, la Bestia divisó a Williams Alarcón, que ejecutó con el revés del pie y estuvo a punto de estampar el 2-1.
En el cierre del compromiso, hubo tiempo para la ovación de los hinchas de la Academia para Di María, que se retiró exhausto y con claros signos de cansancio. Al club azul y oro no le alcanzó con el esfuerzo final: Alan Velasco probó en el rebote de un tiro de esquina, pero su remate se desvió; y Merentiel llegó sin fuerza al área tras eludir a Campaz en una arremetida individual. Pese a la floja etapa inicial, los de Russo dejaron buenas sensaciones y se llevaron un punto clave de una de las canchas más difíciles del torneo. Donde, además, debieron sufrir la pegada excelsa de la leyenda rosarina.
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